EL MUNDO - eligio palacio



LO MEJOR DEL DOMINGO

CARICATURAS

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CARTA DE UNA TELEVIDENTE EN EL AÑO 2030

Daniel Samper Ospina

La serie es una apología del mal, que presenta como héroes a funcionarios que recibían paramilitares en el sótano de Palacio.

Apreciado Comisionado de la Unctv (Ultra Nueva Comisión de Televisión):

En mi calidad de abuela de niños menores de edad, elevo ante usted mi queja por la emisión de la serie Álvaro, el Caín del mal, basada en la vida del expresidente Uribe Vélez. Merecemos una televisión educativa. Merecemos una televisión que inculque valores. Estamos hartos de programas que convierten en héroes a los villanos, y que distorsionan la verdad histórica para presentarlos como ejemplos a imitar: desde que comenzó la serie, mis nietos toman Chocolisto montados en un pony; ofrecen subsidios al rico de la clase y hablan con groserías: el otro día uno le decía al otro “cállese, o le doy en la cara, marica”, a lo que aquel, ofendido, respondió: “No me diga marica, no me diga paraco, que el suyo es esfuercito de caballo discapacitado”. Me pregunto: ¿es así como queremos educar a nuestros niños? ¿Con ese tipo de referentes? 

Entiendo que soy una vieja que nació en 1974, y no niego que voté las dos veces por Uribe, a quien en su momento adoré. Y no aspiro a que revivan nuestra historia dos eruditos de la tercera edad que se escurren en sus respectivos sillones mientras todos dormimos, incluyéndolos a ellos: desde hace dos décadas  me resigné a que nuestra historia sea contada por los delincuentes, convertidos en próceres por la pantalla.

Aún recuerdo la serie que inició esa tendencia, basada en la vida de Pablo Escobar. A ella le siguió Tres Caínes, sobre los hermanos Castaño. Y a partir de entonces se desató la moda con la versión criolla y ligera de Los Soprano, inspirada en los hermanos Nule; la adaptación de Dallas, que acá se llamó Envigado; e incluso una telenovela que contaba la vida de Lucumí Popó, patrocinada por papel higiénico Familia. 

Pero la novela sobre el expresidente Uribe Vélez rebosó la copa, señor comisionado: solo enseñan antivalores. El capítulo en que negocian a Yidis Medina –encarnada por el viejo Andrés Parra, ahora recluido en la Casa del artista, de la Candelaria– para que cambie un articulito de la Constitución, induce a que los niños piensen que es normal irrespetar las reglas; aquel en que los hijos del protagonista se quedan con unos lotes en la zona franca, promueve la cultura del dinero fácil; y el otro en que aparece el actual candidato a la Presidencia, doctor Pincher Arias, ayudando a los terratenientes, reinventa, de manera mezquina, el concepto de solidaridad.

Acepto que estuvo bien que el joven Álvaro, interpretado por Tomillo, le pidiera a la joven Lina —brillante actuación del anciano Andrés Parra— que aplazaran el gustico. Y no niego que hay licencias imaginativas y cómicas, provenientes de la ficción del guionista, que alivian tensiones: cuando el señor Uribe aparece en Gran Hermano, un rancio reality de la época, para explicar un absurdo referendo; o cuando carga por todas partes a la gallina doña Rumbo, magistralmente interpretada por Sara Corrales. Incluso cuando aparece ante los reyes de España con un frac recortado a la altura de las tetillas: un traje que no se pondría ni Vicky Dávila, la defensora del televidente de RCN, en el programa que presenta cada madrugada con una de las Amparos: la que no se cambió de sexo.

Pero, más allá de eso, la serie es una inaceptable apología del mal, que presenta como héroes a funcionarios que recibían paramilitares por el sótano del Palacio de Nariño; chuzaban los teléfonos de la oposición; organizaban complots contra los magistrados y eran primos de narcotraficantes (resultó divertido, por cierto, que en ese capítulo un decrépito Andrés Parra interpretara de nuevo a Pablo Escobar). Ni el pretendido toque de humor con el personaje de Francisco Santos es sano: el viernes pasado electrocutó a un estudiante. Él en persona, quiero decir. En la vida real. 

Comisionado: la serie causa estragos en la moral de los televidentes, para quienes ya es normal que un presidente pida a los congresistas que voten antes de que los metan presos o viole con desparpajo los tratados diplomáticos. Y lo peor del asunto es que aún nos falta llegar a la parte en que se para con un palo en la plaza de Bolívar para defender su obra de gobierno, o el capítulo triste de la Corte Penal Internacional.

Atravesamos un momento inmejorable. El proceso de paz con las Farc está a punto de ser firmado por Tanja, la holandesa, y el presidente Simón Gaviria, que no lo piensa leer. El alcalde de Bogotá, Nicolás Petro, estudia la posibilidad de hacer el metro. Y ustedes mismos, en la comisión, licitarán el tercer canal, más allá de que en el mundo solo existan páginas web: ¿por qué no intentar series novedosas? ¿Qué tal una sobre muertos vivientes inspirada en el doctor Galat, actual candidato por el Partido Conservador? 

Pero en Colombia prima el rating, como en cualquier estado de opinión, y para los canales el negocio está por encima de la responsabilidad.

Por eso, convoqué una protesta en Facebook, aunque mis nietos se burlen de mí por ‘dosmilera’, para que los anunciantes retiren la pauta del seriado. Que su trama no influya a más televidentes, cosa que, por fortuna, no me ha sucedido a mí. Y podría jurarlo por mis tres huevitos. 

LA MEJOR COLUMNA

EL ESPECTADOR

LA CAÍDA DEL CRECIMIENTO

Salomón Kalmanovitz

El DANE reajustó los datos del crecimiento de 2011 (de 5,9 a 6,6%) y dio el del último trimestre de 2012 que completó un mediocre 4% anual.

Un periódico tituló que el dato fue mejor que el esperado, pero la caída interanual fue demasiado pronunciada. Así lo entendió la junta del Banco de la República que dio una señal de gran preocupación al recortar su tasa de interés de referencia en 0,5%, cuando regularmente opera con tramos de 0,25%.

Hubo un dato escabroso para febrero pasado, cuando la inflación disminuyó a 1,8% anual, algo que no sucedía en 50 años. Para una economía emergente, es casi una deflación de precios, un indicador de que la demanda efectiva está muy debilitada. Esa fue la señal que preocupó tanto al banco central.

El director de Planeación Nacional salió a decir que fue el tercer mejor resultado de América Latina, pero nos comparamos bastante mal frente a Panamá, Perú y Chile. El ministro de Hacienda dijo, para consolarnos aún más, que estábamos mejor que Europa e incluso que Estados Unidos. Luego sacó un pronóstico de la cartuchera y anunció que en 2013 creceríamos 4,8%. ¿De dónde y cómo? De la locomotora minera no, pues los precios internacionales ya no son tan favorables. ¿De dónde entonces? Pues de la recuperación de la industria que decreció casi un punto porcentual y de la agricultura que siguió creciendo de a poco en 2012, pues se iba a ahorrar y el peso se iba a devaluar. Además, las obras civiles, por fin, iban a arrancar, pues en 2012 tuvieron un comportamiento raquítico de sólo 2,2%.

Las obras civiles sí que siguen siendo un problema. Ya van tres ministros de obras, dos de la entraña uribista, y el actual director de Invías ha sido contratista del ente que ahora dirige con varias obras sin entregar a satisfacción. Lo investiga la Procuraduría General de la Nación por conflicto de intereses. El investigador no tiene autoridad moral alguna, pues empacó su institución de clientes de los congresistas y magistrados que reeligieron su cabeza, comprometiendo la idoneidad de los encargados de conducir procesos disciplinarios. La revista Semana informaba que en cinco años el tramo de Buenaventura a Buga, de sólo 118 kilómetros, no llevaba 20 kilómetros terminados y las adiciones presupuestales triplican el valor original, algo que encendió el Twitter del expresidente que más les regaló recursos públicos a sus amigos en la historia de la corrupción en el país.

Pero volvamos a los datos de las cuentas nacionales y citemos lo que dice el DANE:

“Los grupos que disminuyeron los flujos de inversión fueron: vías férreas, pistas de aterrizaje y sistemas de transporte masivo en -17,6%; las vías de agua, puertos, represas y otras obras portuarias en -10,4%; otras obras de ingeniería civil en -43,1%”. La minería pasó de crecer 14,4% en 2011 a 5,9% en 2012 y el sector financiero, cada vez más concentrado y rentable, creció un 5,5%. El desempleo dejó de caer y sigue por encima del 10% de la fuerza de trabajo.

Por el lado de la demanda, el consumo creció 4,4% en 2012, mostrando su enfriamiento. La inversión, sin embargo, pasó de crecer 18,7% en 2011 a 6% en 2012, o sea, cayó dos tercios. La inversión es el factor clave en el crecimiento y vuelve a reflejar el debilitamiento de la demanda efectiva y el menor grado de ocupación de la planta existente. Revertir esta tendencia no será fácil pues, desafortunadamente, la economía no sigue los buenos deseos de sus ministros de Hacienda.

ECONOMIA

EL ESPECTADOR

MEGAEMPRESAS FINANCIERAS PÚBLICAS

Armando Montenegro

La reforma a la salud propone la creación de una megaempresa: Salud Mía, un organismo gigantesco, encargado de recaudar los aportes de millones de colombianos y realizar pagos de procedimientos y servicios por todo el país. Con una ambición parecida, hace unos años se creó Colpensiones, con tantos o mayores desafíos, y que, según algunos proyectos, ahora se apresta para ofrecer cuentas, depósitos y una multitud de complejos servicios financieros a todos los colombianos.

Para cumplir con sus responsabilidades, además de personal de óptimo nivel, estas empresas requieren de sofisticadísimos sistemas y equipos, todo lo cual es difícil que se obtenga, en forma estable, bajo la tutela de los ministerios de Salud y Trabajo, dos entidades débiles, tradicionalmente manejadas en forma primitiva, con gran influencia de la politiquería. Las crisis que hoy se tratan de resolver con Colpensiones y Salud Mía fueron causadas, en buena medida, por la injerencia de este tipo de factores. El manejo del Fosyga, la Superintendencia de Salud y gran parte de los recursos subsidiados de la salud estuvo, por muchos años, permeado por caciques políticos, en algunos casos bajo la influencia de paramilitares y otros personajes del bajo mundo.

Los ministerios de Salud y Trabajo están hoy en buenas manos, lo mismo que Colpensiones. Pero, apenas se superen los afanes del presente, es posible que vuelvan a ser dirigidos por personas con escaso entendimiento sobre la complejidad financiera de la salud y las pensiones. Y, si el futuro se debe parecer al pasado, la suerte de Colpensiones y Salud Mía será oscura. Existe el riesgo de que caigan en manos clientelistas, con vasos comunicantes con la peor política regional y los peores apetitos monetarios. Con alta probabilidad habrá corrupción, desorden y poca sofisticación técnica y humana. Las historias clínicas, los requisitos para pensionarse y otros datos vitales serán mercancías cuyo precio se fijará en el ámbito del delito.

Estas entidades financieras deberían depender del Ministerio de Hacienda, un organismo más o menos tecnificado, relativamente resguardado del clientelismo y la politiquería. Se debe exigir una elevada formación y una probada experiencia a los funcionarios de Salud Mía y Colpensiones. Su remuneración debe ser parecida a la de los ejecutivos de categoría semejante en el sector financiero privado. Los ministros de Trabajo y Salud y un grupo de profesionales expertos en la financiación de la salud y las pensiones deberían hacer parte de sus juntas directivas.

La creación de estas megaempresas financieras, con capacidad de recaudar y pagar millones de servicios en todo el país, que deben utilizar masivamente las redes de pagos del sector bancario, debería complementarse con la creación de un sistema único de cuentas personales para las familias de los colombianos de estratos bajos, a través de las cuales también se puedan realizar todos los pagos y aportes de los distintos subsidios y transferencias que realiza el Estado (entre ellos, Familias en Acción). Este sistema de cuentas, subsidiado por el Estado, podría permitir que se lleven a cabo otras actividades, como las devoluciones de impuestos, el registro cuidadoso de los aportes sociales y el control minucioso de los gastos de distintas agencias del Estado en favor de las familias más pobres.

AGRICULTURA POR DECRETO

Mauricio Botero Caicedo

En el modelo de libre mercado la decisión de producir viene de abajo arriba, es decir, el consumidor le comunica al productor la calidad y cantidad de producto que requiere y el precio que está dispuesto a pagar.

Estas economías, con algunas excepciones, se rigen por la ley de oferta y demanda, y las decisiones sobre qué, cómo, en dónde y para quién producir son tomadas por los productores. En las economías dirigidas —principalmente las socialistas y comunistas—, el Estado por decreto (léase mandato constitucional, leyes, o normas) le informa al productor qué puede ofertar y al consumidor qué debe demandar. El problema radica en que las políticas de producción y consumo las pueden implantar dentro de sus fronteras. (La “institucionalidad” cafetera, anclada en un mundo de “pactos”, nunca ha entendido esta última restricción).

Los comunistas de Corea del Norte, exitosos en desarrollar ojivas nucleares, son incapaces de evitar que su población se muera de hambre. Cuba, después de haber tenido una de las agriculturas más prósperas del continente, hoy tiene que importar el 80% de sus necesidades alimenticias. Por el contrario, Canadá, Australia, Brasil, Argentina y EE. UU., países en que sólo una mínima parte de la población se dedica a la agricultura, no sólo logran nutrir a sus 600 millones sino que generan excedentes para alimentar a buena parte de la población mundial.

Colombia es un país en el que las decisiones económicas, en términos generales, fluyen de abajo arriba, es decir, las toma el consumidor. A nadie se le ocurre que el Estado nos indique qué automóvil debemos conducir, qué nevera usar, qué periódico leer, o qué tipo de refresco tomar. En agricultura, sin embargo, cuenta con inmensa simpatía la tesis que el Estado puede y debe jugar un papel determinante en decidir qué, cómo, en dónde y para quién se debe producir. El ejemplo más evidente es el café, donde el Estado le otorgó a la Federación de Cafeteros la potestad de decidir sobre los tipos de grano que se pueden producir e importar, con los desastrosos resultados que el país conoce de sobra. El fondo del problema es que cuando el Estado es el que determina los usos adecuados de los factores de producción, el costo del fracaso lo terminamos pagando, como ocurre con el colapso de la caficultura, usted y yo, amigo contribuyente.

En Colombia, basado en algunos estudios cuyas interpretaciones del acervo estadístico dejan mucho que desear, impera la noción de que los minifundios son bastante más productivos que las medianas y grandes extensiones. Tan dudosa conclusión ha sido acogida —sin beneficio de inventario— por las Farc y sus acólitos de la extrema izquierda. Es un milagro que nadie haya establecido que los cultivos hidropónicos son, por metro cuadrado, bastante más productivos que los minifundios, lo que permitiría llegar a la peregrina conclusión de que el país se debe dedicar exclusivamente a la agricultura en nano y microfundios, posiblemente en las terrazas de los apartamentos.

Finalmente, las Farc, no contentas con exigir que las decisiones fundamentales en el campo agrícola pasen a ser mandato constitucional, ahora exigen la “balcanización” (¿caguanización?) del país. ¿Y en qué consiste la desmembración de un país en territorios o comunidades enfrentadas, como ocurrió en la península de los Balcanes? En la creación en cerca de 9,5 millones de hectáreas de las llamadas “zonas de reserva campesina” (ZRC) que inexorablemente van a convertirse en “repúblicas independientes”, en donde la guerrilla va a ser la autoridad que no sólo ejerce total control político, sino la que determine qué, cómo, en dónde y para quién se debe producir. La agricultura por decreto, en una democracia de libre mercado, no puede ni debe ser una opción.

LAS PENSIONES Y SUS RIESGOS

José Roberto Acosta

En este mes de marzo que cierra prematuramente en materia bursátil, las pérdidas de los TES ascendieron a 3% de su valor y las acciones, medidas por el índice Icolcap, cayeron el 3,30%, con lo que el saldo de nuestros ahorros pensionales seguramente se afectó.

Estas pérdidas son normales ante las volatilidades inherentes al mercado, y son asumidas plenamente por los afiliados al sistema de capitalización individual, donde las sociedades administradoras de fondos pensionales (AFP) responden sólo de medio, no de resultado; sin embargo, es poco lo que se discute sobre la responsabilidad de las AFP cuando sus ejecutivos deciden inversiones de dudosa calidad, como sucedió por parte de la AFP ING cuando adquirió el 7,56% de acciones de Interbolsa antes de su quiebra.

Es bien conocido el gran poder económico y hasta político que tienen las AFP en nuestro país, pues al manejar un portafolio que ya supera los $130 billones su injerencia llega hasta definir sobre las emisiones de títulos de deuda pública TES, emisión de acciones y financiación de proyectos por medio de titularizaciones. Por lo anterior, preocupa el grado de concentración de esta estratégica industria en sólo dos grupos económicos, que sumados controlan el 80% del mercado: 37% del Grupo Empresarial Antioqueño, a través de Protección, y 44% del Grupo Aval de Luis Carlos Sarmiento, a través de la fusión entre Porvenir y Horizonte.

No hay que perder de vista que, a pesar de ser sociedades de carácter privado y con ánimo de lucro, las AFP administran recursos públicos y por ello sus políticas de inversión, delimitadas por la ley, debieran tener mayores controles que la limitada vigilancia de la Superintendencia Financiera, que siempre llega después de presentado el problema, cuando ya se perdió el dinero o cuando ya las conductas pasan a la jurisdicción penal.

Los próximos 11 y 12 de abril será el VI Congreso de Asofondos, que agremia a las pocas AFP del país, y ojalá algunos de los eminentes conferenciantes se refiera al riesgo que implica, no sólo la concentración de la gestión de las pensiones de los colombianos en pocas manos, sino que sus ejecutivos pequen ante tanta tentación de negocios con recursos públicos.

TRAUMA "ISLA DEL TESORO"

Paul Krugman

Hace un par de años, el periodista Nicholas Shaxson publicó un fascinante y escalofriante libro titulado Islas del tesoro, que explicaba cómo paraísos fiscales en el ámbito internacional —que también son, como destaca el autor, “jurisdicciones del secreto” donde muchas reglas no aplican— socavan economías por todo el mundo. No sólo se chupan los ingresos de gobiernos desprovistos de dinero y permiten la corrupción; distorsionan también el flujo del capital, contribuyendo a alimentar crisis financieras cada vez mayores.

Sin embargo, una pregunta en la que Shaxson no ahondó mucho es qué ocurre cuando una jurisdicción de secreto en sí revienta. Esa es la historia de Chipre en este momento. Y cualquiera que sea el resultado para el propio Chipre (advertencia: no es probable que vaya a ser feliz), el caos de ese país nos muestra justamente el grado hasta el cual siguen faltando reformas en el sistema bancario mundial, casi cinco años después de que empezara la crisis mundial de las finanzas.

Resulta que, en cuanto a Chipre, usted podría preguntarse por qué alguien se interesaría en una diminuta nación con una economía no mucho mayor que la de la zona metropolitana de Scranton, Pensilvania, en los Estados Unidos. Chipre es, sin embargo, miembro de la Eurozona, por lo cual los sucesos allá pueden desatar un contagio (por ejemplo, corridas sobre bancos) en naciones más grandes. Y hay algo más: si bien la economía chipriota puede que sea diminuta, es un actor financiero sorprendentemente grande, con un sector bancario cuatro o cinco veces mayor de lo que se esperaría dado el tamaño de su economía.

¿Por qué son tan grandes los bancos chipriotas? Porque el país es un paraíso fiscal en el que corporaciones y extranjeros ricos ocultan su dinero. Oficialmente, 37% de los depósitos en bancos chipriotas vienen de gente que no reside ahí; el verdadero número, si se considera a ricos expatriados y a personas que son residentes en Chipre sólo de manera nominal, es seguramente mucho mayor. Esencialmente, Chipre es un lugar en el que la gente —particularmente los rusos, pero no sólo ellos— oculta su riqueza tanto de los recaudadores fiscales como de los reguladores. Póngasele el maquillaje que se le ponga, es esencialmente lavado de dinero.

Y la verdad es que buena parte de la riqueza nunca se movió en lo más mínimo; sólo se volvió invisible. En el papel, por ejemplo, Chipre se convirtió en un descomunal inversionista en Rusia; mucho mayor que Alemania, cuya economía es cientos de veces más grande. En realidad, por supuesto, esto era apenas una “vuelta” de los rusos usando la isla como paraíso fiscal.

Para mala fortuna de los chipriotas, entró suficiente dinero real como para financiar algunas inversiones muy malas, a medida que sus bancos adquirían deuda griega y prestaban en una vasta burbuja de bienes raíces. Tarde o temprano, las cosas seguramente iban a salir mal. Y así fue.

¿Ahora qué? Existen algunas firmes similitudes entre el Chipre de hoy e Islandia (economía de tamaño similar) hace unos cuantos años. Al igual que Chipre, Islandia tenía un enorme sector bancario, inflamado por depósitos extranjeros, que sencillamente era demasiado grande para ser rescatado. La respuesta de Islandia esencialmente fue dejar que sus bancos cayeran en bancarrota, borrando a esos inversionistas extranjeros, al tiempo que protegieron a depositantes en el ámbito nacional, y los resultados no fueron tan malos. De hecho, Islandia, con una tasa de desempleo mucho más baja que la mayoría de Europa, ha atemperado la crisis sorprendentemente bien.

Para mala fortuna, la respuesta de Chipre a su crisis ha sido un pantano sin esperanza. Esto refleja, en parte, el hecho de que ya no tiene su propia divisa, lo cual hace que dependa de gente que toma decisiones en Bruselas y Berlín, la misma gente que no ha estado dispuesta a dejar que los bancos caigan abiertamente.

Sin embargo, eso también refleja la propia renuencia de Chipre a aceptar el final de su negocio de lavado de dinero. Sus líderes aún están intentando limitar las pérdidas de depositantes extranjeros, con la vana esperanza de que puedan reanudar los negocios como de costumbre, y estaban tan impacientes por proteger grandes intereses económicos que intentaron limitar las pérdidas de extranjeros mediante la expropiación de pequeños depositantes nacionales. Sin embargo, resultó que el chipriota común se sintió indignado, el plan fue rechazado y, en este punto, nadie sabe qué pasará.

Mi suposición es que, a final de cuentas, Chipre adoptará algo similar a la solución islandesa, pero a menos que ponga un alto a ser obligado a salir del euro en los próximos días —una posibilidad real— primero podría desperdiciar mucho tiempo y dinero en iniciativas a medias, intentando evitar darle la cara a la realidad al tiempo que acumularía enormes deudas con naciones más ricas. Ya veremos.

