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El estudio se ha publicado a nivel nacional

Un estudio del Lluís Alcanyís demuestra que las embarazas necesitan aportes extra de yodo

• El 66% de las gestantes que departamento Xàtiva-Ontinyent presentaban déficit de este mineral

• Los especialistas recomiendan el consumo diario de la sal yodada durante el embarazo

Xàtiva (6-5-09).- La ingesta de yodo de las gestantes es baja a pesar de las recomendaciones vigentes esta es la conclusión a la que han un grupo de especialistas formado por pediatras, matronas, endocrinos y obstetras del Hospital Lluís Alcanyís tras su estudio, publicado en la prestigiosa revista científica nacional de Endocrinología y nutrición, por ello, las gestantes y las madres lactantes deben potenciar el uso de la sal yodada y la toma de suplementos con yoduro potásico para suplir la carencia de este oligoelemento esencial tanto para la madre como para el correcto desarrollo del feto.

El doctor Fernado Calvo, jefe del servicio de Pediatría del Lluís Alcanyís de Xàtiva ha explicado que a raíz de este trabajo que comenzó en el 2006 “se han estudiado a 232 mujeres en el primer trimestre de embarazo pertenecientes a nuestro departamento de salud, de ellas el 66% tenían yodurias por debajo de la recomendada”.

Calvo incide que “en nuestra área hemos detectado que con la alimentación - como el pescado el marisco y algunos vegetales (como las espinacas)- y la sal yodada no es suficiente con la aportación de este oligoelemento por ello se recurre a suplementos farmacológicos de yodo como algunos polivitamínicos o yoduro potásico”.

La presencia de yodo es esencial para asegurar el buen funcionamiento del tiroides y la producción de las hormonas tiroideas que regulan numerosas funciones en el organismo, entre las que se encuentran el desarrollo de los tejidos y el crecimiento, la maduración del sistema nervioso, el mantenimiento de la temperatura corporal. Por ello, el pediatra cerciora que “la deficiencia de este mineral en el feto debido a un inadecuado estado nutricional de la madre, se asocia con una mayor incidencia de anomalías congénitas, mortalidad perinatal e infantil, y defectos del desarrollo psicomotor”.

En el caso de la mujer embarazada, una ingestión de yodo muy baja en la dieta puede causar bocio, enfermedad en la que tiene lugar un crecimiento de la glándula tiroides, o hipotiroidismo, que presenta entre sus síntomas aumento de peso y cansancio. Los especialistas del departamento Xàtiva- Ontinyent realizan los pertinentes controles a las gestantes y suplen la carencia de todo de las futuras mamás con aportes extra de este mineral.

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