Pero retrocedamos un poco y consideremos el increíble hecho de que paraísos fiscales como Chipre, las Islas Caimán y muchos más aún operan prácticamente de la misma forma que lo hacían antes de la crisis mundial de finanzas. Todos han visto el daño que pueden infligir banqueros descontrolados, pero incluso así buena parte del mundo financiero sigue siendo conducido a través de jurisdicciones que les permiten a banqueros evadir incluso las tenues regulaciones que hemos puesto en práctica. Todos están llorando por los déficits del presupuesto, pero, incluso así, las corporaciones y los ricos siguen usando libremente paraísos fiscales para evitar el pago de impuestos, como no puede hacerlo la gente de abajo.

Así que no lloren por Chipre, lloren por todos nosotros, viviendo en un mundo cuyos líderes parecen decididos a no aprender del desastre.

EL TIEMPO

CRECIMIENTO ECONÓMICO

Rudolf Hommes

Aunque la tasa de cambio es un problema y es necesario atenuar o detener la revaluación, la falta de dinamismo de la industria y de la agricultura no se resuelve úni- camente con devaluación.

Cuando se publique esta nota ya sabremos cuál fue el crecimiento económico del año 2012. La inquietud que se ha creado alrededor de este resultado se debe a que las expectativas de los miembros del alto Gobierno no concuerdan. El Banco de la República, el DNP y el Ministerio de Hacienda esperaban un menor crecimiento que el presidente Santos, y el Dane parecía ansioso de recoger hasta la última gota de evidencia para no quedarse corto en su estimativo final. De todas maneras, no va a ser un resultado satisfactorio, porque debería ser superior al 5 por ciento y va a estar por debajo del 4 por ciento o a su alrededor.

Lo más preocupante, como lo han venido reportando los gremios afectados, es que el sector industrial no está creciendo, y que el sector agropecuario, aunque se ha comportado mejor en esta administración, apenas crece por encima del 2 por ciento anual.

Afortunadamente, el crecimiento del sector minero y energético continúa, a pesar de los desatinados esfuerzos que se hacen para sofocarlo, y el sector financiero también conserva su dinamismo. El comercio, transporte, comunicaciones y servicios personales crecen un poco más que la economía, y el sector de la construcción se rezagó, aunque en el último trimestre del 2012 parece haberse recuperado.

Si no fuera por el mal desempeño del sector industrial, se podría pensar que el 2012 fue un año común y corriente para la economía colombiana, que pocas veces logra alcanzar niveles de crecimiento que concuerden con las expectativas de los gobiernos y las necesidades de avanzar más aceleradamente que imponen los problemas no resueltos del país, y la creciente demanda de servicios sociales y de oportunidades que se derivan de una sociedad que ya no se resigna a salir lentamente de la pobreza y reacciona tardíamente, pero con violencia, cuando no se satisfacen sus necesidades básicas, como se vio esta semana en Yopal. Se trata de un caso inexplicable de negligencia oficial en medio de la opulencia, pero es un síntoma de una impaciencia subyacente que ya no se puede desconocer.

La obsesión de todo el mundo es con la tasa de cambio. Aunque este es un problema, y es necesario atenuar o detener la revaluación, la falta de dinamismo de la industria y de la agricultura no se resuelve únicamente con devaluación. Si la tasa de cambio fuera mayor, el sector industrial no estaría tan presionado como lo está ahora, pero continuaría careciendo de dinamismo, y el sector agropecuario también.

Los dos sectores requieren profundas transformaciones. Curiosamente, es mayor el número de opciones identificadas y discutidas para promover un mayor desarrollo agropecuario, si no progresa la idea de las reservas campesinas autónomas, que daría al traste con el sector, que las que existen para fomentar el cambio y el desarrollo industrial. Entre otras razones, esto se debe a que existen menores barreras tecnológicas y de mercado en el caso de la agricultura.

En el caso de la industria no ha habido un debate serio. Se recae una y otra vez en el proteccionismo cuando es precisamente por exceso de proteccionismo que no se transforma la industria y no progresa. Los industriales se aferran a lo que han venido haciendo, siguen enfocados en el mercado interno y no invierten lo suficiente en conocimiento y cambio técnico.Tampoco usan el conocimiento que existe en las universidades.

La ingeniería colombiana posiblemente es de inferior calidad a la que se requiere por falta de uso. Los ingenieros están trabajando como gerentes y no inventando procesos o fundando nuevas industrias. Toda la atención la reciben problemas que pueden solucionarse desde los escritorios o gestionando subsidios, no en la planta.

NOS CONFORMAMOS CON POCO

Mauricio Vargas

Crecer al 4 por ciento no debe alegrar tanto, y menos sabiendo que a ese ritmo no bajaremos de verdad el desempleo.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, está preocupado. Como es un tipo serio, sabe que sus optimistas declaraciones sobre el crecimiento económico hacen parte del libreto que debe repetir el titular de las finanzas públicas, y en privado expresa razonables inquietudes sobre la situación. Es consciente de que el resultado final de la tasa del 2012 –que, cuando se esperaba con unas décimas menos, fue del 4 por ciento, gracias a una llamativa corrección de última hora del indicador del tercer trimestre–, si bien tranquiliza un poco, no da para hacer fiestas.

Para saber si vamos bien o no, basta compararse con algunos vecinos de similares condiciones, como Chile y Perú. El primero cerró el 2012 con un crecimiento del PIB del 5,6 por ciento, y el segundo, con uno del 6,3.

Acostumbrados a crecer por encima del 6 por ciento, los chilenos creen que ese indicador no es el mejor, mientras que los peruanos, que vienen con un excelente ritmo, están contentos, pero sus autoridades económicas ya han dicho que esperan algo aún mejor para el 2013. Incluso, Ecuador, donde el presidente Rafael Correa combina sus medidas sociales con bastante respeto a la iniciativa privada, terminó alrededor del 4,8 por ciento y no están satisfechos.

Al lado de esos resultados, nuestro 4 por ciento luce mediocre. Y lo es, sobre todo, por lo que pudo ser y no fue: si el Gobierno hubiese cumplido con sus metas de ejecución en obras públicas, la economía habría crecido por encima del 5 por ciento. La plata estaba lista para carreteras, puentes y el arranque de grandes obras de reconstrucción tras la doble ola invernal 2010-2011. Pero se quedó en las cuentas bancarias del Ejecutivo debido a la incapacidad de casi todos los ministerios y agencias oficiales para ejecutar, mientras en Gramalote, Útica, norte del Valle, los Santanderes y el sur del Atlántico, decenas de miles de damnificados del invierno siguen a la espera de soluciones.

Y lo grave es que esos excedentes no invertidos acaban de verse recortados en las cuentas generales del Estado por la necesidad de negociar, a las carreras y contra la pared, los paros agrarios que sacudieron al país en febrero y que, según confiesan en privado miembros del equipo económico, costarán más de dos billones de pesos en ayudas no siempre dirigidas a los más necesitados: algunos de los mayores cafeteros, con fincas enormes y grandes fortunas amasadas en tiempos de bonanza, se van a enriquecer aún más con los 145.000 pesos por carga adicionales que el Gobierno (es decir, todos nosotros, los contribuyentes) les pagará, después de haber asegurado que esas ayudas solo irían a los cafeteros más pobres, como ha debido ser.

Muchos de esos terratenientes del café, a quienes el ministro de Trabajo, Rafael Pardo, hizo muy bien en recordarles que deben pagar los aportes de seguridad social para sus jornaleros, pondrán esos dineros en sus cuentas en el exterior y poco ayudarán a la economía local. En cambio, otros empresarios del campo, de la industria y del sector servicios, que sí reinvierten sus utilidades, soportan, a partir de este año, una carga tributaria total superior al 40 por ciento, lo que poco va a ayudar a que el crecimiento del 2013 sea mejor que el del año pasado.

Lo anterior, sumado a la devaluación, a los problemas de ejecución en obras públicas y a circunstancias en las que ahondó en su columna del viernes en este diario el exministro Rudolf Hommes, y que tienen que ver con la falta de innovación (la cacareada locomotora tecnológica que tampoco arranca), no auguran un buen 2013. Ojo: la industria ya arrancó el año en negativo. Por eso, no hay que echar voladores por haber crecido en el 2012 al 4 por ciento, una cifra insuficiente para que el desempleo baje de verdad. Más bien hay que preocuparse ante la posibilidad de que esa cifra sea menor en el 2013, lo que mantendría o, incluso, haría crecer la cantidad, ya bastante grande, de colombianos sin trabajo.

EL COLOMBIANO

SUPERVISIÓN MUNICIPAL

Rudolf Hommes

Los paros, las demostraciones extremas de indignación ciudadana, como la que se presentó en Yopal porque no funciona el acueducto, se deben a que no hay nadie prestándoles atención a los problemas, los que no se resuelven o se resuelven mal en el ámbito local.

El caso de Yopal es especialmente indignante por tratarse de uno de los municipios más ricos del país. Pero no es el único caso.

Hay muchos otros casos, quizás no tan extremos, en los que el municipio o la gobernación les fallan a los ciudadanos y no hay mecanismos para prevenir o para sancionar a los funcionarios culpables de descuido y negligencia en el cargo.

La función principal de un alcalde es proveer los servicios básicos a su población. Si no hace por lo menos eso, no está cumpliendo con su deber y alguien debería tener la autoridad para suspenderlo o para removerlo.

Cuando se instauró la descentralización, los que la propiciaron y defendieron, creían que con ello se empoderaría a la ciudadanía para que controlara más efectivamente a sus gobernantes para que cumplieran cabalmente con su deber.

En general ha sucedido lo contrario y, en vez de buen gobierno, lo que se promovió fue el clientelismo de la peor clase y el despilfarro.

Al principio surgieron casos alentadores como los de Bogotá, durante las alcaldías de Enrique Peñalosa y Antanas Mockus, que nos llenaron de esperanza sobre el futuro de los gobiernos locales.

Este efecto de demostración duró poco en la capital, donde la ciudadanía procedió a desechar a los que gobernaron bien y a elegir a los que han hecho lo contrario.

En Medellín, después de una alcaldía estelar de Sergio Fajardo, se consiguió preservar el buen camino durante dos períodos más, y por eso es hoy la ciudad para mostrar en muchos frentes excepto el de seguridad.

En Barranquilla, con Alex Char, y la actual alcaldesa, Elsa Noguera, se ha producido un cambio muy positivo, y en Cali se cuenta ahora, por fin, con un buen alcalde.

Estos éxitos, que son ejemplos de lo que se puede hacer con una buena mezcla de sentido común, administración y de responsabilidad, son lamentablemente las excepciones en un universo plagado de malas administraciones locales en manos de incapaces, de clientelistas, de irresponsables, guerrilleros o mafiosos.

Son numerosos los municipios que carecen de servicios básicos y se destacan entre ellos los que han recibido cuantiosos recursos de las regalías, que muestran un desempeño muy inferior a los de municipios comparables que no han tenido acceso a ese beneficio.

No se puede continuar tolerando que los gobernantes locales no funcionen.

Varias veces se ha propuesto crear una Superintendencia de Gobiernos Locales que ejerza la función de control y vigilancia de los alcaldes y gobernadores.

Hace falta volver a pensar en ese instrumento y que el Ministerio del Interior y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) ejerzan presión sobre los alcaldes para que cumplan.

PAZ

EL ESPECTADOR

¿QUIÉN LE TEME A LAS ZONAS DE RESERVA CAMPESINA?

María Elvira Bonilla

Tres mil campesinos de carne y hueso, llegados en chiva desde lejos, del Cesar, de Cundinamarca y el Caquetá profundo, se reunieron en San Vicente del Caguán en el tercer encuentro de zonas de reserva campesina. Un tema candente en la mesa de diálogo de La Habana convertido en el punto central del pulso entre el Gobierno y la guerrilla que impidió cerrar la semana pasada la discusión del primer capítulo de la agenda, el de la tierra, como estaba planeado.

Los asistentes al encuentro, defensores de esa figura creada por la Ley 160 de 1994, con José Antonio Ocampo como ministro de Agricultura, y César Gaviria, de presidente, la defienden porque han vivido en carne propia la dura situación que las zonas buscan solucionar. Son campesinos hijos de los colonos que, expulsados por la violencia partidista de los años 50, se asentaron “selva adentro” en el Caquetá, el Putumayo, el Guaviare, el pie de monte llanero, tumbando monte, para levantar pequeñas fincas que terminaban vendiendo como “mejoras” a propietarios mayores, casi siempre hacendados ganaderos, para luego “abrir” otra parcela y reiniciar el proceso, y así… un camino que repitieron sus hijos.

La declaratoria de una zona como de reserva campesina permite frenar este destino de colonos itinerantes que les impide arraigarse en su tierra y construir su comunidad en torno a la vereda. El propósito no es otro que asegurar que las tierras continúen en manos campesinas al permitir que las parcelas se vendan sólo entre campesinos e impedir así la concentración en grandes haciendas, al tiempo que con la declaratoria de ZRC, el Estado se compromete a apoyar con inversión social vías de comunicación, electrificación y soporte a la producción por la vía de la asistencia técnica.

Con las zonas será posible definir en el mapa rural colombiano y proteger la agricultura campesina que ya aporta de hecho cerca del 50% de la comida del país. En este momento existen seis zonas que fueron creadas legalmente a mediados de los años noventa; siete tienen suspendido su proceso de aprobación por el Incoder, porque el Ministerio de Defensa se opone vehemente y según los asistentes al encuentro hay cincuenta más para iniciar el complejo proceso de su aprobación. Estas últimas suman 9 millones de hectáreas, de las 48 que existen en Colombia con capacidad productiva.

La polémica ha surgido porque las Farc en La Habana han ido más lejos. Plantean que las zonas de reserva campesinas se conviertan en territorios autónomos, entidades territoriales como los municipios, a semejanza de los resguardos indígenas o de los territorios colectivos de los consejos comunitarios de afros. Pretensión que el Gobierno no está dispuesto a conceder, y de ahí el impasse en las negociaciones de La Habana.

Se sale de este encuentro, después de ver y oír a muchos de los más de tres mil campesinos, pensando que para el país y el posconflicto, qué mejor que un mapa rural con comunidades organizadas y veredas a donde llegue la modernidad y las nuevas generaciones encuentren una alternativa de vida digna, distinta al irremediable desplazamiento al no futuro de las ciudades.

DE LA HABANA VIENE UN BARCO

Lisandro Duque Naranjo

No parece muy difícil para los negociadores del Gobierno con las Farc, en La Habana, atender al mismo tiempo a dos interlocutores opuestos entre sí: los que se sientan en la mesa frente a ellos, y los que, vociferando desde Colombia, le dicen no a cualquier propuesta.

Lo de las zonas de reserva campesinas, por ejemplo, no obstante tratarse de una figura nada bolchevique, es decir, avalada por la Constitución —Ley 160 de 1994—, tan pronto se empezó a discutir allá, suscitó por estos lados una algarabía, con enorme acústica en los grandes medios, de quienes llevan varios años, causando por omisión, o deliberadamente, el exterminio de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, una reserva similar, en tierras baldías, surgida hace rato al amparo de esa norma. Los crímenes ocurridos allí —por los que hasta el momento ha sido condenado un general, Rito Alejo del Río, y en los que estuvo incurso uno de los tres caínes de un melodrama televisivo—, cobraron, además de la vida de personas adultas, la de varios niños.

El tema, entonces, de las zonas de reserva, al proponerse en la mesa habanera, se aplaza por parte del Gobierno, con el pretexto de que “divide al país”, aunque el doctor De la Calle deja constancia de que “las mismas son un vehículo integrador de la patria”. Y se pasa al punto siguiente, dejando el anterior zapoteado y sin mayores esperanzas de resolverse. Mucho menos si se tiene en cuenta que el asunto viene discutiéndose desde hace años, lo que por supuesto es un tiempo mayor al muy agónico que el Gobierno le ha puesto a su contraparte en Cuba.

Hará un mes que le escuché al dirigente gremial antioqueño, Sebastián Betancur, decir: “No habrá reelección de Santos si todo sale mal en La Habana, es decir, si el Gobierno se levanta primero de la mesa. Pero la reelección le será innecesaria si todo culmina bien allí. Es decir, si se llega a un acuerdo”. Esta segunda opción, posiblemente, es una hipótesis en el sentido de que a Santos lo esperarían grandes destinos internacionales, por lograr el prodigio de demostrarle al mundo que el conflicto colombiano no era insoluble. Y equivale a pensar que para un mandatario lo ideal no es gobernar al país cuya paz ha conquistado mediante la negociación, en lugar de con la victoria. Una opinión interesante.

Yo, sin embargo, no le veo a Juan Manuel Santos madera para zanjar esos diálogos por las buenas. En su estructura mental parece no tener cabida la posguerra. Y menos con ese empeño suyo de no asustar a las tías uribistas. Él vio muy mamey el asunto, pues arrancó las conversaciones bajo el equívoco de que su contrario estaba con urgencia de rendirse, lo que supuestamente haría en agradecimiento por unas curules. Pero no pintan así las cosas, y no porque esa organización esté atrincherada en posiciones maximalistas. Aun así, cuanta propuesta plantea —y no obstante no parecerle extrema a enormes sectores de opinión ni a los propios negociadores del Gobierno—, le resulta demasiado transgresora a una clase dirigente premoderna y confesional.

No me extrañaría que lo que termine ocurriendo, sea que Santos anticipe el cese de las conversaciones, tirándolo todo a la bartola, para borrar rápido su reputación de Pastrana versión dos. Y para tener más tiempo de construir una fama de Uribe recargado. Pero no creo que eso le funcione.

Nunca como ahora quiero estar más equivocado, y ojalá tenga que tragarme mis palabras.

"EL ODIO ENSUCIA LA VIDA"

María Elvira Samper

“Lo que está en juego en La Habana no son las Farc, ni el presidente Juan Manuel Santos, ni la oposición a él, sino la posibilidad de vivir como seres humanos”, dijo hace pocos días el padre Francisco de Roux, provincial de los jesuitas, en un diálogo mañanero con RCN Noticias. Lo dijo con su voz suave, casi un susurro, y con la autoridad moral de quien carece de agenda política y ha trabajado sin tregua por la paz, siempre del lado de los más vulnerables, los campesinos, aquellos que han pagado el mayor costo de la guerra. Y señaló que los odios, los señalamientos y las divisiones hacen difícil el trabajo de la reconciliación, y que si no hay disposición para el perdón, los colombianos no vamos salir de la guerra.

Desde otra orilla, la de los laicos, y con la mirada no del pastor sino del analista político, Álvaro Forero escribió, en su columna del pasado lunes en este diario, que la oposición del uribismo a las conversaciones de La Habana es visceral, hecha con odio, “la vieja receta del caudillismo y el populismo latinoamericanos”, y que si persiste en asociar la búsqueda de la paz con traición y entrega al terrorismo, el país no podrá tomar una decisión razonable, y la oportunidad de un cambio histórico terminará a merced de las mezquindades electorales.

Uno y otro, el sacerdote y el laico, coinciden en que el odio —una de la pasiones más básicas y primarias del ser humano— es un obstáculo para la reconciliación. Lamentablemente, odio destilan los trinos y declaraciones del expresidente Uribe que, víctima del síndrome de abstinencia del poder y muy lejos de la estatura de un estadista responsable, ha renunciado a la crítica racional y razonada, y mediante la apelación al odio y a la agitación en un país que no aguanta más muertos ni más años de violencia, le apuesta sin poder al fracaso del proceso con las Farc. El discurso del odio, directo, sencillo y sin matices, no reconoce contradictores sino enemigos, juega con el miedo de la gente y alimenta la intolerancia e incita a la hostilidad y a la violencia, pero es muy rentable en términos políticos. Uribe lo sabe y, a sabiendas, juega con candela, pues si bien es cierto que no siempre es posible demostrar la relación causa-efecto entre lenguaje violento y actos violentos, su dinámica tiene consecuencias serias para la política, porque la envenena, y para la convivencia, porque la intoxica.

Por fortuna no todas las víctimas del conflicto siguen por el camino incendiario del odio, y dan prueba de que la reconciliación es posible si hay disposición para dejar de lado las diferencias. No obstante que están en orillas ideológicas distintas, José Jaime Uscátegui (hijo del general Jaime Humberto Uscátegui, condenado por la masacre de Mapiripán) y José Antequera (hijo del dirigente de la UP asesinado en un atentado en el aeropuerto de Bogotá) ven posible el final del conflicto, apoyan el proceso de La Habana y para demostrarlo proponen un gran acuerdo nacional —y generacional— para erradicar la violencia como instrumento político (ver .co). Uno y otro, en busca de puntos de encuentro y de reconciliación, han depuesto el odio y desechado la línea fácil de los mutuos señalamientos. Lástima que voces temperadas como las suyas no tengan el mismo eco que tienen las estridencias del discurso apasionado del odio de los que insisten en la guerra y se oponen a las conversaciones de paz. Bien dijo el papa Francisco en la homilía con la que inauguró su pontificado: “El odio ensucia la vida”.

SEMANA

LA PAZ AJENA

Antonio Caballero

No es en La Habana donde van a terminar las conversaciones entre los delegados del gobierno y los jefes guerrilleros: deben necesariamente pasar también por Washington.

El presidente Juan Manuel Santos, que en ese tema debe tener más información fresca que nosotros, se muestra muy optimista: habrá paz pronto. O, al menos, los prolegómenos de la paz: el principio del principio. Es decir, pronto se firmarán en La Habana acuerdos entre el gobierno y las Farc, y –por fin- se empezarán a hablar de otra cosa.

A hablar. Pero ¿y a cumplir lo acordado? Todo el mundo da por hecho que, como ha sucedido siempre en todo el mundo cuando se acaba un conflicto armado, habrá un remanente de combatientes que se queden en el monte echando tiros, secuestrando, extorsionando, traficando con cocaína. Tal como ocurrió con los paramilitares después de su pretendida desmovilización: muchos de ellos se convirtieron en las llamadas bacrim, o bandas criminales. Curiosamente, eso no se había dado por hecho entonces, a pesar de que era igualmente previsible. Terminado oficialmente el alzamiento en armas, no es probable que el Secretariado de las Farc conserve la autoridad suficiente sobre su gente, que vive de que ese alzamiento exista. 

En el otro lado, el Estado colombiano sí la tendrá sobre sus Fuerzas Armadas institucionales. Pero no en lo que se refiere a las bacrim ya existentes y a las nuevas que surgirán por las mismas razones que propiciaron la aparición de los antiguos grupos paras: la ausencia del Estado y el narcotráfico. Estas dos razones siguen existiendo. La ausencia del Estado se puede remediar. Ese es precisamente uno de los temas que se discuten en La Habana, tanto en sus formas como en sus costos. Y se puede remediar con mayor razón si, llegada la paz, las estructuras de las Farc entran a combinarse con las estructuras del Estado. Pero la eliminación del narcotráfico, a pesar de que también figura entre los temas de la agenda, no está en la mano de las dos partes reunidas en La Habana. Están en la mano de ... sí, lo adivinó el perspicaz lector: en la mano del gobierno de los Estados Unidos. 

Y entonces hay que hacer una pregunta: ¿van los Estados Unidos a permitir que por fin haya paz en Colombia?

Ya contribuyeron eficazmente a la creación de la guerra, en su momento: cuando el Bogotazo de 1948. La violencia que se desbocó entonces en Colombia tenía muy profundas raíces locales, por supuesto. Pero también fue un episodio local de la Guerra Fría, como lo fueron todas la guerras centroamericanas y las dictaduras de media América del Sur: Brasil, Uruguay, Argentina, Chile... Con el paso del tiempo no cesaron de alimentar esa guerra con armas y consejos, y lo hicieron en mayor medida todavía a partir del Plan Colombia de los presidentes Bill Clinton y Andrés Pastrana que les dio renovados recursos a las Fuerzas Armadas, compensando los recursos renovados que su entrada de lleno en el negocio del narcotráfico les había dado a las Farc. Tal vez los gobiernos norteamericanos no estén ya interesados en mantener vivo el conflicto colombiano en nombre de la doctrina anticomunista; pero por cuenta del narcotráfico este ha adquirido un impulso imposible de controlar.

O, más exactamente, que solo puede ser controlado a través del control de ese tráfico. Un control que a su vez solo se consigue aplicando las fórmulas de legalización o despenalización de las drogas prohibidas, de normalización, en suma, del comercio de los estupefacientes. Y a eso este gobierno de Barack Obama, como los de todos sus predecesores, se opone en redondo.

Por eso no es en La Habana donde van a terminar las conversaciones entre los delegados del gobierno y los jefes guerrilleros: deben necesariamente pasar también por Washington.

Porque aunque el tráfico de drogas esté prohibido en todo el mundo, es de Washington de donde saca su fuerza. Tanto por el consumo –los Estado Unidos siguen siendo los principales consumidores de las drogas prohibidas– como por la prohibición misma: allá nació, desde allá se expandió a todo el planeta. Los gobiernos de ese país se han arrogado el derecho prepotente de juzgar a los de todos los demás y “certificarlos” o no de acuerdo con su obediencia en la materia, y sin que eso les impida a ellos mismos traficar cuando lo estiman conveniente para sus intereses, como se vio en tiempos de Reagan con el escándalo Irán-contras. De manera que, repito, lo que se discute en La Habana desembocará forzosamente en Washington. 

Nadie dijo nunca que esto iba a ser fácil.

BOMBARDEAR A LAS BANDAS CRIMINALES

León Valencia

Oí al ministro de Defensa en Blu Radio defendiendo el proyecto de ley que habilita a las Fuerzas Militares para poner en marcha grandes operaciones contra el crimen organizado y ordena que en la investigación y juzgamiento de las conductas sancionables atribuidas a los miembros de la Fuerza Pública en cumplimiento de estas misiones se apliquen las normas del Derecho Internacional Humanitario. Tuvo muchas dificultades para explicar cuáles estructuras y territorios serían el blanco de estas actividades y cómo serían la persecución y el ataque.

Todo arrancó con unas declaraciones donde Uribe llamaba a bombardear a las bandas criminales y sus territorios. Fue una reacción del expresidente ante la proliferación de acciones y la expansión territorial de los herederos de los paramilitares. Tenía además un filo crítico. Le recriminaba a Santos su inacción ante estas fuerzas. La propuesta caló en los mandos militares y de allí saltó a las manos del senador Juan Lozano, quien hizo una documentada exposición de motivos. 

El proyecto de ley ha tomado un nuevo impulso en los últimos días debido a la variedad de informaciones sobre el accionar de las bandas criminales o neoparamilitares. En los últimos meses reaparecieron las masacres que habían desaparecido desde 2005. El Tiempo a su vez, en un informe especial, recrea el impacto de la extorsión en el territorio nacional y dice que el fenómeno acorrala a sectores clave de la economía en medio país y mueve 2 billones de pesos. Arco Iris en su informe anual trae otro dato escandaloso: las Bacrim pasaron en 2012 de tener una influencia en 209 municipios a tenerla en 337. Y el Ministerio de Defensa, advertido de una nueva ofensiva del crimen organizado en Cali y en Medellín, lanzó envolventes jornadas de intervención en esas ciudades. 

Entiendo perfectamente la gran preocupación del gobierno Nacional y del ministro de Defensa ante la arremetida del crimen organizado, entiendo el desconcierto, pero el aporte del proyecto de ley a la contención y desarticulación de las bandas criminales es ninguno y los problemas que traerá con la comunidad internacional y con los organismos de derechos humanos serán muy graves. 

Los propósitos, las estructuras, las acciones, las disputas y los apoyos del crimen organizado han cambiado desde 2008 cuando se cerró el ciclo de las Autodefensas Unidas de Colombia. Ahora busca los mercados internos y las rentas legales e ilegales. Participa del tráfico internacional de las drogas, pero ese no es su fuerte. Tampoco está interesado en hacer presencia directa en la política. Su portafolio es diverso: el microtráfico, la minería ilegal, la extorsión, el contrabando, la captura de los recursos públicos a través de operadores políticos indirectos, los juegos de azar, la influencia en las centrales de abasto. De las grandes estructuras, que se asemejaron a un Ejército distribuido en bloques regionales, pasaron a una compleja telaraña de redes, en las que sobresalen Los Urabeños y Los Rastrojos, con presencia en las principales ciudades, sin espectaculares despliegues armados, pero con importantes nexos con algunos miembros de la Fuerza Pública. 

No hay grandes confrontaciones militares al frente. No es posible bombardear barrios o veredas donde se diluyen estas redes. Hay una compleja labor de persecución e inteligencia. Una penosa depuración de la Fuerza Pública. Una estrategia de ruptura de los nexos de líderes políticos con estas fuerzas ilegales. Un proyecto serio de sometimiento a la Justicia. En esto pueden participar activamente las Fuerzas Militares, como en tiempos pasados contra el narcotráfico. Eso es lo que necesita con urgencia el país. 

En la génesis del proyecto de ley hay una impresionante ironía. En la exposición de motivos el paramilitar alias Eduardo 400 cuenta: que “en 1997 entrenó alrededor de 2.000 hombres en la finca La 35. Era un campo de 100 hectáreas, dos casas, pastos y ganado. Estaba ubicada en los corregimientos de El Tomate y San Pablo, en Antioquia”. Era gobernador Álvaro Uribe. Así se formó el Ejército paramilitar en todo el país. Eran grandes estructuras uniformadas, tenían una flotilla de helicópteros, se desplazaban en caravanas de camiones. Las Fuerzas Militares no bombardearon ni atacaron a estas organizaciones cuando legítimamente podían, ahora quieren meterse a grandes operaciones contra redes diversas, inasibles y difusas. Nada bueno resultará de eso. 

EL TIEMPO

SEÑOR MÁRQUEZ:

Salud Hernández-Mora

No se confunda. A ustedes no los respetan, les temen. Hace poco asesinaron de manera vil a una familia solo porque estaban hartos de sus extorsiones y denunciaron.

Se nota que hace años no pisa Colombia, que no recorre los montes, no habla con los campesinos de sus zonas de influencia. Pero, sobre todo, que no conversa con ellos sin la mordaza que se autoimponen para tragarse las verdades que quisieran gritarles a la cara.

No se confunda. A ustedes no los respetan, les temen. Hace poco asesinaron de manera vil a una familia solo porque estaban hartos de sus extorsiones y denunciaron (no doy nombres ni lugar porque tomarían represalias contra otros parientes). Y la semana pasada escuchamos, en conversación grabada por la Fiscalía, cómo uno de sus milicianos –esposo de una funcionaria de la gobernación del Cauca– daba a un comandante el número telefónico de un periodista local para que lo amedrentaran. Le preocupaba que criticara el secuestro como medio de financiación. Si le preocupaba es porque ustedes lo siguen practicando.

Como ve, poco cambian las Farc; sus únicas armas de seducción siguen siendo el disparo en la nuca y la protección que prestan a los cultivos ilícitos y al narcotráfico. Los campesinos están con ustedes por miedo o por interés.

Mire lo que pasa en los llanos del Yarí, uno de los territorios que siguen estando bajo su control. Allá sobrepasaron cualquier límite de atropello imaginable. ¿Sabe qué hace su Ejército del Pueblo? Cobra quinientos mil pesos a las víctimas civiles de las minas antipersonales por pisar un artefacto explosivo destinado, dicen ustedes, a los militares. Paga quien pisó y si muere, la deuda la hereda su familia. Podrá decir que miento, pero es tan real como la Harley que usted manejaba en Venezuela.

Hablan ahora de reservas campesinas y a una la aterra ponerse en las botas de quienes queden en ellas bajo su mando. Una de las imposiciones que más les duelen a incontables familias campesinas es entregarles un hijo pequeño para que crezca en la guerra. Siguen reclutando niños porque los adolescentes huyen o se desmovilizan cuando descubren el infierno en el que los metieron. A las niñas las violan los comandantes; a los niños les enseñan a matar sin piedad. Para evitarles semejante sufrimiento, muchos padres sacan a sus hijos a vivir lejos. Y ustedes intentan frenar la huida imponiendo un castigo: quien sale no vuelve.

Si los cultivadores de coca los apoyan, es solo porque necesitan ilegales armados por la esencia del negocio. Y eso que ustedes abusan, ya que con frecuencia les pagan la base de coca con bonos que tardan meses en convertir en dinero o los obligan a gastarlos en sus bazares.

Y en cuanto a su Marcha Patriótica o las concentraciones que sus aliados organizan, no se crea sus propias mentiras, señor Márquez. La gente asiste por temor a incomodarlos o porque quedarse en casa supone pagar multas que oscilan entre los cien mil y quinientos mil pesos. Si a este gobierno le importaran algo los labriegos, jamás les darían a ustedes una sola zona de reserva campesina. Y si las gentes del campo pudieran votar en libertad absoluta, los rechazarían para no perpetuar la pesadilla.

Que hay que invertir en el agro, por supuesto. Que es imperdonable el abandono que sufre, desde luego. Pero los que contribuyeron a su ruina no pueden interpretar ahora el papel de salvadores.

Sí, puede reírse a gusto; escribo por escribir. Usted sabe que Santos firmará en blanco y a los que mostramos discrepancias nos descalifican tachándonos de guerreristas. Es indudable que la paz negociada puede ser una salida, como lo fue con los paracos, pero con, al menos, mínima justicia (8 años de cárcel para los mandos), bastante verdad y alguna reparación. Y sin sacrificar a poblaciones, como San Vicente del Caguán y el resto, que tuvieron la desgracia de quedar en la fatídica zona de distensión.

¿A DÓNDE VA LO DE LAS FARC?

María Isabel Rueda

Mi profundo respeto por la columna que el doctor Londoño me mandó el jueves pasado desde este mismo espacio. Pero no puedo dejar de expresar infinita sorpresa ante su memoria selectiva.

Comparto la inmensa rabia del exministro Fernando Londoño contra las Farc. Su atentado estaba diseñado para que no saliera vivo. De nadie que haya pasado por algo semejante se puede exigir que vuelva a tener días claros, sin noches turbias. Menos aún que exhiba una magnanimidad solo propia de los estadios superiores del alma, cuando las personas logran volar por encima de sus circunstancias personales. El alto promedio de los seres humanos indica que somos ciegamente vengativos.

Mi profundo respeto por la columna que el doctor Londoño me mandó el jueves pasado desde este mismo espacio. Pero no puedo dejar de expresar infinita sorpresa ante su memoria selectiva. A lo largo de toda su exposición ideológica, opuesta rotundamente a que se haga algún pacto de paz con las Farc, no hay una sola mención sobre el proceso de justicia alternativa diseñado bajo el gobierno de su jefe, el expresidente Uribe. Gracias al cual fue posible que genocidas de moto-sierra, que jugaban fútbol con las cabezas de sus víctimas, pagaran un máximo de 8 años de cárcel.

Pero eso no es nada. Firmado por el entonces ministro del Interior y de Justicia, Fernando Londoño, se presentó el proyecto de ley 085 del 2003. Sorpréndanse. El proyecto de Londoño no tenía pena máxima ni siquiera de 8 años. Solo de 5, con posibilidad de “restricción geográfica de la libertad”. Que de haber superado su primer debate en el Congreso habría implicado que los ‘paras’ hoy tendrían como finca-cárcel... a todo el país.

¿Es este el mismo Londoño quien en su columna olvida que al gobierno Uribe el país no quiso aceptarle el presupuesto de que los paramilitares eran delincuentes políticos para otorgarles amnistías e indultos?

De ser el mismo Londoño, no entiendo por qué se escandaliza tanto con el párrafo de marras. Vuelvo a citarlo: “No encuentra la Corte que la ratificación del Estatuto de Roma pueda implicar un obstáculo para futuros procesos de paz y de reconciliación nacional, en donde se consideren medidas como los indultos y las amnistías, con sujeción a los parámetros establecidos en la Constitución y en los principios y normas del derecho internacional” (C-578 del 2002).

Seamos claros. El gobierno Uribe tuvo que echar mano de la justicia alternativa para tramitar los delitos de lesa humanidad de los ‘paras’. Sería demente que la Corte Penal Internacional se hubiera erigido como un cuerpo que impidiera a los Estados terminar sus guerras. La imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad, a buena hora consagrada, tiene efectos hacia la jurisdicción de la Corte Penal, cuando el Estado se abstiene de juzgarlos. Pero si lo hace, la jurisdicción internacional no puede coartar la aplicación de la jurisdicción nacional. Si cupiera interpretar que hubo denegación de justicia en el caso de los crímenes paramilitares, la Corte Penal Internacional vendría por ellos. No creo que lo haga. El Estado colombiano dio una salida jurídica a esos crímenes de lesa humanidad, inevitablemente con altas dosis de impunidad, interpretando una licencia que le otorga la Constitución al Gobierno ante graves circunstancias de conveniencia política.

Con las Farc, doctor Londoño, tendrá que suceder algo parecido. Siempre bajo el entendido de que habrá verdad, justicia y reparación de sus víctimas, aunque es previsible que los colombianos jamás quedaremos satisfechos con el mayor o menor grado de impunidad que el Gobierno, en su sabiduría, termine concediéndoles, cuando le toque interpretar las conexidades del delito político. Lo único que nos dejaría satisfechos sería la guillotina, que en pleno siglo XXI no caerá.

Doctor Londoño: transversalmente, el Estatuto de Roma reconoce un alto grado de discrecionalidad de los Estados para manejar jurídicamente sus conflictos internos, y nada cambiará con que usted se le atraviese horizontalmente a esa rotunda realidad.

EL BOMBARDEO DE LOS ROBOTS ASESINOS

Daniel Samper Pizano

Es hora de que se debatan en Colombia el uso y los límites de los drones, ya que somos una potencia regional en esta arma de guerra.

Hace poco un senador gringo habló durante trece horas sin parar en el capitolio de Washington. Aunque las peroratas maratónicas son un viejo truco parlamentario, el tema que él escogió sembró de zozobra a la opinión pública: los drones. Se denomina así a los aviones, generalmente militares, que viajan sin piloto comandados por control remoto. Al senador lo preocupaba que Barack Obama robotizara sus guerras y utilizara estos inventos para ubicar y matar a delincuentes estadounidenses en su propia patria.

Los colombianos también deberíamos estar inquietos, porque, sin saber cómo ni a qué horas, adquirimos el estatus de pequeña potencia regional en materia de drones. No solo los utiliza el Ejército desde hace algunos años como espías en las fronteras y en la lucha antisubversiva, sino que compramos drones a Israel, donde florece una avanzada tecnología, y aspiramos, además, a fabricar nuestros propios artefactos.

El hecho de que 70 países cuenten hoy con escuadrones de drones hace temer que la guerra se vuelva un desigual juego electrónico de consola, donde unos matan a otros mediante máquinas voladoras sin presencia humana, como quien juega Play Station, y otros mueren en sus ataques. Ya está ocurriendo. La CIA inició en el 2004 su programa de aviones sin piloto, y seis años después Estados Unidos ya había lanzado 118 bombardeos con drones en Afganistán, Irak y otros países. Entre el 2004 y el 2011, según la New American Foundation, murieron 2.551 personas atacadas por estos bichos. Un alto porcentaje eran “enemigos” o terroristas; pero muchos fueron civiles inocentes. Estos últimos suman 500 solo en Pakistán. El dron no distingue entre el ciudadano y el terrorista infiltrado y quien decide el disparo está a miles de kilómetros de distancia. En algunos casos, los aparatos han apoyado masacres de civiles, como ocurrió en 1996, cuando Israel bombardeó intencionadamente el campo de refugiados de Qana y causó la muerte a un centenar de desplazados libaneses.

Los drones están cambiando la manera de combatir. Sirven para espiar o atacar; pueden permanecer en vuelo cerca de 40 horas; son más baratos que los aviones tripulados, más versátiles que ellos para ciertas misiones, y evitan a los gobiernos el riesgo de los pilotos muertos o capturados como rehenes. Aun cuando se anuncia ya la era de la aviación comercial sin pilotos (¿se subiría ud. a un avión sin capitán?), por ahora casi todos los drones están dedicados a ganar guerras.

Sin negar la utilidad de estos ingenios, incluso para cumplir nobles tareas pacíficas, preocupa saber que su proliferación ocurre sin leyes que la regulen y sin un debate a fondo sobre la ética de su función y su responsabilidad, como lo señaló el columnista Aldo Cívico. Normas mínimas internacionales establecen que no todo vale en una guerra: ni envenenar acueductos, ni esparcir gas mostaza, ni fusilar civiles... Los defensores de los drones alegan que la única diferencia con un bombardero convencional es que el piloto controla la nave desde una oficina. Pero este mero hecho deshumaniza aún más la tragedia enorme que es una guerra, la hace más segura para el poderoso –y, por tanto, más apetitosa– y pone a disposición de dictadores de toda pelambre armas letales.

Lo más grave es el paso siguiente: los drones equipados para disparar sin consultar. Israel ya fabrica el Harpy, un aeroplano asesino que viaja, mata y regresa sin más criterio para soltar bombas que los algoritmos de sus computadores. Pronto el cielo estará invadido por robots que se entrecruzan con diversas misiones mortíferas, en que los débiles ponen las víctimas y los fuertes solo arriesgan máquinas.

La semana pasada se anunció que el gobierno colombiano adquirirá más drones para la lucha antiguerrillera y que este año volará el primer avión militar no tripulado “made in Colombia”. Es urgente, pues, que, como sucede en otros países, la ciudadanía esté debidamente informada y se realice un debate transparente sobre la ética de la nueva guerra.

EL COLOMBIANO

EL TIEMPO ES EL PROBLEMA

Rafael Nieto Loaiza

A pesar de los esfuerzos del Gobierno, el cronograma no cuadra. Resumamos: por un lado, el Presidente quiere la reelección; por el otro, las Farc buscan participar en las elecciones del próximo año. Una cosa depende de la otra, como con inusitada franqueza lo dijo Enrique Santos hace unas semanas.

En las últimas encuestas el Presidente tiene una imagen desfavorable mayor a la positiva. Peor, más de un 80 % de ciudadanos manifiesta que no votaría nuevamente por él.

Casi la mitad de quienes tienen una opinión positiva no estarían dispuestos a votar su reelección. Eso deja al Presidente dependiente de lo que ocurra con las Farc. Es la expectativa de la paz la que puede darle combustible a Santos para reelegirse.

Eso supone un Presidente débil, susceptible a la presión de la subversión, más abierto a ceder a sus pretensiones. Su ambición termina por hacer a Santos rehén del proceso.

La guerrilla lo sabe y buscará sacar provecho. No es esa, por supuesto, la mejor circunstancia para negociar. Hubiera sido preferible, lo he dicho antes, un mandatario dispuesto a patear la mesa, a pararse si las pretensiones de las Farc son absurdas o sus tácticas dilatorias. Pero las cosas son como son.

Ahora bien, si las Farc decidieran dejar las armas (y la mayoría podría haberlo decidido), buscarán a toda costa participar en las elecciones de 2014.

Para ellas no tendría ningún sentido firmar un compromiso de desarme y tener que aplazar cuatro años su entrada formal a la política electoral.

La guerrilla no ha olvidado que el M-19 arrastró la tercera parte de los delegados a la Constituyente, como respaldo a su desmovilización. Como sea, firmar ahora para participar en las elecciones de 2018 no solo las haría perder el momentum, el premio ciudadano por la paz, sino que es posible que para entonces, sin la fuerza política que les dan las armas, buena parte de su capacidad de influencia en ciertos sectores sociales se haya diluido.

De manera que la guerrilla también tendría interés en firmar rápido.

Pero ocurre que hay una restricción constitucional que impide que quienes están sentenciados por delitos que no sean culposos o políticos puedan acceder a cargos de elección popular.

Es decir, hoy el grueso de los miembros de las Farc no puede ser electo: está condenado por delitos considerados no políticos, muchos incluso calificados como atroces.

Así que para que las Farc puedan hacer política se necesita una norma jurídica que, con base en el marco jurídico de impunidad que aprobó el Congreso el mismo día del atentado a Fernando Londoño, sostenga la conexidad entre delitos atroces y el delito político, de manera que los crímenes por los que están condenados los guerrilleros queden subsumidos bajo el delito político. Solo así podrían ser electos.

Pero semejante ley no podría aprobarse ahora, sin que se conozca la naturaleza y alcance de los acuerdos con las Farc, ni el primer semestre de 2014, porque en pleno proceso electoral sería muy difícil y además sería muy tarde.

Así que la única opción es la de discutir y aprobar la ley en el período legislativo que empieza en agosto. Es lo que los parlamentarios fueron a decirles a las Farc en La Habana, Cuba.

Y es lo que viene sugiriendo Humberto De la Calle. Noviembre, señor Presidente, es muy tarde. Es en agosto o no es.

Sin embargo, los peros son varios.

El primero es que una facción de las Farc aun no está jugada por terminar el conflicto.

El segundo, la tensión entre los que quieren sacarles el mayor jugo posible a los afanes del Presidente y los que no quieren correr el riesgo de que la oportunidad se les vaya de la manos.

El tercero, el previsible freno que pondrán al menos cuatro de los cinco negociadores a las presiones de la Casa de Nariño a ceder a las peticiones de las Farc, si son contrarias al interés nacional.

El último y quizás más importante, la reacción ciudadana frente a la impunidad y frente a lo que se acuerde en Cuba.

Ya veremos.

JUSTICIA

EL ESPECTADOR

PAÍS PRISIONERO

Ramiro Bejarano Guzmán

Ahora resulta que la tambaleante ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, quien no ha dado pie con bola, cree que el problema del hacinamiento en las cárceles lo puede resolver trasladándoles a los municipios la responsabilidad de que construyan prisiones y además provocando la expedición de un código penitenciario.

Los alcaldes deben de estar aterrados con la idea de que los obliguen a construir centros penitenciarios, porque obviamente ello supone que los presupuestos locales, siempre comprometidos con la atención de necesidades más urgentes, van a tener que destinarse para construir los elefantes blancos donde duerman a pierna suelta los presos. En otras palabras, la solución de la señora Correa es lo más parecido a la de Simón el Bobito, de sacar tierra de un hueco, para echar en el hueco la tierra de otro lado.

Si precisamente los municipios no han tenido cómo atender la carga de construir prisiones para darles albergue a quienes todavía no están condenados, pretender forzarlos a que ahora lo hagan, es postergar todavía mucho más tiempo una solución que tiene que ser urgente. ¿De dónde saldrán esos recursos, acaso de las arcas municipales? Mientras los burgomaestres piensan rehabilitar o inaugurar escuelas, sitios de recreación, centros de salud, viviendas de interés social, desde Bogotá la señora Correa cree que es mejor que se pongan a hacer cárceles.

Pero allí no paran las improvisaciones. La otra gran idea de la ministra Correa consiste en impulsar la obtención de un documento Conpes que prevea que antes de que un acto sea calificado como crimen tiene que obtenerse concepto favorable del Consejo de Política Criminal, el cual será vinculante. Tal propuesta tiene más visos de inconstitucionalidad y arbitrariedad, que de solución sensata a las necesidades o exageraciones de convertir una conducta en tipo penal. En efecto, si se abre camino la idea ministerial de que finalmente la decisión de si una conducta es o no delictuosa la toma un Consejo que no tiene origen popular, querría decir que se estaría sustituyendo al Congreso, al que al mismo tiempo se le estaría cercenando la facultad de expedir las leyes sobre la tipificación de ciertas conductas como delitos.

Una cosa es que un Consejo de Política Criminal pueda asesorar al Gobierno y hacerle recomendaciones al Congreso, y otra bien diferente es que su criterio se vuelva absoluto e incontrovertible. Por ese camino, por ejemplo, un Consejo de esta naturaleza de clara conformación gubernamental, podría impedir que se convirtiera en delito alguna conducta que comprometa a funcionarios públicos. Me niego a creer que en el Congreso sean tan atembados de aprobarle a la saliente ministra cualquier proyecto que hacia el futuro les impida a los congresistas tener que expedir una ley creando tipos penales, sólo si el Consejo de Política Criminal le parece que se justifica. Ya veremos qué pasa, esperemos que los camaleones de siempre no terminen negociando las competencias constitucionales del parlamento.

Y como para que no quede duda de la notoria improvisación con la que se busca remediar el hacinamiento carcelario, la ministra cree que otra arista de la solución es la de reformar el estatuto de la contratación estatal, para abrir más espacios que permitan la contratación directa por razones de seguridad nacional. La vía de contratar a dedo es una avenida expedita para la corrupción. Aquí se ha cometido toda clase de atropellos en nombre de la seguridad nacional. Eso parece no ignorarlo la ministra Correa.

Adenda. ¿Serán ciertos los rumores que corren acerca de que en un organismo de control han montado un nuevo DAS, dedicado a espiar a críticos.

HORROR

SEMANA

LA NIÑA QUE PUDO HABLAR

Daniel Coronell

Nohemí logró escapar de la casa después de años de esclavitud y sólo 40 años después se atrevió a reclamar.

Mónica Sánchez Beltrán tiene 52 años y una historia desgarradora para contar. Creció siendo involuntaria testigo de un crimen continuado. Desde que tiene memoria hasta cuando cumplió once años, vio a otra niña -apenas cinco años mayor que ella- siendo humillada, discriminada, golpeada, torturada, esclavizada y abusada sexualmente. 

A la víctima le decían Nohemí, aunque seguramente su nombre sea otro, porque el nombre fue lo primero que le quitaron. 

Mónica Sánchez Beltrán, necesitó cuatro décadas, poner medio continente de por medio y superar las historias rosa que le habían contado sobre su propia infancia, para escribir en un blog –palabra por palabra- los recuerdos que la han atormentado.

Lo hizo en una carta abierta y pública dirigida a su papá y a su mamá que tituló “Una historia de Colombia” y para que no quedaran dudas, escribió como asunto: “Catarsis de los crímenes de mis padres” (ver vínculo).

Mónica es hija del señor Capitán de Fragata, en uso de buen retiro de la Armada de la República de Colombia, Vitaliano Sánchez Castañeda y de su señora esposa doña Eunice Beltrán de Sánchez.

Cuando el señor capitán era aún teniente fue nombrado alcalde militar del municipio de Anzoátegui, Tolima. Después de concluir esa misión volvió al pueblo para buscar una empleada doméstica para su suegra. 

Lo que encontró fue a un hombre de la región que le ofrecía en adopción a una sobrina de cinco años. Según el relato que Mónica oyó de su padre, él convenció a la mamá de la niña de que la entregara y firmara un “contrato de adopción” diciendo que la pequeña iría a vivir con una amable anciana que le brindaría educación, comodidad y mejores oportunidades.

La realidad fue distinta. La niña fue obligada a trabajar sin remuneración ni horarios en labores domésticas. Tenía que cocinar, asear la casa, lavar y planchar, desde la madrugada hasta el anochecer. La gentil viejecita la golpeaba sin misericordia cada vez que se equivocaba y le enrostraba todo el tiempo su modesto origen y ser supuestamente “hija de una vagabunda”.

La niña que aún no tenía uso de razón, como se decía en la época, era prestada para hacer oficios de casa en casa, entre los miembros de la familia. “Así convirtieron a Nohemí en una esclavita colectiva”, recuerda Mónica en su relato.

Sin embargo, lo peor le esperaba cuando llegó a la casa del señor capitán Sánchez y su esposa doña Eunice. Mónica asegura que  la humillación era pan de todos los días y que una vez vio a su mamá atar a Nohemí por las muñecas en una viga y golpearla furiosamente con un cable eléctrico hasta que perdió el conocimiento. 

En los recuerdos de Mónica también está que su mamá golpeó una vez a Nohemí con un tacón puntilla en la cabeza y que otra vez calentó un sartén para quemarla porque estaba malgastando el tiempo de hacer oficio, aprendiendo a leer.

Mónica asegura que su papá toleraba las torturas y le pregunta: “¿Cómo se explica que hayas sido tú el primero en violarla?”. En medio de terribles detalles, Mónica Sánchez cuenta también que dos de sus tíos abusaron de la niña.

Nohemí logró escapar de la casa después de años de esclavitud y sólo 40 años después se atrevió  a reclamar modestamente mediante una tutela que sólo pretendía que el señor Capitán Sánchez y doña Eunice contestaran estas sencillas preguntas: (ver preguntas)

“- ¿No les da vergüenza?

- ¿Por qué sí y por qué no?”

Nohemí perdió la tutela en primera instancia. El juez determinó que los eventuales delitos a los que fue sometida ya habían prescrito. Apeló y en un juzgado superior volvió a perder. El juez consideró que la demora en reclamar mostraba la falta de urgencia en amparar sus derechos.

La Corte Constitucional, en una sala de revisión, le dio la razón a la niña esclavizada y ordenó al capitán Sánchez y a doña Eunice indemnizarla. Expertos encontraron huellas del maltrato físico y sicológico; y también del abuso sexual. La Corte le ordenó al gobierno buscar a la familia de la niña, que hoy tiene aproximadamente 57 años, y emprender acciones para evitar que otros niños corran la misma suerte (ver Tutela).

El señor capitán Vitaliano Sánchez y doña Eunice Beltrán ya son personas mayores y quizás se vayan de este mundo sin pagar por sus acciones. Sin embargo, tendrán que vivir con los recuerdos de su hija Mónica Sánchez Beltrán, quien resolvió el dilema de su existencia a favor del más débil y de la justicia.

EL PAPA

EL ESPECTADOR

EL TOQUECITO DE IZQUIERDA

Lorenzo Madrigal

Es usual escritores y columnistas ser o parecer de izquierda. Es algo que da relevancia, fácil aceptación y permite gozar a plenitud de la libre expresión. Pero la izquierda, aunque es muy parecida a la libertad, es asimismo excluyente y dogmática. Ay de quien pise ciertas fronteras invisibles que esa tendencia consagra; es arrojado ipso facto a las tinieblas exteriores, calificado como de extrema derecha.

Buen tema para denigrar de lo establecido y darse un bañito zurdo lo ofrece la santa Iglesia romana. Encargada durante siglos de predicar la moral, el solo hecho de encontrar representantes suyos incursos en inmoralidad permite una deliciosa venganza de sus prédicas y constituye argumento de contradicción, ideal para zafarse de los lazos de castigo.

Los papas, ay, los papas, todos tienen su pierde. No se diga los cardenales. Ambiciosos los unos, encubridores de pederastia los otros; papas y cardenales envueltos en oro y rodeados de arte histórico e indestructible, como si esto fuera también un pecado. Institución poco tolerada es la Iglesia, nunca sin embargo abandonada por sus fieles. Amada al extremo por multitudes, como las que han colmado la plaza de San Pedro en los días recientes, es vilipendiada por pausados analistas, a modo de elegancia intelectual.

No pocos errores se cometen dentro de la institución eclesial, donde se manejan elementos divinos con manos humanas. Magos no son los eclesiásticos ni el milagro se da a porrillo en cada altar. La fe, que es un acto de voluntad y un gran esfuerzo, no lo sería si se dieran manifestaciones sorprendentes de lo sobrenatural. Ya no se hablaría de fe sino de evidencia. Fe es creer en lo que no vemos, definía Astete, y es cosa tremendamente difícil. Y más, tener fe por encima de los disparates humanos.

Comienza un Pontificado y ya se ve cuánto interesa a todos, incluso profanos. Y este Pontificado arranca con las luces puestas sobre sus características de entrada, como han sido la sencillez, el interés por la pobreza y una latente renovación presentida.

Pero no hay que hacerse ilusiones. El papa Francisco entra autolimitado en ciertos temas con los cuales ya tiene compromiso previo. Da la impresión de que no dará sorpresas, puesto que la opinión lo ha cercado con sus propios antecedentes, mediante profusos perfiles periodísticos, que le impedirán moverse con agilidad renovadora. Otra cosa se esperaría de la libertad franciscana, que expresan sus brazos abiertos o de la avanzada, que es propia del jesuitismo.

El presidente Santos no asistió a la misa inaugural del papa Francisco —y no es fácil explicarlo; había gente de Unasur—, pero envió a la ínclita canciller, quien se quedó estupefacta ante las columnas salomónicas de la gran basílica.

¿ES IMPORTANTE EL PAPA PARA LOS CATÓLICOS?

Rodrigo Uprimny

La pregunta parece tonta pues la designación de un nuevo papa o su visita a cualquier lugar es siempre un gran acontecimiento, incluso si se trata de países con escasa población católica. ¿Cómo podría entonces ser secundario el papa para los católicos si es un personaje notable incluso para quienes no son católicos?

Sin embargo, la pregunta puede ser interesante si se tiene en cuenta que muchos católicos, aunque saben quién es el papa y pueden tenerle una devoción genuina, parecen no poner mucha atención a su doctrina en temas como la sexualidad, que para la Iglesia católica son trascendentales.

Por ejemplo, la doctrina de los papas condena el uso de anticonceptivos, como la píldora o el preservativo, pues para el control de la natalidad sólo admite la abstinencia y el incierto método del ritmo. Pero en Colombia, la gran mayoría de las parejas católicas (afortunadamente) no sigue esa doctrina papal y recurre a diversos métodos anticonceptivos. Igualmente, millones de parejas católicas conviven y tienen hijos sin haberse casado, a pesar de que esa situación es considerada pecaminosa por el catolicismo.

Un buen número de estos católicos no sigue las doctrinas papales no por falta de voluntad o de fe, pues su religiosidad es fuerte y genuina. Y por ello no sienten culpa sino que justifican su opción con palabras como las siguientes: “Yo soy católico, creo en Cristo y respeto al papa, pero en estos temas sexuales la doctrina eclesiástica es muy atrasada y no tengo por qué seguirla; una cosa es la interpretación que el papa y los obispos hagan de la Biblia y otra cosa es lo que yo creo, a partir de mi comprensión personal de las enseñanzas de Cristo”.

Este tipo de respuestas es respetable y representa un progreso democrático pues fortalece el pluralismo y la autonomía personal. Ninguna autoridad, ni política ni religiosa, debería imponernos su criterio en conductas tan íntimas como la moralidad sexual. Pero esta defensa de estos católicos de su posibilidad de discrepar frente al magisterio de la Iglesia y frente a las doctrinas papales no deja de ser paradójica, pues parece propia de un protestante. En efecto, una de las grandes tesis de la reforma protestante es que la interpretación de la Biblia es un asunto personal, mientras que el catolicismo considera que la interpretación verdadera de la Biblia es establecida por el papa y los obispos. Uno de los momentos decisivos de la Reforma fue entonces cuando Lutero tradujo al alemán la Biblia, a fin de que todos pudieran leerla e interpretarla directamente.

¿Será que un cierto espíritu de la Reforma protestante se está instalando en el catolicismo? Puede que no sea así y que sean otras las razones que explican la distancia entre las doctrinas papales y el comportamiento sexual de millones de católicos. Pero la pregunta parece relevante: ¿qué importancia espiritual tiene hoy el papa para ese número creciente de católicos, que defienden, y con razón, su autonomía moral y religiosa?

LA PATRIA

¿EL PAPA VA O NO CON ORDINAL?

Orlando Cadavid

Dos respetables críticos gramaticales de nuestra predilección (Efraim Osorio López y Jairo Cala Otero) coinciden en que al escribirse (o pronunciarse) el nombre del nuevo papa, debe sumársele el número uno.

Antes de entrar en detalles, recordemos que al día siguiente de la sorpresiva elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio cayó en contradicción el famoso Manual de Español Urgente: primero reportó que debía escribirse Francisco I, pero unas horas después corrigió su mensaje y aclaró que es Francisco, a secas, sin el solitario dígito romano.

Desde Bucaramanga dijo el catedrático Cala Otero: Lo primero lleva el sello de primero: Francisco I. Unas horas después de la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa, un vocero del Vaticano salió a decirles a los periodistas del mundo que debían omitir el ordinal ‘primero’ para referirse al líder de la Iglesia universal. Así, sin más; no dio explicación alguna. Y lo grave fue que los periodistas le "comieron cuento".

De ahí que estemos leyendo y escuchando expresiones como estas: "En estos cuatro días de pontificado, Francisco ha suscitado esperanzas de cambio en una institución desacreditada, apostando por un regreso de la Iglesia a la esencia del cristianismo para llevar el mensaje a ‘todos los confines del mundo’ "… "El Papa Francisco celebró su primera misa en la Capilla Sixtina"… "Papa Francisco confirma provisionalmente a Bertone y jefes de la curia"… "Francisco desea ‘reservarse un cierto tiempo para la reflexión, la plegaria y el diálogo, antes de cualquier nombramiento o confirmación definitiva’, señaló el Vaticano".

Subraya el profesor Cala: En la primera y última notas -cito solo dos, para no empalagar, porque son innúmeras-, tomadas de El Espectador y El Tiempo, queda la sensación de que se habla de "un tal Francisco", uno cualquiera, el que uno se imagine; pero no del líder mundial de la Iglesia católica. Por más sencillo y "desabrochado" que aparezca en sus primeras salidas en público el papa Jorge Mario Bergoglio, la mención del adjetivo ordinal -olímpicamente desconocido por aquel miembro del Vaticano, que recomendó hablar apenas de Francisco- lo distingue lejos, muy lejos, del resto de mortales que tienen el mismo nombre.

Como en gramática debemos atenernos a la taxatividad de la semántica (que no admite discusión) un número ordinal es ‘el adjetivo numeral que expresa la idea de orden o sucesión’. Así, decimos primero, segundo, quinto, sexto, décimotercero, nonagésimo, ducentésimo segundo, etcétera. Si, como insinuó el vocero del Vaticano, se desconoce el orden numeral, eso significa que el papa de la Iglesia católica tiene un simple alias, que parte de cero: Francisco cero. Eso contraviene no solo el precepto gramatical, sino la lógica: ¿Antes del primero qué, o quién hay?

El caso del cardenal argentino, ahora convertido en papa por elección de sus 114 connaturales de congregación, es el primero en la Historia de la Iglesia universal en adoptar el nombre de Francisco. Luego si es el primero -como realmente lo es-, debe llamárselo Francisco I. ¡Tan sencillo como mirar el sol y estar seguro de que es de día!

La apostilla: Nuestro filólogo de cabecera, don Efraim Osorio López, nos escribió a propósito del ejercicio de su homólogo santandereano: Don Orlando: Estoy totalmente de acuerdo con el señor Cala. Cuando yo lo escribí por primera vez, le chanté el I, y, claro, me sentí luego regañado por las instrucciones de Roma, equivocadas en un ciento por ciento. Sería muy conveniente seguir, en campaña silenciosa, escribiendo el nombre de Su Santidad, FRANCISCO I, para no confundirlo, por ejemplo, con Pachito Santos.

PARA PENSAR

EL ESPECTADOR

LA MENTE Y LA MÁQUINA

Héctor Abad Faciolince

Hace poco vi en TED, la explicación de cómo van a funcionar las Gafas Google. Uno se pone unos anteojos que son al mismo tiempo un computador, una pantalla y una cámara de video, y va viendo reflejado ante uno de los ojos las interacciones que la propia voz va teniendo con las gafas. Uno puede decirle: ¡Graba! ¡Toma una foto! ¡Muéstrame mi correo! Cosas así.

En este sentido, las Gafas Google son simplemente una especie de teléfono conectado a la red, que obedece a la voz y que te orienta en asuntos que ya hoy puede hacer también un Smartphone. Lo que ha alarmado a los primeros críticos de este nuevo aparato, son los efectos que unas máquinas omnipresentes tendrían para la privacidad. Si mi mujer está con su amante en una cervecería, tal vez no la entusiasme mucho la idea de que haya ahí mismo 20 personas con Gafas Google que la pueden estar grabando y que quizá van a colgar en la red un video de su encuentro con mi peor enemigo.

Tal vez el concepto contemporáneo de privacidad es el que tenga que cambiar. Cada vez hay más máquinas de vigilancia (piénsese en los drones del tamaño de una mariposa que pueden estar espiando cualquier calle del mundo en este mismo momento), más teléfonos con videograbadora, más cámaras de vigilancia de las que podemos imaginar.

Pero volvamos a lo que todavía es tan solo un prototipo en fase experimental, las Gafas Google. También puede uno preguntarles cosas como ¡recuérdame exactamente cuál es el test de Turing! Y la máquina puede desplegarte un texto que diga más o menos lo que Wikipedia dice al respecto:

“El Test de Turing es una prueba propuesta por Alan Turing para demostrar la existencia de inteligencia en una máquina. Fue expuesto en 1950 en un artículo (Computing machinery and intelligence) para la revista Mind, y sigue siendo uno de los mejores métodos para los defensores de la Inteligencia Artificial. Se fundamenta en la hipótesis positivista de que, si una máquina se comporta en todos los aspectos como inteligente, entonces debe ser inteligente”. Es verdad que cuando uno chatea por Internet con una máquina (hay sitios que ofrecen ese tipo de conversación), o cuando le pregunta a Siri en el teléfono algo relacionado con —qué sé yo— pizzas o hamburguesas, no tiene todavía la impresión de estar dialogando con un alma inteligente. Pero para efectos prácticos es más eficiente la bruta máquina que una persona cansada al otro lado de la línea telefónica de información.

Todos los que hemos amado y practicado el juego del ajedrez hemos visto con asombro el modo progresivo en que las máquinas han conseguido superar a la mente humana en el acertijo —para nada simple— del juego ciencia. A principios del siglo XX había quienes decían que las máquinas jamás llegarían a jugar siquiera como un niño de cinco años. En 1985, Garry Kasparov ganó 32-0 una simultánea contra los mejores computadores del mundo; once años después, en 1997, consiguió ganarle 3-2 al primer Deep-Blue, pero ya en la revancha, pocos meses después, perdió estrepitosamente. Desde entonces las más vulgares máquinas de jugar ajedrez que hay en la red o que vienen en algunos computadores, les ganan sistemáticamente a todos los grandes maestros del mundo. La superioridad de la máquina frente al hombre, en este juego, ya ni se discute. Es más, cuando un jugador gana con genialidad una partida, ahí mismo se sospecha que hizo trampa, como le ocurrió a un apenas mediocre jugador búlgaro, Borislav Ivanov, que ganó brillantemente cinco partidas en línea en un torneo con grandes maestros, hasta que los árbitros resolvieron dejar de transmitir las movidas por Internet, y el genio empezó a cometer errores de principiante.

Mis amigos escritores se burlan de las “máquinas de hacer versos”, o de los sonetos compuestos por computador, pero su burla se me parece cada vez más a la que hacían los ajedrecistas de principios del siglo XX.

CALLES Y SOLEDADES

Alfredo Molano Bravo

Es redundante e inútil escribir sobre los nudos, trancones o tacos de tránsito que se forman en Bogotá, o en Medellín, o en Cali, o en las mismas carreteras que unen estas capitales.

Miles de carros uno detrás de otro, pitando, rugiendo empujando, y todos tratando de ganarse un metro, 50 centímetros. En las carreteras, derrumbes, huecos, pasos restringidos y, lo peor, el llamado cartel de la doble raya: la policía poniendo partes, haciendo su agosto. El de Bogotá, que es el tránsito que me toca soportar, es insufrible. En todos los semáforos las colas son tan largas, que siempre hay que esperar a que la luz se ponga en rojo tres veces antes de que uno corone el verde para llegar, tres cuadras más adelante, a otro rojo. Y así, día tras día, hora tras hora. Con calor de invernadero, con aguacero y defendiéndose de la buseta, del bus, de los taxis, de los vivos, que son los únicos que se creen con derecho al afán. Sumemos las flotillas de carros blindados con escoltas armados y encorbatados, un par de motos de la Policía, del Ejército o del patrón, y unas sirenas que hacen como las vacas. Y los motociclistas desarmados con máquinas de todo cilindraje, caracoleando, metiéndose por un lado y por otro, rompiendo espejos retrovisores y haciendo rugir sus motores. Adición: el camión varado, el camión repartidor de gaseosa o de cerveza y todos los que se paran en calles y avenidas y crean el despelote: los carros recogedores de basura recién pintados, esa especie de tanques de guerra que llevan y traen plata, la señora pintándose las cejas y el ejecutivo sacándose los mocos. Y remato: los de “corazón verde” con libreta en mano y bolsillo abierto. ¡El infierno! Cualquier diligencia necesita tres horas y dos parqueaderos de 10 pesos cada uno. Por lo demás, huecos, huecos hondos y pequeños, inesquivables, donde cae la llanta delantera y después la trasera y los rines quedan cuadrados. La ventaja es que siempre hay huecos, de idénticas dimensiones, al otro lado del carril donde se cae primero.

Las zonas más congestionadas del país son el norte de Bogotá, el sur de Cali, y el oriente de Medellín. El tránsito no es espeso sino sólido. Un turrón. Y la carretera más congestionada del mundo es la de La Calera. La fila comienza en la calle 72 y, paso a paso, se llega al semáforo de la 82, para entrar en el nudo de los nudos, la entrada y la salida de la carretera en la 84. Una hora, digamos, para llegar o para salir. Y después, el rosario infinito y permanente de carros, volquetas, buses, camiones, busetas, tractomulas, policías de cacería, ciclistas que culebrean si van solos, porque si van en combo charlando, ocupan carril y medio, y los que las mujeres o sus jefes de seguridad no dejan ir solos y los acompañan a la zaga que terminan por paralizar lo que el intrépido general Palomino llamó el “flujo”. Antes de llegar al destino hay que pagar el peaje más ladrón de cuantos existen, previa otra cola para dejarse robar. La única solución para descongestionar medianamente la vía a La Calera es un distribuidor que permita salir por el Chicó Alto a la carrera 7ª por la calle 94.

Después de esta tragedia, llego a mi casa, donde vivo desde antes de la invasión urbana, cuando había montes y quebradas, yuntas de bueyes y noches estrelladas, a toparme con el silencio encerrado en el espacio de una sala, un comedor, unas alcobas donde retozaban mis hijos y han dejado sus huellas mudas: un balón desinflado, una navaja rota, una copa ganada en una intercolegiada, un afiche del Che Guevara, una muñeca pálida, una bandera desteñida del Barcelona Football Club, unos anteojos de tercera dimensión, un osito regalado por alguna novia, una lechuza en yeso sin oreja y sin pico y un cacho seco y olvidado.

PARA LEER

EL ESPECTADOR

LA ASOCIACIÓN DE LA MANO LIMPIA

Fernando Araújo Vélez

Peleaba en los húmedos y agrietados sótanos de las casas de Getsemaní a mano limpia, como se decía, y por unos pesos.

Sus peleas eran publicitadas de voz en voz, por lo bajo, con millonarias apuestas de por medio y la eterna promesa de que habría sangre, mucha sangre. Él decía que se llamaba Jayson, aunque jamás pudo presentar un documento que lo comprobara, y afirmaba que había estudiado hasta quinto año de bachillerato, aunque tampoco tenía una libreta de notas o un sello oficial que lo corroborara. Llegó de Mahates, por allá cerca de los Montes de María, un día cualquiera ocho años atrás, y llegó solo, pues, como repetía, a su familia la habían masacrado en su presencia. Cuando le insistían, contaba que se había salvado porque uno de los comandantes se había enamorado de él, y se agarraba a trompadas con quien se atreviera a sugerir algo más.

Fue profesional, con leyes y escalafones, por unos cuantos meses. “Me pagaban, me pagaban bien, pa’ dos borracheras completas, con mujeres y droga”, aclaraba, pero nunca confesó que le dejaron ganar sus dos primeros combates para que hiciera nombre, y luego lo obligaron a perder y a perder y a perder para fortalecer la hoja de vida de otros pegadores. Terminó siendo uno de los tantos boxeadores con decenas de nombres que sólo suben a un ring para que otros se luzcan. Por eso se retiró de “la oficialidá”, como solía decir, y volvió a las peleas de Getsemaní.

Allá era él, y sólo él. Él y sus puños, y su cintura, sus piernas, su resistencia. Él y sus trampas también, porque en “la oficialidá” le habían enseñado a envenenar sus puños para que se volvieran de piedra. Ungüentos, polvo, ladrillo molido, más ungüento, más ladrillo y más piedra. Jayson mataba y mató, aunque nunca se lo dijeron. La asociación de la mano limpia temía que él, u otros, fueran a la policía y revelaran lo que ocurría en los bajos del barrio de Getsemaní. Cuando uno de sus pegadores moría, arrojaban el cadáver al Canal del Dique y decían, si alguien preguntaba, que había sido un accidente. Al fin y al cabo, de accidentes, desapariciones y muerte ellos sabían bastante, pues habían aprendido y se habían especializado en los Montes de María y los pueblos vecinos.

LAS ARMAS Y LAS LETRAS

Piedad Bonnett

Recién entrada a la universidad, el papá de una amiga estudiante de ingeniería me preguntó qué estudiaba yo. Cuando le respondí que filosofía y letras, él no dudó en afirmar, lapidario: “Ah, un bonito adorno”.

Eso mismo piensan muchos de una de las formas más antiguas y más significativas de la literatura, la poesía, cuyo día, por cierto, se celebró el pasado 21 de marzo. ¿A quién le importó? Pues a casi nadie, porque la mayoría cree que poesía son palabras bonitas, frases rimadas que presentan una visión idílica o edulcorada del mundo. Y en verdad, ¿qué es poesía? Paul Celan dijo que era una especie de regreso a casa. Salinas, que es una aventura hacia lo absoluto. García Montero, que es un ajuste de cuentas con la realidad. Paz, que la poesía está en el mundo y que el poeta la recoge en el lugar donde mejor se expresa: el poema. Habría que decir que es una forma particular de ahondar en la realidad y de iluminarla. Y yo quisiera creer, como Hölderlin, que “los poetas echan los fundamentos de lo permanente”.

El hecho es que siempre ha habido y habrá poesía. Y que la han ejercido gentes de las más diversas profesiones, y por supuesto sin profesión ninguna. Omar Jayyam fue astrónomo, Sor Juana, monja, Michaux, pintor, Nicanor Parra, físico y matemático, y Joan Margarites, arquitecto. Los hay geólogos, y antropólogos y conozco uno, colombiano, que trabajaba criando pollos. La tradición de médicos poetas también es amplia: desde Nicias, quien vivió en el siglo III antes de Cristo, hasta William Carlos William y Gottfried Benn, pasando por Keats y Schiller, que pronto abandonaron la medicina. La afinidad entre ésta y la poesía no nos resulta extraña. Más difícil nos resulta asociar milicia y poesía. ¿Un militar poeta? Difícil esa relación, sobre todo si pensamos, como Carson McCullers, que “una vez que un hombre entra en el ejército lo único que se le exige es que siga los talones del que va adelante”. Y sin embargo, la historia está llena de soldados poetas: lo fueron Jorge Manrique y Garcilaso de la Vega y Alonso de Ercilla, el autor de La Araucana, y Calderón y el mismo Cervantes, que puso a don Quijote a deliberar sobre qué es más importante, si las armas o las letras. Y ya saben ustedes qué dictaminó el Caballero de la Triste Figura: que las armas tienen preeminencia sobre las letras, porque el soldado arriesga más: su propia vida.

Pero eran tiempos heroicos, claro. Ya en las guerras mundiales muchos poetas fueron a la guerra a su pesar. Hoy asociar las letras con las armas nos resulta difícil. Por eso resulta tan significativo, en un continente machista, que Rafael Correa haya nombrado como Ministra de Defensa a una mujer, que además es poeta. Esta semana María Fernanda Espinosa estuvo en Bogotá atendiendo asuntos políticos y además leyendo su poesía. Las armas y las letras en las mismas manos, sensibles a la belleza y a las desigualdades, pero en un mundo moderno que, contrariamente a don Quijote, prefiere más poesía y menos guerra. Como debe ser.

LA LLAMA INCLINADA: LA POESÍA DE CARLOS SATIZÁBAL

William Ospina

No dice: "cayó la nive", dice: “al amanecer el cielo descendió a nuestras manos”. No dice: “niebla”, dice: “una nube de frío ocultó las piedras y los rostros apurados de las calles”. No dice: “Somos pesados y humanos”, dice: “El cielo es de los pájaros”. No dice: “la música nos hace participar de los atributos divinos”. Dice: “un canto asciende de los cielos de dios”.

En esta poesía atareada, luminosa, numinosa, pensativa, estamos en el día octavo de la creación, donde todo ha quedado por un tiempo en las manos del hombre, en las lenguas del hombre, y nada es meramente materia y nada es meramente espíritu. Los metales obedecen a la voluntad, el agua se niega a lavar las culpas, la vida es fragilidad, todo nos estremece por su dimensión cósmica, por su pertenencia a un orden amenazado, y todo tiene una raíz mitológica.

Ya al ser humano no lo asombra ni lo conmueve que le ocurran las cosas, lo asombra y lo conmueve que ocurran: que la luz se refugie en el agua, que la llama se refugie en las ramas, que el amarillo se refugie en la llama. Despertar no es nunca despertar a la habitación ni a la biografía, es siempre despertar al universo insomne de astros y de grillos.

En La llama inclinada, Carlos Satizábal nos enseña a ver y nos enseña a oír; nos revela de pronto casi con rudeza que vivir es algo más que dejarse llevar por los vientos del día y por las olas de la historia, que seremos menos dóciles si sabemos ver en el mar azul de Cádiz “la oscura sangre de esclavos y galeotes que rumian sus miserias al olvido de las olas”, que seremos más firmes y más poderosos si sabemos ver “el costillar de peces de viejos galeones sepultados en oro,/ las voces milenarias del vino y del salitre,/ las canciones del sol que vuelve pensativo del mar de África”.

Somos humanos, nunca vemos cosas: todo mirar es a la vez pensamiento y fantasía, memoria y deseo, investigación y revelación. Por eso oír cantar en un café de Cádiz al viejo marinero es vivir en unas horas experiencias infinitas: “la cara de hacha del viejo marinero recuerda el olvidado remo celta,/ y la fuente romana y el acero visigodo y la memoria de Grecia”. Hay un Sahara en el viento, “los desterrados de la noche cantan sus sueños de mar al viento africano del amanecer”, y el brazo del cantor se extiende desde el jazmín que amanece hasta el mar donde la aurora sangra. Los que vienen del desierto saben encontrar lo perdido, y como si sacaran una estatua griega herrumbrada por el mar, unos seres con turbantes, encorvados por la nostalgia, exhuman de las ruinas la minuciosa voz de Aristóteles.

Cada poema una aventura poderosa y profunda. Sólo la poesía sabe contrariar la pobreza de nuestra mirada cuadrada por las pantallas, deformada por el hábito, empobrecida por el culto de la riqueza, cegada por “la luz de los noticieros”. Allí donde los ojos áridos de los videntes a distancia ven a los inmigrantes africanos en sus pateras rotas por las piedras y el viento, que buscan en Europa “el pan duro que brilla en las esquinas desdentadas”, un pequeño drama de ilegalidad “en sórdidas noticias policiales”, el poeta ve el drama verdadero, enorme, del tamaño de un continente y de un alma.

Los inmigrantes: los bellos muchachos y las bellas muchachas que hace siglos llevaron a Europa el ajedrez y las Mil y una noches, que cabalgaron en caballos de Luna y construyeron ese orgullo de jardines de España, los que llenaron de ángeles las páginas de Tomás de Aquino y de azul las páginas de Rubén Darío, alzan los brazos negros que arrojan luz por sus dedos y vienen a cavar en las ruinas de Europa para descubrir los diamantes del futuro, pero vienen en las naves heroicas de la pobreza, y los dioses de Ulises los combaten ante las playas inaccesibles, y un acantilado de hoteles de turismo ya no es capaz de ver a los dioses, sus humildes instrumentos, sus arduos caminos, su recóndito triunfo.

Cada poema un cosmos rumoroso. Cada poema un desafío espléndido. En su canto “Lluvia del indio levantado”, el poeta sugiere que un silencio anterior al idioma le dio a Benito Juárez la sabiduría necesaria para entender a su país, para saber que a estos pueblos diversos no se los puede gobernar desde un centro sino viajando y abriendo los cántaros de la memoria. “Descifró la lengua de Castilla a los quince años/ y ahora en sus cincuenta gobierna de pueblo en pueblo:/ su silla trashumante galopa los valles y las milpas y libera tierras y esclavos”.

En La llama inclinada de Carlos Satizábal, ese viento que inclina la llama, que es el viento del lenguaje, no es visto, como lo quiere la tradición, como nuestro mayor mérito, como la virtud que nos hace superiores y reyes del mundo. Es también la prueba de una pérdida. Tenemos la palabra porque hemos perdido nuestro lugar en “la eterna armonía”. A las otras criaturas “una ley antiquísima o divina las rige”, nosotros, con palabras, buscamos en vano esa ley. Sí, es verdad, anhelamos el canto, “la ley y en ella la canción, una música de palabras”. Quizá pertenecer de verdad al mundo. Pero “en medio del maizal las torcazas alzan vuelo/ al sentir la voz de los corteros que se acercan”.

La llama inclinada es el libro ganador del Premio Nacional de Poesía, de la Tertulia Literaria Gloria Luz Gutiérrez.

ESPIRITUALIDAD

VANGUARDIA

FRUSTRACIÓN DEL ALMA

Euclides Ardila Rueda

La frustración no puede ser parte de nuestro diario vivir. Si caemos en sus redes, el alma se nos arruga y terminamos en las trampas de la depresión.

Después de varios esfuerzos, un resultado frustrante nos golpea muy fuerte. Y tenemos razón de estar tristes por nuestro trabajo malogrado. Pero, no nos podemos echar a morir ni mucho menos bajar la guardia. ¡Solo los constantes son los que triunfan! Si algo 'malo' nos ocurre, asimilemos la experiencia y miremos hacia el frente.

Suele ocurrir que, después de mucho insistir, la gente termina  frustrada. Porque aunque se invoca la mano del Altísimo, al final, se cae en los vacíos de la incredulidad y de la desesperanza.

¿Por qué será que Dios nos abandona cuando más lo necesitamos?

No es que Él no esté cuando lo invocamos; lo que sucede es que no tenemos la precaución de vivir y de tomar decisiones acertadas para que las cosas no nos salgan tan mal como pensamos.

Este no es solo un argumento suelto; hay estadísticas que confirman parte de la tesis.

Por ejemplo: durante los seguimientos que se les hicieron a 34 de las 41 personas que el año pasado se quitaron la vida, se detectaron fuertes rasgos de frustración.

La intempestiva pérdida del empleo, el desamor de su pareja, los quebrantos anímicos y la sorpresiva ‘bancarrota’ en la que quedaron, entre otras, aparecieron como las razones que pudieron llevar a esas personas al suicidio.

Sin embargo, el mayor síntoma que presentaban esas víctimas era, de manera concreta, el de la pérdida absoluta de la fe. La tristeza que les producían tales situaciones  los convirtieron en seres incrédulos, agresivos, irritables y acongojados.

¿Por qué llegamos a dichos estados?

Tal vez es porque vamos por la vida sembrando de espinas nuestro camino, sin pensar que algún día regresaremos y nos encontraremos en el mismo trayecto, viviendo el viacrucis de los errores que hemos cometido.

Ojo: Dios no es el responsable de lo que nos sucede; no le podemos ‘echar la culpa’ por algo que Él no hizo. Nuestros destinos, acciones y, en general, todo lo que nos pasa es un árbol en flor que balanceamos, no con el aire que nos regala el Altísimo, sino con el vaivén de nuestras propias angustias.

A Dios hay que darle su crédito de bondadoso, porque siempre es sensible al corazón. Y al menos bajo su Voluntad Divina, jamás algo nefasto puede arruinarnos.

El milagro o la ‘ayudadita’ que le pedimos a Él, siempre llega. Eso sí, hay que tener la fe suficiente como para creer que las cosas se pueden dar.

Necesitamos paciencia para ser los apóstoles de nuestras propias ideas; de tal forma que si soñamos algo, debemos trabajar duro para conseguirlo y, por supuesto, todo llegará a su debido tiempo.

La fe sin acción no existe; la fe sin amor por lo que se hace se extingue; y la fe sin una carta de navegación se extravía. Es justo en el momento que perdemos la brújula, cuando nos atrevemos a preguntar: ¿Dónde está Dios cuando más lo necesitamos?

La verdad es que lo encontramos en esos caminos que hemos sembrado. Como sea, hay que tener fe de que el trayecto no estará lleno de espinas; y aunque así fuera, recordemos que los hombres siempre batallan, pero al final solo Dios da la victoria.

Vida diaria

¿Le sucede lo de la zorra de la fábula de Esopo que, tras saltar varias veces para saborear racimos de uvas y no lograrlo, opta por decir que están verdes?

Este relato, con o sin porciones de uvas, en nuestra vida diaria nos deja algo más que una moraleja.

Una persona frustrada, más allá de un racimo de uvas, solo encuentra decepción.

¿Por qué? Porque el frustrado se la pasa alucinando con todo lo que quería y no pudo ser.

Pero ojo, ¡hay esperanzas! Las situaciones de conflicto y frustración no siempre terminan mal.

El niño que no consiguió el triciclo que quería, a veces encuentra en otros juegos la satisfacción que le produciría maniobrar ese juguete; el hombre que aspiraba a un mejor sueldo, termina enamorándose de su puesto de trabajo y desplaza la frustración, en fin...

La persona frustrada aprende algo positivo ante tales situaciones. Generalmente ensaya otras respuestas hasta que encuentra la adecuada, tal como le ocurrió a la zorra en el cuento de Esopo.

Lo malo es que estas respuestas positivas son las que menos se dan entre la gente.

Usted debe propender por su autocontrol y seguridad y solo así encontrará la forma de salir del abismo.

Por eso, podría tomar la moraleja que nos dejó la fábula de la zorra de esta historia: “Cuando quiera tomar racimos de uvas y no los pueda alcanzar, es mejor pensar que las uvas aún están verdes”.

Ojo con lo que le ocurre

A lo mejor a usted le resulta complicado aceptar las situaciones inesperadas que tocan a su puerta.

¿Cuál es su actitud cuando eso ocurre?

Se queja por todo, le echa la culpa a su vecino y, en general, pelea con todo el mundo.

Al final, lo único que hace es reunir todos los elementos negativos que puede sumar para hacer más grave su situación.

Es una pena que eso haga, pues frustrándose no puede revertir ninguna situación.

Así las cosas, termina convertido en una víctima más y solo inspira lástima.

Lo primero que debe hacer es aceptar las cosas. Eso no significa que se tenga que resignar; cuando hablamos de aceptar nos referimos a dejar de desgastarse.

En lugar de hundirse en la pena, busque y resalte, de una manera proactiva, los elementos positivos que también le han sucedido, de manera que pueda llenar se de valor y minimizar la dificultad y, por ende, buscar la solución más acertada.

Su vida no solo debe parecer una pintura de la naturaleza; ella tiene que ser una invitación a disfrutar del paisaje.

¿Qué queremos decir con ello?

Que un hombre que es espiritual de verdad debe estar lleno del Espíritu Santo y vivir constantemente, momento a momento, bajo su control. De esta forma usted se vuelve una persona que busca la sabiduría y obtiene la verdadera serenidad para actuar.

Control

Usted es capaz de controlar las sombras; lo que no puede hacer es luchar en contra de un eclipse.

CONFIDENCIALES

JUAN PAZ

Censurado en el gobierno de Juan Manuel Santos

CAMBIO

Censurada en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez

JUAN-

Se inicia despido colectivo de 200 empleados en El Tiempo

Resultó rigurosamente cierta la dolorosa primicia que propaló el lunes, por Blu Radio, el columnista Felipe Zuleta Lleras.

Juan Guerra confirmó en fuentes que tienen porqué saberlo que el viernes último comenzó  la entrega de las cartas de despido a 200 empleados de El Tiempo.

Entre los damnificados aparecen incluidos 20 periodistas, encabezados por Tatiana Munevar por el “pecado” de haber cumplido 40 años. Mucho antes había salido el laureado José Navia,  el de los reportajes, aunque fue distinguido en el pasado reciente como elemento destacado por la Casa Editorial. 

Lo alarmante es que vendrá posteriormente un segundo recorte de personal de idénticas dimensiones, hasta adelgazar la nómina en un 40 por ciento.

Marcación individual al centímetro

Las angustias laborales empezaron desde finales del año pasado cuando llegaron a la sede de la Avenida Eldorado los llamados "observadores" de la compañía Makenze contratada por el todopoderoso banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo, el nuevo dueño de “El monstruo de la Avenida Eldorado”, como lo llamaba en vida el finado Luis Carlos Galán Sarmiento.

A cada empleado de El Tiempo se le sentaba al lado el detectivesco "espía con rostro” que iba apuntando las veces en que hablaba por teléfono; las idas al retrete; las tomadas de tinto; las llamadas telefónicas para concertar entrevistas; las ausencias del lugar de trabajo mientras obtenía información de las fuentes; las consultas que hacía por internet, las lecturas de los correos electrónicos y un largo etcétera que incluía hasta los cambios de carrizo.

El Tiempo se apresta a implantar un régimen laboral y disciplinario muy al estilo americano: a la hora de entrada es a sentarse a trabajar, nada de conversaciones distintas a las relacionadas con la labor, etc.

Toda una disciplina para perros amaestrados. Lástima.

“Bolillo” Gómez irrespetó al presidente del DIM

Cuando uno está acostumbrado a tratar a las patadas no sólo el balón sino de vez en cuando a las mujeres y a todo el mundo, es difícil hacer gala de un buen comportamiento y de un vocabulario apropiado.

Esto fue lo que le pasó hace poco al procaz Hernán Darío Gómez, “Bolillo”, quien creyendo que estaba frente a un peón o algún mediocre jugador de fútbol, le espetó el grueso calificativo de “huevón” nada menos que  al presidente del Deportivo Independiente Medellín, Sergio Betancur.

La enérgica reacción de uno de los nuevos dueños  del club rojo no se hizo esperar y le notificó al “Bolillo” que el nuevo Medellín es una empresa seria y que como tal, ningún empleado puede ni debe darle semejante trato al presidente de la institución.

Le recordó, además, que como empresa, se esperaba que diera resultados satisfactorios. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Vuelve y juega la edad de la Grisales

El secreto mejor guardado de Colombia, la edad de Amparo Grisales, por fin fue revelado. Y lo hizo ella misma –sin querer queriendo– en una entrevista que le hizo el periodista Cala para la cadena CNN en español.

Cantó, al estilo de los encartados con la justicia, 56 años, es decir, que su verdadera edad fluctúa entre los 61 y los 62 años. Por qué?

Veamos estas cuentas: la telenovela “Manuela”, en la que debutó como actriz, fue pasada por la televisión colombiana en los años 1968-1969. Y si la Grisales tiene los 56 que confesó, esto supone que hizo de “Manuela” cuando tenía apenas 12 años. Imposible, por buena y precoz actriz que fuera.

Tratándola bien, cuando protagonizó ese bodrio debía tener al menos 16 años, lo que supone también que su nacimiento fue, mínimo, en 1952.

Así, pues, La Diva tiene entre 61 y 62 años. Claro que con éstos o con los 56 que canta, sigue estando apetecible.

Otra renuncia de Mario Gómez

Una nueva renuncia –esta vez ante el Presidente Santos y como miembro de la "comisión de estudios de la caficultura"— produjo al promediar la semana el experimentado dirigente caldense Mario Gómez Estrada. La dimisión es del siguiente tenor:

Respetado señor presidente:

Cumplo una obligación de lealtad, al comunicar a usted que he presentado renuncia a la representación de los cafeteros de Colombia, en los Comités Directivo y Nacional de la Federación Nacional de Cafeteros, por las razones en ella expuestas y que no cometeré la impropiedad de repetirlas a usted.

Esas mismas razones me impiden asumir el honroso encargo que usted me hizo, de formar parte de la "comisión de estudios sobre la caficultura", en la cual pretendía actuar como representante de los cultivadores y aspiraba fuera mi última gestión como representante gremial por tantos años.

Le ruego encarecida y respetuosamente no cambie esas características en la designación de quien me suceda, pues no es bueno que las reformas a que haya lugar sean propuestas por personas, valiosas indudablemente, pero que solo dominan la teoría y las cifras de una actividad social tan importante en la que uno más uno, no siempre da dos.

Quiero agradecerle la amistad que me ha dispensado durante tantos años, en los que nos hemos encontrado en innumerables situaciones buenas y malas que vivió el gremio, al que yo sé, más que nadie, usted ama de verdad.

Mario Gómez Estrada.

¿“Conejo” a la salud?

Antes de entrar a analizar la propuesta de la nueva reforma a la salud, anunciada con bombos y platillos por el gobierno, cabe recordar que en diciembre del 2010 (hace 27 meses) el entonces ministro de Salud, Mauricio Santamaría, notificó que las "eps" se reducirían a la mitad.

En ese mismo acto, celebrado en Villavicencio, el presidente Santos dijo que para alcanzar ese objetivo de depurar las EPS, en un par de semanas expedirían el respectivo decreto. Cerca de 120 semanas después del anuncio, las medidas prometidas no han sido expedidas y las "eps" siguen siendo las mismas.

 

Desautorizado Gaviria

El pasado martes se reunió el presidente Santos con los representantes de los gremios de la salud, las directivas del congreso y el ministro Alejandro Gaviria. Antes de la reunión el ministro le había declarado a Caracol, que sólo radicarían el proyecto de reforma ordinaria.

Sin embargo, en medio de la reunión, el presidente decidió, después de escuchar los argumentos de los gremios de la salud, que junto con el  proyecto ordinario también radicaría el proyecto de reforma estatutaria.

Para los entendidos esto es, ni más ni menos, una tácita desautorización al ministro Gaviria y un triunfo de los representantes de los médicos.

A regañadientes

Juan Guerra supo que el ministro Gaviria no ocultó su molestia. Cuando le pidieron firmar el proyecto de ley estatutaria, que ya había sido rubricado por el presidente Santos y por el presidente del Senado, Roy Barrera,  el Ministro se hizo el gringo, pues al parecer  no lo quería firmar, pero finalmente estampó su rúbrica en la última página de la propuesta.

 

Caprecom con Roy

A algunos de los presentes les llamó la atención que el presidente del senado, Roy Barreras, llegara a la Casa de Nariño acompañado por un ex director de Caprecom, del que el congresista vallecaucano es amigo muy cercano. Lo que queda pendiente de averiguación es lo que opinarán los organismos de control cuando sepan que los llamados “asesores" del senado están llenos de investigaciones.

Que hable la Contralora

¿Qué dirá la Contralora Sandra Morelli cuando lea el literal X del artículo 4 del proyecto radicado por el gobierno.

Dicen los que saben que este artículo parece redactado por los ex funcionarios investigados de Saludcoop y de otras "eps".

Señalan que de llegarse a aprobar, todas las investigaciones y las sanciones se caerían pues los incriminados se acogerían al principio de favorabilidad.

Metida de guayo de Fajardo

Improvisar bien es un don que Dios les dio a algunas personas, aunque muchas de ellas, por creer  tenerlo, la embarren frecuentemente,  especialmente en los medios de comunicación.

No es el caso del gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, a quien sin embargo también se le fueron las luces en la instalación de la sesión que celebró en Medellín la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Quién sabe en qué estaría pensando el mandatario antioqueño, porque al terminar su intervención saludó a sus integrantes como miembros de la “Comisión Internacional de Desarrollo”. Algo va de desarrollo a derechos humanos. ¿O no, doctor Fajardo ?

La renovación liberal

Juan Guerra se dio su pasadita por el congreso de la república y pudo verificar sobre el terreno que los hijos y los nietos del ejecutivo son los verdaderos y auténticos herederos del legado del Partido Liberal.

Para empezar, los hijos de Luis Carlos Galán son los únicos que ponen en interinidad la totalidad de la nómina oficial. Cada vez que un hijo del líder inmolado se encuentra por fuera de los archivos de recursos humanos, más de 46 millones de colombianos entramos en cuarentena.

En los últimos años han pasado por la nómina del servicio exterior,  el ministerio de la Juventud, la alcaldía de Soacha, el concejo de Bogotá, el senado de la república como cabeza de lista  y la oficina anticorrupción. 

 

El joven Simón

Algunos se quejan del desbocado clientelismo del mejor cliente de la señora Santillana –dueña de los derechos de autor de la famosa cartilla La Alegría de Leer-- y le exigen a Simón Gaviria purificar las costumbres liberales que heredó de su padre (el ex presidente César Gaviria) la dirección única de la colectividad bermeja, dándole también su parte a María Paz en una de las asesorías palaciegas que reparte el presidente Santos.

Sigue en lista de espera el viceministro Miguel Samper Strauss, el hijo del ex presidente Ernesto Samper, quien realiza un brillante trabajo en el tema de la paz, con bajo perfil y mucha profundidad.

Otros hijos y nietos

Otro heredero es Horacio José Serpa, quien entró a Bogotá  por las puertas del concejo capitalino. Tampoco duermen los nietos del ejecutivo encabezados por German Vargas Lleras aspirante al solio de Bolívar, del que dicen sus detractores que no le pesan sobre sus hombros la cacería de patos, ni los territorios llaneros de "San Martín". No son ajenos al carrusel político liberal los nietos del finado ex presidente  Julio César Turbay (Carolina Hoyos Turbay  y Miguel Uribe Turbay). La primera continúa en las grandes ligas de las comunicaciones y el segundo hace patria desde el concejo de Bogotá.

 

Nunca segundas partes fueron buenas…

Insulso, insubstancial, insípido, soso, simple, vacuo, vacío, necio, pueril, tonto, estúpido, inexpresivo, frío, apático y bobo. Todo esto y mucho más resulta ahora, peor que antes, el programa “quién quiere ser millonario”.

Lento, pesado, con el “animador” que tiene. Ese espacio, que podría ser maravillosamente explotado por alguien con un poco más de oficio que el señor Pablo Laserna, ahora invita a cambiar de canal.

Si en la reaparición resultó espantoso, el espacio del pasado domingo fue peor. Tres concursantes mucho menos que mediocres con quienes el presentador mantuvo unos diálogos y una interactuación espantosa e infumable que invitaba a buscar el control remoto.

Qué lástima, pero al paso que va, “quién quiere ser millonario” sólo será visto por quienes en él participen.

De muy mal gusto

Es posiblemente que Invamer-Gallup sea la firma encuestadora de mayor credibilidad en Colombia. Su director es Jorge Londoño de la Cuesta.

El alcalde de Medellín Aníbal Gaviria, por su posición,  es objeto cada dos meses de encuestas que adelanta esa empresa. La madre de su director, es doña Lía de La Cuesta de Londoño.

El alcalde tiene en Telemedellín, su canal oficial y oficioso, el espacio de auto elogio denominado “el alcalde en mi casa”.

La última edición fue dedicada a doña Lía, a quien entrevistó el propio alcalde-periodista.

Aunque doña Lía mereciera el espacio, no queda bien que sea el alcalde, objeto de las encuestas que hace su hijo, la agraciada o favorecida con semejante vitrinazo.  Nada está sugiriendo Juan Guerra en esta columna, pero…

La renuncia de Vargas

Como lo ha venido anunciando la agencia TNN@ en los últimos doce meses, el virtual candidato presidencial Germán Vargas Lleras renunciará al ministerio de Vivienda ya no a finales de mayo sino en abril.  

En la Casa de Nariño al sanedrín santista le produce pánico la candidatura de Vargas Lleras. No  es que lo quieran mucho en el entorno de Juan Manuel Santos, inclusive algunos ministros porque una vez el nieto del ex presidente Carlos Lleras Restrepo comience a derrochar sus dotes de político electoral, se va a disparar en las encuestas. 

Vargas renunciará antes de terminar el primer semestre de 2013 porque será el plan B de Santos si no le va bien con el proceso que lo pueda llevar a buscar la reelección.

El cree que una aventura presidencial oficial desde abril o mayo de 2013 es tan prematura que podría ‘quemar’ al candidato. Esta sería la razón por la cual Santos alargó hasta noviembre el péndulo de Vargas. Por supuesto todo está amarrado al éxito o al fracaso de mesa de La Habana. 

 

La retaguardia

Cuando cerrábamos esta edición de Juan Guerra, llegaban a manos del Colectivo Mambrú estos apartes de una dura carta del dirigente cafetero caldense Mario Gómez Estrada en la que replica algunas de las descomedidas críticas que viene lazándole, desde el diario La República, de Bogotá, su ex amigo Guillermo Gómez Estrada, “Piragua”:

Solo quiero referirme  al segundo párrafo de su columna “una renuncia”, por cuanto involucra y violenta la honra que personas, ya fallecidas, sobre cuya pulcritud de comportamiento nadie tuvo duda alguna en Colombia.

Quien me postuló, hace treinta años, fue Jaime Restrepo Mejía, presidente del Comité de Cafeteros de Caldas, señor y caballero a carta cabal. Don Arturo Gómez Jaramillo fue reconocido internacionalmente como el Zar del Café y factor determinante de lo que ocurrió en el mundo cafetero entre  las décadas del 60 y el 80. César Gómez Estrada, mi padre, es  reconocido unánimemente  como uno de los juristas más importantes que ha dado el país, cuyo rigor y señorío es la mayor herencia que recibimos sus hijos.

Nadie podría imaginarse que el primero de los protagonistas fuera cómplice de esa especie de “maniobra política” urdida por los segundos, para perpetuar el apellido Gómez en la Federación.  Eso sólo tiene un nombre, falta de respeto.

Lo anterior y el resto del artículo, muestran un fiel autorretrato de esa personalidad sinuosa y reptante que tanto se conoce en Manizales y ya se va vislumbrando en Bogotá.

EL ESPECTADOR

ALTO TURMEQUE

Habaneras

Esta semana hubo dos detalles contradictorios en la mesa de negociación en Cuba: una señal de que las negociaciones avanzan a paso firme es que Andrés París ya carga un calendario de 2013 detrás de la escarapela de identificación que presenta a la entrada del Palacio de las Convenciones. Lo consulta seguido, pero nadie sabe si ya tiene marcado el día D. El otro es que Humberto de la Calle, que siempre anda bien trajeado y optimista, llegó un día con cara de pocos amigos y luciendo un buzo informal gris oscuro, de Tools & Tires, Tire Repair System. Por la cara y la actitud que traía esa mañana, se disponía a reparar un pinchazo valiéndose de su maletín de herramientas...

Proactivo

Carlo Vigna, el empresario italiano de la firma Poligrow, famoso porque el ministro Juan Camilo Restrepo pidió investigar por qué le asignaron miles de hectáreas en el Meta y luego fue presentado en los Llanos por el ministro Mauricio Cárdenas como abanderado del desarrollo sostenible, pidió a la DIAN crear una zona franca en el Caguán como ya lo había pedido en Mapiripán.

¿Buenos oficios?

En el Palacio de Nariño cuentan que es intenso el lobby de los allegados a los dueños de Saludcoop para impulsar la teoría de que les devuelvan el control de la cuestionada EPS y que incluso han recurrido al expresidente Ernesto Samper para llevar el mensaje. El gobierno, sin embargo, no ha intervenido hasta tanto la Superintendencia del sector defina la suerte de la entidad prestadora de salud.

Por los cuernos

El sello español Esfera de los Libros aspira lanzar en la Feria del Libro de Bogotá la biografía Enrique Ponce, un torero para la historia, escrita por el propio diestro y por el catedrático y crítico taurino Andrés Amorós, en la que recuerdan las tardes gloriosas en Colombia. Lograron que el Nobel Mario Vargas Llosa les escribiera el prólogo en este tono: “En estas páginas vemos revivir la historia, el misterio, la belleza, el riesgo, la gracia y la vitalidad que tienen las corridas de toros y la manera como ellas se encarnan en un diestro que, desde su más tierna infancia, comprometió su vida en esa vocación que lo ha llevado a enfrentarse y lidiar más de dos mil corridas de toros”. El otro protaurino que estará en la feria, reclamando la reapertura de la plaza de Santamaría, es el escritor y filósofo Fernando Savater.

Memorias papales

En Roma se supo esta semana que durante su retiro espiritual el papa Benedicto XVI escribirá un libro sobre sus viajes por el mundo. Incluirá las tres visitas a Colombia, que suman 36 días en 1972, 1984 y 1988. Estuvo en Monserrate, La Candelaria y el Monasterio de los Benedictinos en Subachoque, del que dijo “es un lugar perfecto para terminar la vida”. Se le pareció a la región de Baviera, donde nació. Dos veces estuvo allí con los monjes alemanes Norberto Zeilinger y Marcos Dworschack, y con el músico Jorge Bauer, quien adaptó un piano alemán con piezas y flautas de guadua colombiana.

Sintonizados

El excanciller y ahora director de Noticias de RCN televisión, Rodrigo Pardo, acompañará a Yolanda Ruiz en las mañanas de RCN La Radio, de 6 a 10 a.m. Pardo, quien ya en el pasado ha trabajado en radio, regresará con sus análisis sobre política internacional y doméstica. Dicen que está feliz y que le están instalando una línea directa en su casa y en su oficina para estar conectado con los oyentes.

SEMANA

CONFIDENCIALES

Primero en la fila

Confirmado: Álvaro Uribe va a encabezar su lista al Senado. Aunque el expresidente tiene mucho que sacrificar con esta decisión, considera que un general no deja a sus tropas solas cuando hay batalla. Se había dicho que la lista iba a ser cerrada, pero se decidió finalmente que fuera abierta, pues se cree que así se conseguirían tres o cuatro curules más. Con esta modalidad, la gente podrá votar por el candidato del uribismo de su preferencia independientemente de en cuál reglón esté. La mitad de las personas que la integren serán mujeres. También se decidió que en todos los departamentos habrá listas para la Cámara.

La cuarta letra

Dos anécdotas sobre el nuevo eslogan del gobierno JMS (Justo, Moderno y Seguro), cuyas iniciales corresponden con las del presidente de la República (Juan Manuel Santos). 1) Se parece mucho al lema de una campaña de publicidad que hizo J.J Rendón para el candidato a la Presidencia del Perú, Luis Castañeda. Esta era también JMS, pero correspondía a Justo Moderno y Solidario. 2) En su columna de El Espectador Elizabeth Ungar sugirió que se le agregara a las tres letras una C (JMSC) para que quedara Justo, Moderno, Seguro y Cero Corrupción. Con esto no cambiaría la coincidencia con las iniciales del presidente, pues su segundo apellido es Calderón.

No serán republiquetas

La situación de las zonas de reserva campesina dentro del proceso de paz es la siguiente. Las Farc habían pedido 54 zonas con autonomía total, comparable a la que tienen hoy los resguardos indígenas que abarcarían 9 millones de hectáreas. El gobierno reconoce la importancia de estas reservas, pero en condiciones muy diferentes. 1) Serán menos de una docena y abarcarán menos de un millón de hectáreas. 2) No tendrán autonomía política, ni judicial. 3) Su propósito será mejorar las condiciones de los campesinos, focalizando el desarrollo agrario con mecanismos de participación ciudadana. El gobierno también las considera necesarias para proteger la vida de quienes las integren.

Flaco, pero no gay

Nicolás Maduro le ha puesto a su campaña presidencial un toque sexual. Sin decirlo abiertamente, está acusando al candidato soltero Henrique Capriles de ser gay. En la plaza pública grita “yo sí tengo mujer, oyeron, me gustan las mujeres” mientras que describe a su adversario como de “dudosa hombría”. Capriles a esto responde “Yo no tengo una mujer, tengo millones. El problema es que como soy flaco me tienen envidia. Las mujeres aman al flaco. Lamentablemente, la vida todavía no me ha dado una novia, pero la estoy buscando”.

Adiós al amigo

Ingrid Betancourt, quien siempre estuvo agradecida con Hugo Chávez por las gestiones que hizo para su liberación, escribió lo siguiente en el libro de condolencias: “Mi querido amigo Hugo, cómo nos duele esta despedida, cómo hubiera querido tener más oportunidades de abrazarte, tú que nos acogiste con tu cariño para sacarnos de la oscuridad de la selva. Pueda Dios hacerte a la luz de su gloria. He venido desde lejos a rendirte un último homenaje, a nombre de mis hijos, mi madre, mi hermana, y cientos de amigos, quienes me han llamado a compartir el dolor de tu partida. Todos han querido agradecerte el haber existido”.

Detalle desconocido

Óscar Alarcón hizo en El Espectador una revelación sobre la escogencia del papa Francisco. Señaló que la revista italiana Limes afirma que, según el diario de un cardenal que participó en el cónclave de 2005, cuando se eligió a Benedicto XVI, el actual papa, Jorge Mario Bergoglio, tenía serias posibilidades de ganar. Sin embargo, según la revista la razón por cual no ganó fue porque el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo decidió hacer lobby para bloquear al latinoamericano y elegir al candidato alemán. Hasta ahora siempre se había dicho que la razón por la cual el actual papa no fue elegido en el pasado cónclave fue porque, a pesar de su popularidad, le había rogado a sus colegas que no votaran por él.

En defensa propia

El exsuegro de Valerie Domínguez, Juan Manuel Dávila Jimeno,  padre del exnovio del mismo nombre que la metió en el escándalo de Agro Ingreso Seguro, fue apuñalado la semana pasada. Dos indigentes entraron a robar a su casa y cuando él salió a defender su hogar lo agredieron con un arma blanca en el tórax, cuello, espalda y muslo derecho. El empresario, de 67 años, ha estado en cuidados intensivos, pero su pronóstico es estable.  

Lo empataron

Después de cuatro años como el hombre más rico del mundo, Carlos Slim está a punto de perder ese envidiado lugar. Su fortuna, que llegó a acercarse en algún momento a los 80.000 millones de dólares, ahora está en 67.000. Con esa cifra empata con Bill Gates, cuya fortuna había ido en ascenso en los últimos meses. La razón por la cual Slim perdió casi 1.000 millones de dólares diarios la semana pasada fue por el anuncio de las medidas antimonopolio del gobierno del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien resultó de armas tomar frente a los poderosos de su país. Slim afirma que está feliz con las nuevas medidas pues también van a permitir la libre competencia en el campo de la televisión, al cual hasta ahora no lo habían dejado entrar.

Julio Sánchez Cristo

El periodista ganó, junto con un grupo de redactores de 'El Tiempo', el Premio Rey de España, el más prestigioso del mundo hispano. El director de La W es el único colombiano en recibirlo en dos ocasiones.

EL TIEMPO

TELEFONO ROSA

El billete no era falso

José Darío Uribe Escobar, gerente del Banco de la República y quien firma los billetes, tuvo un curioso incidente en una reciente asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Panamá. Resulta que en el bar del hotel Sheraton, Uribe fue a pagar la cuenta con un billete de 100 dólares. Al parecer, el billete le produjo desconfianza al mesero y no lo recibió. El gerente tuvo que demostrar quién era y que su billete no era falso.

Una pálida inauguración

La reapertura del Planetario de Bogotá (que se llevó a cabo el jueves pasado), muy esperada tras varios años de cierre, resultó un poco fría y pálida. Resulta que por ninguna parte de la ceremonia de inauguración, que incluyó un teatro de las estrellas renovado y la muestra del edificio arquitectónico recuperado, aparecieron el alcalde mayor, Gustavo Petro, ni la secretaria de Cultura, Clarisa Ruiz. Eso, sin embargo, no les aguó la fiesta a los asistentes, que estaban muy satisfechos.

Aplauso económico

La prestigiosa consultora de negocios The Economist Intelligence Unit acaba de publicar sus pronósticos sobre la economía colombiana. Y son buenos: un crecimiento del PIB del 4,6 por ciento por año entre 2013 y 2017 y un descenso de la deuda pública (del 40 al 28 por ciento del PIB) debido al buen manejo fiscal del Gobierno. Además vendrán mejoras en lo social.

Portugal viene con todo

Cerca de 40 escritores portugueses, intelectuales, arquitectos, diseñadores y grandes del fado (música portuguesa) vendrán a la Feria del Libro de Bogotá, en abril próximo. La programación incluye un concierto el 23 de la cantante Ana Moura en el Teatro Mayor. Pero hay más: después de la exitosa Antología de Poesía Colombiana y el libro de Fernando Pessoa y Barba Jacob, se hará el lanzamiento de La Vorágine en portugués y de otro libro con toda la obra poética de Álvaro Mutis con el título Os versos do navegante. Todo, con el auspicio de la Cancillería colombiana, a través de la embajada, que encabeza Germán Santamaría, y la editorial Teodolito, con el sello Assirio & Alvin. Los presidentes Aníbal Cavaco y Juan Manuel Santos harán la apertura de la Feria.

Mentira y plancha

Los musicales, los mismos que mandan la parada en el ‘rating’ nacional, ahora saltan a la escena por cuenta de ‘Mentiras’, el montaje teatral con música de plancha y una divertida historia de infidelidades y enredos con algunas de las mejores voces del país. Alejandro Martínez, Verónica Orozco, Carolina Gaitán, Carolina Sabino y Karoll Márquez son parte de la obra y están en la portada de la ‘Elenco’ que circula este jueves con EL TIEMPO y al día siguiente en puestos de revistas. Además, secretos del bebé que tendrá Sofía Vergara y la historia de la orquesta que fue retenida por un grupo armado. Edwin Vélez / Cortesía revista ‘Elenco’.

A toda

Se busca magistrado

El Consejo de Estado viene intentando sin suerte notificar al magistrado Francisco Javier Ricaurte del proceso que busca anular su elección. Lo curioso es que el Consejo está a unos pasos del Consejo Superior de la Judicatura, donde trabaja el magistrado.

Adriá, en colombia

Ferran Adrià, uno de los mejores chef del mundo, estará por primera vez en Colombia la segunda semana de abril como embajador de la marca Telefónica Movistar. El chef colombiano Harry Sasson preparará una de las cenas en su honor.

Carranza, de moda

Cinco mil documentos y fotos que hacen parte del archivo del poeta Eduardo Carranza fueron donados ayer por su familia a la Biblioteca Nacional, en el lanzamiento del año del poeta.

Runtour, un éxito

Más de siete mil personas participaron en el RunTour, una carrera de 10 kilómetros liderada por Avianca para obtener recursos para la unidad de cuidados intensivos de neonatos de la Fundación Cardioinfantil.

EL COLOMBIANO

DE BUENA FUENTE

El Efecto “Pekerman”

Dicen que la alegría pone al corazón muy cerca del bolsillo. Pues sí. El triunfo de la Selección de Colombia ante Bolivia, 5-0, en Barranquilla, también fue una goleada en términos del comercio. Se dispararon las registradoras y se gastaron las billeteras. En un día normal de fin de semana, según cifras de Fenalco Antioquia, los establecimientos comerciales pueden vender algo así como 80 mil millones de pesos. Cuando juega Colombia y gana por goleada, las ventas se duplican. En el Valle de Aburrá, por ejemplo, el comercio de restaurantes, discotecas, gasolineras y centros comerciales, pudieron vender más de 150 mil millones de pesos. El efecto “Pekerman” tiene más efectos sobre el consumo que las tasas de interés del Banco de la República.

Los apuntes del General León Riaño

El director de la Policía, General José Roberto León Riaño, no se caracteriza propiamente por ser un hombre muy expresivo y, por el contrario, tiene fama de ser muy parco, pero amable siempre. Esa fue la cara que mostró esta semana cuando se reunió con el pleno del Comité Intergremial de Antioquia en la sede de Fenalco. El General hizo una presentación del plan estratégico de seguridad para Medellín; mostró los primeros resultados de los operativos contra bacrim y pidió la ayuda de toda la comunidad para hacerle frente al delito. De un momento a otro, tan serio como siempre, les dijo a los empresarios que estaba apenado con ellos porque les había dañado el diciembre. Preguntaron por qué y el General sonrío y acotó: los dejé sin pesebre. Se refería a la captura de alias ‘Carlos Pesebre’.

Y el Procurador ahí...

El viernes de la semana pasada, el presidente Juan Manuel Santos se reunió con la cúpula militar e invitó a varios periodistas para contarles los avances del proceso de paz con las Farc. La columna de María Isabel Rueda, el domingo en El Tiempo, arroja luces sobre algunos pormenores de dicha reunión presidencial y sus altos mandos militares. En esa cita estuvieron el Fiscal Montealegre y el procurador Alejandro Ordóñez. Palabras más, palabras menos, Santos dijo que es posible dar amnistías e indultos a las Farc. Todo el mundo estaba callado, pero el Procurador se convirtió en la voz disonante de dicha reunión. Habló claro y duro de que no era posible conceder tales beneficios. ¿Habrá dudas sobre cuál será su concepto sobre la exequibilidad del Marco Jurídico para la Paz?

Operación rescate en el Tayrona

Después de casi un año de investigaciones sobre el despojo de terrenos en el Parque Tayrona, en Santa Marta, la Superintendencia de Parques Naturales y el Incoder tiene listo el primer documento de restitución de buena parte del 86 por ciento de las tierras que fueron usurpadas al Estado por variopintos personajes samarios. El “dossier” contiene reveladores datos sobre cómo fue que se apropiaron fraudulentamente de zonas estratégicas del Tayrona y quiénes serían los usurpadores y testaferros de dichas maniobras. El documento está listo para ser entregado la próxima semana al presidente Juan Manuel Santos, quien estará de gira, casualmente, por la Costa Caribe.

Los otros caminos en La Haya

Entre algunos miembros del equipo asesor del Gobierno en el caso del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya hay acogida de una tesis que podría revertir en algo el fallo sobre San Andrés. El tema, aunque complejo, es más o menos así: Colombia podría denunciar el fallo y pedir una investigación penal contra los jueces de la Corte por haber violado principios del derecho internacional, en especial, los que reconocen los derechos de las comunidades, que en el caso de San Andrés, se vieron vulnerados, según la tesis. Algunos juristas sostienen que el país podría invocar el “Ius Cogens” o derecho imperativo para demostrar que hay normas superiores dentro del propio derecho internacional que fueron desconocidas en La Haya. La canciller María Ángela Holguín estudiaría el tema.

EL NUEVO SIGLO

OF THE RECORD

Proyecto en la sombra

Pese a que es una de las iniciativas más importantes dentro de la agenda legislativa prioritaria que presentó el Gobierno al Congreso la semana pasada, la fiebre futbolística por los partidos de la eliminatoria mundialista el viernes pasado le quitó eco a la radicación por parte de la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez-Correa, de un proyecto que busca mejorar la ejecución de proyectos de infraestructura de transporte en el país. De la corrección de una serie de anomalías en este campo dependerá que despeguen este año en forma los proyectos de construcción y concesión de obras bajo el sistema de Alianzas Público Privadas (APP).

 

Las barreras

Según explicó la funcionaria, la iniciativa es el resultado de un diagnóstico de los procesos que obstaculizan el tema de infraestructura y fue realizado por la Comisión de Expertos en Infraestructura, que comisionó el presidente Santos tiempo atrás. Entre esas barreras que impiden el buen desarrollo de los proyectos está lo relativo a los trámites para la compra de los predios, la infraestructura de redes de servicios públicos afectada o requerida por las obras, así como conflictos con permisos de explotación minera y el siempre complicado tema del licenciamiento ambiental.

 

Gremios alerta

Mientras que la Ministra insistió el viernes pasado que "estas reglas permitirán mejorar y optimizar los tiempos de expedición de los trámites ambientales, sin afectar la revisión detallada de las autoridades sobre los proyectos de infraestructura", se sabe que varios gremios de la construcción de obras públicas, agremiaciones de ingenieros y arquitectos así como aseguradoras y otros sectores interesados asistirán a los debates de la iniciativa, que arrancarán en la Comisión Sexta del Senado, para exponer sus respectivas posturas y pedir ajustes en el articulado.

 

Más drasticidad

Pero la cuestión va más allá. Un senador que conoce mucho del tema de régimen de contratación pública dijo el viernes a un periodista de EL NUEVO SIGLO que era necesario ser más drásticos con el tema de los predios para la construcción de proyectos de infraestructura de transporte. “… Si usted le pregunta a una firma de ingenieros que trabaje en este campo seguramente le va a decir que hay obras que llevan paradas dos a tres años porque hay predios que terminan enredados en intrincados procesos jurídicos debido a que el propietario se niega a venderlo o pide un alto precio por la respectiva enajenación… Además, de todos es conocido que hay verdaderos carteles detrás del encarecimiento de predios afectados por la construcción de autopistas…”, precisó el congresista, que pidió la reserva de su nombre.

 

Más rápido

Sin embargo, sobre punto específico de los predios, la iniciativa radicada por la Ministra el viernes pasado parece avanzar sustancialmente. Según esa cartera, hoy, cuando un proyecto de infraestructura de transporte necesita adquirir predios y no hay acuerdo con el propietario, la entrega del predio depende de un proceso jurídico engorroso que puede llegar a demorar hasta tres años. Si se aprueba esta Ley de Infraestructura, el Estado dispondrá de herramientas para asegurar la entrega y la disponibilidad inmediata del predio sin que se detenga la construcción de la obra, con fundamento en el principio de prevalencia del interés general sobre el particular pero sin disminuir las garantías a los propietarios en materia de pago justo y debido proceso.

DINERO

CONFIDENCIAS

Los omnipresentes

Mientras en los medios de comunicación siguen saliendo a diario nuevos nombres de concejales de Bogotá relacionados con el carrusel de contratos, silencioso, un grupo de abogados de peso pesado se dedica a defenderlos. El exprocurador Jaime Bernal Cuéllar, por ejemplo, maneja el caso de Hipólito Moreno y de Jorge Durán Silva. El exfiscal Mario Iguarán es el defensor de Orlando Parada. Y el penalista Jaime Granados tiene en sus manos el proceso contra Andrés Camacho Casado. Por eso, muchos se hacen la siguiente pregunta: ¿cómo hará este combo de abogados para estar en todos los grandes casos del país al mismo tiempo? 

Ronda embolatada

Aunque el Gobierno esperaba sacar la ronda minera para finales de este año, todo parece indicar que, en el mejor de los casos, será en el primer semestre de 2014. La información que debe suministrar el Servicio Geológico, anunciada para marzo, aún no ha llegado a la Agencia Nacional de Minería y ya se habla de una nueva fecha para su entrega en junio de este año. Simultáneamente, se está buscando un estructurador que analice todas las variables y recomiende cuál es el mejor momento para salir a ofrecer los diferentes bloques a interesados. Ya se han presentado varias propuestas y el estructurador deberá quedar definido antes de terminar el primer semestre de este año.

Liquidación ‘colgada’

Aunque muchos piensan que la liquidación de Proyectar Valores, intervenida a mediados de 2011, ya era historia patria, lo cierto es que tiene serios trastornos que seguramente harán que las autoridades financieras vuelvan pronto sobre el tema. Numerosos clientes recibieron desde junio de 2011 constancias sobre el monto de dinero que habían invertido a través de la comisionista pero no han recibido reintegro alguno. Es el caso del abogado Juan Carlos Velandia Arango, a quien el liquidador le certificó depósitos por cerca de $250 millones, de los cuales no le han devuelto un solo centavo. El grueso número de afectados están preparando demandas.

Quitando trabas

La Corte Constitucional allanará el camino para que las consultas con comunidades étnicas no sean un escollo para el desarrollo de proyectos mineros y energéticos con respaldo estatal. Este punto ha generado especial expectativa entre la opinión por conocer el texto definitivo de la sentencia que declaró exequible el nuevo régimen de regalías. Sin embargo, se da como un hecho que el fallo dirá que cuando se cumpla cabalmente el requisito legal de hacer la consulta, una eventual negativa de la comunidad no tendrá capacidad por sí sola para detener la marcha del proyecto. Harán falta razones técnicas y de fondo.

UIS vs. Ecopetrol

La Universidad Industrial de Santander (UIS), una de las pocas que forma ingenieros de petróleo en el país, está de pelea con Ecopetrol. El motivo: la empresa decidió retomar el control de un campo petrolero que le había cedido a la UIS para capacitar a sus alumnos. Se trata del campo escuela Colorado, ubicado en San Vicente de Chucurí. El lío está en que ante la falta de inversión de Ecopetrol, la UIS buscó un socio estratégico para explorar el campo, que resultó ser el estadounidense WeilGroup. Al retomar el control Ecopetrol, la universidad perdería el sitio de prácticas y corre el riesgo de que WeilGroup la demande. Falta ver qué decide Ecopetrol.

Nueva en el barrio

Una nueva empresa de venta directa aterriza en Colombia. Se trata de la estadounidense Usana, que fabrica suplementos y productos para el cuidado personal, energéticos y para control del peso. Abrirá oficina en Bogotá y arrancarán operaciones en el tercer trimestre de este año. Con Colombia completará presencia en 19 países. Los directivos de Usana aspiran a que, con su ingreso, Colombia pueda seguir avanzando en el ranking mundial de venta directa, donde hoy ocupa el puesto 16.

LA BARCA DE CALDERON

William Calderón

¿Hasta dónde será cierto?

Que el gobierno va a radicar un proyecto en el Congreso de la República por medio del cual acaba la Circunscripción Nacional al Senado y la pone a nivel departamental con el fin único de cerrarle el paso a la lista de candidatos a la cámara alta que encabezaría, en el 2014, el ex presidente Uribe.

Otro proyecto en ciernes, que se viene cocinando en el alto gobierno, es el que restablece la desaparecida norma que permitía que los congresistas en ejercicio pudieran ser nombrados en el poder ejecutivo, (léase ministros, directores de institutos o embajadores).

 

Espacio para la insurgencia

Simpatizantes de Uribe hacen la siguiente advertencia: “Debemos estar preparados para cederle un espacio de participación a las “Farc” y elaborar una estrategia que nos lleve a obtener una mayoría parlamentaria con candidato presidencial del uribismo que barra los cimientos de este gobierno espurio”.

Igualmente, los portavoces del “Centro Democrático” sostienen que “en esta pelea de las reforma debemos procurar allegar aliados de partidos minoritarios que estarían por fuera de obtener una representación en las nuevas cámaras legislativas”.

 

Denunciaran magistrados

Ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes serán denunciados los magistrados Nilson Pinilla   y Jorge Ivan Palacio, de la Corte Constitucional, por incurrir en el presunto delito de falsedad ideológica o material, como lo denunció el diario El Tiempo el jueves 24 de enero de 2013, al hacer aparecer (presuntamente) una sesión de la Sala Quinta de revisión de tutelas que no se celebró, como ellos lo afirman, en una providencia del 18 de septiembre de 2012 y hacerla figurar como dictada en esa fecha a través de un auto que no se profirió.

 

Los dos impedidos

No obstante estar impedidos (de lo cual existen constancias en el respectivo expediente) los magistrados de la Corte Constitucional, Nilson Pinilla y Jorge Ivan Palacio, el primero ya superó con creces los 65 años y el segundo está próximo a cumplirlos, estarían decidiendo la próxima semana una acción de tutela relacionada con la edad de retiro forzoso de los magistrados de las altas cortes.

 

Pérdidas de investidura

A estudio de la Sala Plena del Consejo de Estado se encuentra en el orden del día el proceso acerca de la pérdida de investidura del ex-senador Iván Moreno Rojas, hermano del destituido y encarcelado ex alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas. En la misma sesión el alto tribunal decidirá la suerte de otros dos congresistas: Gerardo Tamayo y Oscar Marín.

 

¿Dónde están los cancilleres?

En la disputa mediática por el diferendo limítrofe con Nicaragua, resuelto por el Tribunal de la Haya a favor de los centroamericanos, no aparecen por ninguna parte estos cuatro ex cancilleres de la república: Carolina Barco, Jaime Bermúdez, María Consuelo Araujo y Fernando Araujo. Los amigos del ex presidente Uribe se preguntan qué se hicieron, en dónde están y a qué se dedican? De “La Conchi” sabemos que está convertida en flamante ejecutiva minera.

La bandeja desfigurada

En Bogotá, cada dos años, se organiza un elitista concurso de chefs de dedo para’o encaminado a premiar la creatividad gastronómica.

Como en el menú internacional ya todo está inventado, uno de los miembros de esta cofradía que parece empeñada en desfigurar la presentación de los principales platos de la comida criolla, resolvió poner patas arriba la generosa bandeja paisa, con el cuento peregrino, según el cual, “su esfuerzo busca crear una nueva cocina colombiana”.

La conspiración contra el plato típico más famoso de la carta autóctona -que le da mitad de partido al ajiaco santafereño, del que dicen nuestras santísimas madres que “es una sopa mal hecha”- fue consumada por un chef del Restaurante El Virrey, del Hotel Tequendama, donde vale más un ala de pollo que un ala de avión. 

Adelgazando

Este experto en poner a trabajar las papilas gustativas de los altos estratos capitalinos no le simpatiza la comida en abundancia y pretende someter la bandeja antioqueña a una liposucción que la deje tan espigada como una bailarina rusa.

El inopinado transformador se empeña en hacerla digna de aterrizar en los manteles de los más empingorotados comedores, los de cinco tenedores.  Mejor dicho: pretende un típico que no tenga nada de típico, desprovisto de sazón y acento paisas, sin nada que resulte mañé,  porque tenga sabor a bambuco, alpargatas, machete, carriel y ruana. 

La descripción

A este “gourmet” que pretende cambiarnos nuestro apetitoso y nutritivo plato montañero por algo que no se parece al típico maicero, seguramente le molesta, por el excesivo contenido de colesterol, la definición que le dan los enciclopedistas al bendito conjunto tan vital en la mesa de millones de compatriotas:

Bandeja paisa: Plato típico de Antioquia y el Viejo Caldas, de gran aceptación en todo el país, compuesto de frisoles, arroz blanco, carne molida, chicharrón, chorizo, morcilla, tajadas de plátano maduro, plátano verde picado (cocido con los cháncharos), huevo frito, aguacate y arepa, servido todo en una bandeja. Se sirve acompañado de mazamorra antioqueña, acompañada de panela raspada. 

La emboscada gastronómica

Su diseño tiene muy pocos fríjoles. (contamos once pepitas solamente, repartidas en tres tacañas porciones). La serviría con un anillo de chicharrón. (O sea que se despoja al plato de su principal elemento: el poderoso chicharrón carnudo, de catorce vagones). Le agregaría dizque espuma de aguacate”. (Lo que quiere decir que sale de la mesa, como pepa de guama, la verde fruta). Se precisa a continuación que llevará este melancólico remedo de plato montañero dizque “una tortilla de pega de arroz”. Ah… y huevos fritos, pero de codorniz, nada que provenga de la rústica gallina saraviada, la gran ponedora alimentada en casa con lombriz, raíz y maíz. El sacrificio todavía no llega a su fin: el chorizo y la morcilla, después de ser sometidos a penosa cirugía, vienen en forma de brocheta. Se procura, además, minimizar la famosa arepa de Medellín y el rústico `hogao’, por considerarlo una salsa demasiado campesina.

EL CAMPANARIO

Tomás Nieto

Se confirma salida de 200 empleados de El Tiempo

 Resultó rigurosamente cierta la dolorosa primicia que propaló el lunes, por Blu Radio, el columnista Felipe Zuleta Lleras.

Fuentes que tienen porqué saberlo informaron a El Campanario que mañana viernes, 22 de marzo, comienza la entrega de las cartas de despido a 200 empleados de El Tiempo. Entre los damnificados aparecen incluidos 20 periodistas.

Vendrá posteriormente un segundo recorte de personal de idénticas proporciones.

Las angustias laborales empezaron desde finales del año pasado cuando llegaron a la sede de la Avenida Eldorado los llamados "observadores" de la compañía Makenze contratada por el nuevo dueño del aviso, el todopoderoso banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo.

 

Tortura con marcación individual

 A cada empleado de la Casa Editorial se le sentaba al lado el detectivesco "observador" e iba apuntando las veces en que hablaba por teléfono; las idas al retrete; las llamadas telefónicas para concertar entrevistas; el tiempo de ausencia del lugar mientras obtenía información de las fuentes; las tomadas de tinto; las consultas que hacía por internet, las lecturas de los correos electrónicos y un largo etcétera que incluye hasta los cambios de carrizo.

El Tiempo se apresta a implantar un régimen laboral y disciplinario muy al estilo americano: a la hora de entrada es a sentarse a trabajar, nada de conversaciones distintas a las relacionadas con la labor, etc.

Toda una disciplina para perros amaestrados. Lástima.

 

Agredido periodista por ex congresista

 El periodista Antonio Vagas Valbuena, director del periódico “Primera Plana”, fue víctima de una paliza que le propinó el ex congresista liberal Octavio Carmona, en la cafetería “Apetos”, situada frente a la sede de la Asamblea de Risaralda, en Pereira.

El atacante no tuvo misericordia con el comunicador que sufrió recientemente un derrame cerebral del que apenas se recupera. Mientras le rompía la cara y lo molía patadas, lo amenazaba de muerte. Medicina legal le dio una incapacidad de siete días.

Vargas -–conocido en el ambiente periodístico pereirano como “Toño Pueblo” por el nombre que tiene una página de su autoría en la que reparte dobles y mandobles contra los políticos risaraldenses-- denunció penalmente a su agresor ante la Fiscalía regional.

Carmona fue vicepresidente de la cámara de representantes en los tiempos del llamado “Promaricazo”; purgó diez años de cárcel y está inhabilitado de por vida para ocupar cargos públicos.

 

¿El papa es con número o sin número?

 Dos respetables críticos gramaticales de nuestra predilección (Efraím Osorio López y Jairo Cala Otero) coinciden en que al escribirse (o pronunciarse) el nombre del nuevo papa, debe sumársele el número uno.

Antes de entrar en detalles, recordemos que al día siguiente de la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio cayó en contradicción el famoso manual del Español Urgente: primero reportó que debía escribirse Francisco I, pero unas horas después corrigió su mensaje y aclaró que es Francisco, a secas, sin el solitario dígito romano.

 

La opinión santanderena

Desde Bucaramanga dice Cala Otero: Lo primero lleva el sello de primero: Francisco I.

Unas horas después de la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa, un vocero del Vaticano salió a decirles a los periodistas del mundo que debían omitir el ordinal ‘primero’ para referirse al líder de la Iglesia universal. Así, sin más; no dio explicación alguna. Y lo grave fue que los periodistas le «comieron cuento».

De ahí que estemos leyendo y escuchando expresiones como estas:

«En estos cuatro días de pontificado, Francisco ha suscitado esperanzas de cambio en una institución desacreditada, apostando por un regreso de la Iglesia a la esencia del cristianismo para llevar el mensaje a ‘todos los confines del mundo’».

«El Papa Francisco celebró su primera misa en la Capilla Sixtina».

«Papa Francisco confirma provisionalmente a Bertone y jefes de la curia».

«Francisco desea ‘reservarse un cierto tiempo para la reflexión, la plegaria y el diálogo, antes de cualquier nombramiento o confirmación definitiva’, subrayó el Vaticano».

 

“Un tal Francisco”

Subraya el profesor Cala: En la primera y última notas ─cito solo dos, para no empalagar, porque son innúmeras─, tomadas de El Espectador y El Tiempo, queda la sensación de que se habla de «un tal Francisco», uno cualquiera, el que uno se imagine; pero no del líder mundial de la Iglesia católica. Por más sencillo y «desabrochado» que aparezca en sus primeras salidas en público el papa Jorge Mario Bergoglio, la mención del adjetivo ordinal ─olímpicamente desconocido por aquel miembro del Vaticano, que recomendó hablar apenas de Francisco─ lo distingue lejos, muy lejos, del resto de mortales que tienen el mismo nombre.

Como en gramática debemos atenernos a la taxatividad de la semántica (que no admite discusión) un número ordinal es ‘el adjetivo numeral que expresa la idea de orden o sucesión’. Así, decimos primero, segundo, quinto, sexto, décimotercero, nonagésimo, ducentésimo segundo, etcétera. Si, como insinuó el vocero del Vaticano, se desconoce el orden numeral, eso significa que el papa de la Iglesia católica tiene un simple alias, que parte de cero: Francisco cero. Eso contraviene no solo el precepto gramatical, sino la lógica: ¿Antes del primero qué, o quién hay?

El caso del cardenal argentino, ahora convertido en papa por elección de sus 114 connaturales de congregación, es el primero en la Historia de la Iglesia universal en adoptar el nombre de Francisco. Luego si es el primero ─como realmente lo es─, debe llamárselo Francisco I. ¡Tan sencillo como mirar el sol y estar seguro de que es de día!

 

Tolón Tilín

 El filólogo caldense Efraím Osorio López nos escribió desde Manizales a propósito del ejercicio de su homólogo santandereano:

Don Tomás: Estoy totalmente de acuerdo con el señor Cala. Cuando yo lo escribí por primera vez, le chanté el I, y, claro, me sentí luego regañado por las instrucciones de Roma, equivocadas en un ciento por ciento. Sería muy conveniente seguir, en campaña silenciosa, escribiendo el nombre de Su Santidad, FRANCISCO I, para no confundirlo, por ejemplo, con Pachito Santos.

RADIO Y TELEVISION

SEMANA

NO LA VUELVO A VER

María Jimena Duzán

En la serie no hay nadie de la sociedad civil que repudie sus prácticas, que no sea un mechudo simpatizante de la guerrilla.

Esta semana me puse en la tarea de ver la serie de los Tres Caínes de RCN, en la que se relata la historia de los hermanos Castaño y tomé la decisión de no volverla a sintonizar por una razón muy simple: porque insulta mi intelecto. 

No pude con la manera burda e irresponsable como se aborda una historia que ha dejado a miles de colombianos sin sus seres queridos, crímenes que en su gran mayoría siguen cubiertos por el manto de la impunidad. 

En la serie, los hermanos Castaño aparecen como almas providenciales destinadas a salvarnos de la hecatombe, así Gustavo Bolívar, el padre de esta criatura, insista en decir que eso no es cierto y que su defenestramiento está por venir. En los primeros capítulos queda claro cuál es el perfil de los Castaño: una familia acomodada, de Amalfi, con unos valores cristianos bien asentados, sufre un día una tragedia que les cambia la vida: su padre, un importante ganadero de la región, es asesinado por las Farc. Los hermanos juran vengar su muerte y se convierten en justicieros. Y como Batman, inician una batalla contra el mal en la que amparan sus atropellos bajo la tesis altruista de que el fin justifica los medios. 

En esa versión rosa del narcoparamilitarismo, estos jefes paramilitares no aparecen como psicópatas ordenando el asesinato de miles de campesinos para quedarse con sus tierras, las cuales iban convirtiendo en corredores estratégicos para exportar droga, sino como unos hombres de familia, convencidos de que sus atropellos son el costo que hay que pagar para cumplir su cruzada. 

Pero no solo esta versión sobre los Castaño es un insulto al intelecto. También lo es la manera escéptica como la serie plantea el fenómeno del narcoparamilitarismo. En los capítulos que he visto, no aparece ni un político, ni ningún militar implicado. Es como si las víctimas de los agentes del Estado no existieran y como si a la UP la hubiera matado una familia de supermanes criollos, un poco trastornados, pero, al fin y al cabo, bienintencionados. O como si los colombianos que murieron en el avión de Avianca hubieran sido una casualidad de la cruzada emprendida por limpiar el país de comunistas, antropólogos, sociólogos y de cuanto mechudo con pinta de izquierdista hubiera. 

En la serie no hay nadie de la sociedad civil que repudie sus prácticas, que no sea un mechudo simpatizante de la guerrilla. Y casi parece de lo más normal y lógico que las familias a quienes las Farc les han asesinado sus seres queridos les dé por montar un grupo narcoparamilitar, en lugar de acudir a la Policía. (Ergo, las familias que hemos sido víctimas de los narcoparamilitares tenemos que meternos a la guerrilla en lugar de ir a la Fiscalía). Esa Colombia tan primaria, tan previsible, tan de telenovela, dividida en dos bandos, puede ser incluso una buena historia de ficción, pero no puede presentarse como una serie histórica sobre la verdad del narcoparamilitarismo, como lo pretende Gustavo Bolívar. 

Y si insisten en hacerlo, como parece ser el caso, lo lógico es que esa pretensión suscite la indignación de la gente. Y no solo de las víctimas que se sienten estigmatizadas y melodramáticamente ignoradas, sino la de la sociedad en general. En las redes sociales la serie ha causado tal indignación que se está impulsando una campaña para que las empresas no pauten en la serie. 

Uno puede cuestionar la serie de Pablo Escobar por muchas falencias, entre ellas, la de que el personaje del narcotraficante matón, la eclipsó. Pero a diferencia de Tres Caínes, hubo un esfuerzo por investigar, por contar la historia desde el lado de las victimas y por darle un contexto con el propósito de explicarle a la audiencia que el narcotráfico corrompió a las instituciones colombianas y que Pablo Escobar era producto de ese poder. 

En cambio, en Tres Caínes este esfuerzo no se ve y lo que se advierte es un afán por sacrificar la verdad histórica no ya por razones ideológicas (que serían hasta más explicables), sino por razones estrictamente comerciales. Solo así se entiende que se hubiera optado por contar la historia del paramilitarismo desde el lado de los victimarios. Los malos atraen las grandes audiencias, así Gustavo Bolívar insista en que la serie está sustentada en una exhaustiva investigación y en miles de archivos de versiones de Justicia y Paz. 

No voy a ser ingenua: los canales producen estas series para ganar plata y están en todo su derecho. Sin embargo, eso no les da un cheque en blanco para que puedan lucrarse a costa de la verdad y de la estigmatización de las víctimas del narcoparamilitarismo, como ha sucedido en la serie de los Tres Caínes. Y si esa es la única opción que nos dan a los televidentes, pues yo, como ciudadana, ejerzo mi derecho a la protesta y no la vuelvo a ver. 

¿LOS MALOS SE TOMAN LA TV?

La controversia alrededor de la serie ‘Tres Caínes’ pone sobre el tapete el dilema de cómo se cuenta la historia del país en la pantalla chica.

En Colombia cada vez que sale una serie de televisión sobre algún episodio reciente relacionado con el narcotráfico o la violencia se genera un debate. Así sucedió con El cartel de los sapos, Escobar: El patrón del mal y muchas otras.  Sin embargo, la polémica que se ha producido alrededor del programa de RCN Tres Caínes ha sido mucho más grande que cualquiera de los casos anteriores.  

Las redes sociales están inundadas de mensajes sobre el tema. Y quizás por primera vez se está ejerciendo presión en forma masiva para que los anunciantes retiren sus pautas. Esto es un asunto delicado. El seriado está producido por RCN, un canal de televisión que siempre se ha caracterizado por los más altos estándares de contenido y entretenimiento. Su director y libretista, Gustavo Bolívar, ha despertado controversia por especializarse en temas de narcotráfico, pero hasta ahora los niveles de sintonía de sus producciones demostraban que eso era lo que querían los colombianos. Sus últimos dos productos, Sin tetas no hay paraíso y El capo, fueron grandes éxitos.  

Todo esto hace pensar que la feroz campaña contra Tres Caínes puede tener solamente dos explicaciones: o el país está hastiado de estos temas y se rebosó la copa, o el paramilitarismo indigna más que el narcotráfico. Las dos cosas parecen tener algo de cierto. El número de seriados y telenovelas que se ha hecho sobre la mafia y la coca ha aumentado año tras año desde que esta temática comenzó con La viuda de la mafia en 2004. 

Después de esta apareció Sin tetas no hay paraíso, luego El capo, seguido por Las muñecas de la mafia y así sucesivamente hasta llegar a Pablo Escobar y a los hermanos Castaño. Y por lo que se ve esta tendencia no va a parar por ahora. En este momento están en producción una serie de Fox Telecolombia sobre Gonzalo Rodríguez Gacha, el Mexicano, y otra de RTI sobre Griselda Blanco, la reina de la coca recientemente asesinada. En esto parece haber algo de saturación, pero eso lo decidirá la audiencia que es la que hasta ahora ha jalonado ese tipo de programas.   

Inicialmente estas telenovelas eran solo ficción. Se había simplemente creado un género propio de Colombia, así como el western era propio de los Estados Unidos. Todo esto cambió con El cartel de los sapos, una serie basada en el cartel del Norte del Valle protagonizada por Manolo Cardona. A esta le fue tan bien que hubo temporada uno, temporada dos y luego película. Ese era el mundo de Iván Urdinola, de Víctor Patiño, de Pacho Herrera, del Hombre del overol, de Chupeta, de Rasguño, de don Diego, de Jabón, etcétera. Aunque eran menos conocidos que los carteles de Medellín y de Cali, la historia real de los amores, los odios y los asesinatos de esos capos era tan apasionante que enganchó a buena parte del país.     

De ahí en adelante, sin embargo, las cosas se complicaron. Porque así como El cartel de los sapos se limitó a retratar la vida de los mafiosos, en El patrón del mal y en los Caínes por necesidades de la historia tocaba poner en el libreto el papel que habían jugado‘los buenos’.Y muchos de esos buenos han sido presidentes, candidatos, ministros, militares, autoridades judiciales o periodistas que están vivos, y si están muertos tienen familias que cuidan su legado. Esto ha producido fricciones, pues en esos seriados por lo general los malos acaban pareciendo mucho más interesantes que los buenos. Estos últimos parecen a veces débiles o caricaturizados, por lo menos eso piensan sus allegados. 

Lo que llama la atención, sin embargo, es la diferencia de tratamiento que han tenido El patrón del mal y Tres Caínes. La serie sobre el jefe del cartel de Medellín es probablemente la mejor producción que se haya realizado hasta ahora en Colombia. El canal Caracol hizo una apuesta con muchos riesgos y muy costosa. El riesgo consistía por un lado en revivir al mayor delincuente que ha habido en la historia de Colombia mientras estaban aún abiertas las heridas que su trayectoria criminal había dejado. 

Por otra parte, el seriado tenía que meterse con las vacas sagradas del establecimiento colombiano ya que todas habían sido protagonistas de una u otra forma en esa etapa de la historia del país. Ante estos dos retos el director y los guionistas decidieron ceñirse milimétricamente a la realidad. La vida del capo estaba tan documentada que lo mejor era simplemente no agregarle elementos de ficción para mejorar el libreto. 

También había riesgos económicos considerables. Caracol invirtió alrededor de 300 millones de pesos por capítulo, una cifra sin antecedentes en el país. Esta inversión se vio claramente en la calidad de la actuación, las locaciones, la ambientación, las escenas multitudinarias, etcétera. A pesar de que el rating fue inicialmente espectacular y posteriormente muy bueno, el resultado comercial no fue óptimo. El patrón del mal costó tanto que no dio utilidad en el país. 

Sin embargo, como se ha convertido en el producto de mostrar de la televisión colombiana, las ventas internacionales han sido excelentes y ya superan los 5 millones de dólares. La serie de Escobar ha tenido el primer lugar de sintonía en varios países y en algunos como Cuba se ha convertido en una obsesión. Y recientemente sucedió algo que sorprendió hasta a los directivos de Caracol: el portal suizo The Wit, especializado en analizar tendencias televisivas internacionales, acaba de anunciar que incluyó al Patrón del mal en la lista de los 50 programas que han cambiado la industria de la televisión en el mundo. En esta están incluidos clásicos como Plaza Sésamo, Dallas, Columbo, Star Trek y Jeopardy. 

Tres Caínes es un producto diferente, pues la vida de los Castaño está definitivamente mucho menos documentada que la de Escobar. El seriado por lo tanto combina una investigación completa en lo que se refiere a la carrera criminal de los hermanos con una parte de ficción sobre sus vidas privadas para hacer más interesante el guion. Aunque la serie ha sido criticada por violenta, la verdad es que tiene menos bala que cualquier serie norteamericana. Además, apenas está empezando pues faltan más de tres cuartas partes, en las que seguramente se verá a los hermanos matándose los unos con los otros haciendo honor al título del programa. Las víctimas del paramilitarismo, que hasta ahora no han aparecido, van a estar presentes en los siguientes capítulos, según el director Gustavo Bolívar.   

El paramilitarismo es una actividad repugnante, pero no más que el narcoterrorismo. El debate sobre si hay o no apología del delito al evocar la vida de sus cabezas se podría aplicar tanto para el uno como para el otro. Ese tipo de polémica siempre se presenta cuando se lleva a la pantalla la vida de algún símbolo del mal. Cada vez que se haga una película sobre Hitler o sobre Osama Bin Laden alguien va a decir que se está humanizando al monstruo o que había alguna justificación en las barbaridades que hizo. 

Por el contrario, también se podría decir que mostrar la cruda realidad de esas aberraciones lejos de ser una apología es una forma de recordar para que nunca vuelva a repetirse. En un país como Colombia, donde prácticamente no hay libros de historia, hacer series de televisión sobre esos episodios les brinda a las nuevas generaciones la única posibilidad de conocer su pasado.   

El gran interrogante entonces es por qué Tres Caínes ha generado un movimiento en contra tan fuerte en las redes sociales. La explicación parece ser porque las víctimas del paramilitarismo tienen una caja de resonancia superior a la de cualquier sector de la sociedad. El enemigo de las autodefensas es por definición la izquierda que está representada por múltiples ONG, organizaciones de derechos humanos y columnistas y académicos que constituyen una fuerza importante entre la opinión pública. 

Esta protesta ha producido que en el caso de ciertos anunciantes se está aplicando una doble moral. Algunos que pautaron en El patrón del mal y en otra telenovelas de narcotráfico han preferido no estar presentes en la controversia de Tres Caínes. Esto no tiene mucha coherencia, pues es difícil establecer diferencias morales entre esos dos fenómenos y menos cuando han estado tan conectados. En el caso de El patrón del mal, el sindicato antioqueño prefirió abstenerse de apoyar publicitariamente ese proyecto. Antioquia vivió más que ninguna otra región del país el flagelo de Pablo Escobar y eso inevitablemente había producido susceptibilidades respetables. Esa decisión se tomó por iniciativa propia y todo anunciante tiene el derecho de pautar libremente donde lo considere conveniente. 

Lo grave del caso de Tres Caínes es que no se ha tratado de decisiones por iniciativa propia sino de presiones para un boicot. Eso constituye un antecedente peligroso. No es sano  que se intente condicionar o manipular el contenido de la televisión con la inversión publicitaria. Si el día de mañana a un grupo de empresarios no le gusta la política editorial de un noticiero o de un periódico, pueden legítimamente condicionar su pauta a que la información tenga el sesgo o el enfoque que les guste. La independencia de los medios no necesariamente le tiene que gustar a todos, pero sí le conviene a todos. 

El paramilitarismo es tal vez el fenómeno más importante que ha vivido la historia de Colombia en los últimos 25 años. Taparlo no tiene sentido. Es como intentar excluir el nazismo de la historia de Alemania. Lo que hay que hacer es tratar el tema con equilibrio y responsabilidad. Conocer esa parte del pasado del país es conveniente. Puede que no sea del gusto de todo el mundo. Pero el que no quiera ver este capítulo de la historia lo único que tiene que hacer es cambiar de canal.

EL TIEMPO

LA SEMANA DE LA MALA TV

Ómar Rincón

Y llegó la Semana Santa en la que más que rezar se descansa con mala TV.

Ante el tedio de estos días, he aquí algunos apuntes para distraer el aburrimiento.

Carolina Gómez como presentadora de La pista lo hace maravillosamente: belleza y personalidad que convierte la espontaneidad en hallazgo y hace que algo que en otros es obvio se convierta en la clave del programa.

Diego Molano, director del ICBF, fue sublime al explicar por qué pauta la publicidad de heroísmo infantil en Tres Caínes: “Creo que no debemos renunciar a estar ahí. Si es ahí donde están los violentos, ahí llegamos”. O sea, el señor que cuida a los niños cree que los violentos son los televidentes que ven la serie y no los paramiltares, guerrilleros, narcos y corruptos. ¡Qué estupidez!

Tres Caínes: está bien escrito y hecho, con una historia que hay que contar y que gusta más o menos. Solo una pregunta: ¿esta es la memoria que celebra RCN? Hay que contar la realidad sin celebrar a los violentos.

Sebastián Martínez como galán es refrescante porque es de las pocas estrellas que tenemos y se ve muy tierno en Allá te espero: actuación tranquila, sutil, buscando comunicar un sentimiento más que hacerse notar como el bonito sin cabeza.

Los puros criollos (Señalcolombia) se merece sus premios y reconocimientos. Busca otro tono para contar nuestra identidad, más televisivo y menos ilustrado.

Cristovisión sin tantos ‘enviados a Roma’, ni ‘en directo’ evitó la palabrería insulsa y la bobería y logró transmisiones más comunicativas. Supo analizar y comentar la noticia que fue la misma para todos y se dijo al mismo tiempo, el nuevo papa, y por la que no había que estar en Roma, solo investigar y analizar mejor.

El señor Vélez es el nuevo presentador-enviado especial de Caracol: está en todas partes para decir lo mismo que todos los enviados especiales de los canales. Nada especial en Chavezuela, ni desde Roma. Parece que Caracol no contrató a un director de noticias sino a un enviado internacional. Y se nota Caracol es más look que información-país.

El papa Francisco encantó. Y en Semana Santa cantamos en ritmo de letanía: “Francisco, juega por nosotros”.

PANTALLA & DIAL

Mintic complacerá a Santodomingo

Todo indica que el Ministerio de las Tecnologías y las Comunicaciones, Mintic, le dará una ayuda al grupo Santodomingo  para fortalecer y ampliar el cubrimiento de la cadena Blu. Con tal fin, el ente que “controla” el espectro electromagnético, abrirá una licitación para la entrega de dos frecuencias en las principales ciudades.

Caracol radio no es rentable para PRISA

Pensábamos  que Caracol Colombia era la empresa que más les facturaba a los españoles a este lado del Atlántico. La realidad es otra, si bien tiene más ingresos que Prisa España, gracias a la crisis que están atravesando los europeos, en América las  más rentables están en México y Chile.

Peligra Artunduaga en TODELAR

Los hermanos Carlos Arturo y Olga Lucía Tobón Kaim le han dado plazo a Edgard Artunduaga hasta julio para que ubique el noticiero de La Z en la vanguardia informativa, de  lo contrario, esta frecuencia tendría una nueva razón social: Radio Tiempo emisora de La Organización Olímpica.

Don Jediondo es un cochino

En Boyacá no entienden como el seudo humorista Pedro González se bautizó como “don Jediondo”. En esta región es costumbre “degenerar” los fonemas. Por ejemplo, no se dice fuerte, sino juerte, fulano, sino julano. Por lo tanto, jediondo viene de hediondo, que no es otra cosa que algo que produce un olor desagradable, fétido y de mal gusto. ¿Ahora se entiende la razón por la cual cada vez que abre su jeta dice cualquier cochinada?

Emisora comunitaria de tunja en primeros lugares

 La 101.1 FM se ubica en el quinto lugar de sintonía, sugún el más reciente estudio ECAR. En la capital boyacense tienen frecuencias RCN, Caracol y La W, además de otras emisoras independientes y la Radio Nacional. Lo anterior demuestra muy a las claras que cuando se hace una  radio objetiva y respetuosa, se tiene eco en la audiencia. La gran alternativa de la radio puede estar en estas frecuencias  comunitarias. El gestor de la programación y orientación de Radio Positiva, 101.1 FM fue Raúl Marmolejo, periodista de la camada de Todelar Stereo, de donde salieron Gloria Franco como directora de Elenco, Juan Carlos López, periodista consentido de CNN, William Rincón ex Radio Caracol y César Camargo, empresario radial.

Villegas se defiende en Café Caracol

Rafael Villegas es el nuevo conductor del espacio sabatino, que acertadamente dirigió y presentó Hernán Peláez. Se ha defendido. Sin embargo continuamos extrañando la calidez, memoria y agilidad del ingeniero. En una reciente entrega del Café Caracol, Rafael volvió a entrevistar  a Gabriel Muñoz López y nos sirvió para evaluar a los dos conductores. Peláez aprovechó más a Gabriel, en un diálogo, en el que el entrevistado, comentó a su interlocutor los momentos estelares de sus experiencias. Con Rafael, Muñoz López, narró parte de su paso por la radio, con respuestas que no dejaron mucho al encanto de los románticos de la radio. Rafael es un periodista estudioso y respetuoso, quien seguramente con el tiempo le dará más ritmo al Café Caracol.

No más publicidad

Esperamos que por el bien de la imagen positiva de Colombia, las empresas que invierten en publicidad sigan el ejemplo de las cuentas que decidieron retirar su pauta de “Los Tres Caínes”, seriado que no es otra cosa que una apología el crimen. Esperamos que esta política también la apliquen en la radio vulgar e irreverente, por el bien de nuestros medios audiovisuales y hablados.

City Tv y El Tiempo cambiarán de imagen

Las dos empresas actualizarán sus imágenes corporativas y se  llegará a la audiencia en tercera dimensión. En El Tiempo la situación es preocupante, da un paso atrás, vuelve a los equipos de ventas. Definitivamente los Santos, son excelentes negociantes: vendieron El Tiempo en el momento oportuno. Carlos Sarmiento Angulo se enhuesó con lo que en su momento creyó era un buen negocio.

Clones equivocados.

He escuchado a un par de “narradores” de fútbol en televisión, imitando a quien no es relator, es más un voceador de prensa de la primera mitad del siglo XX, quienes en su afán de vender periódicos anunciaban los titulares a una velocidad inimaginable. A estos noveles aspirantes a narradores, les recuerdo que los grandes locutores que dejaron huella y logran contratos en el exterior, tuvieron como norma la dicción y la pausa. Andrés Salcedo, Humberto Jaimes,  Gabriel Muñoz L, Jairo Alonso Vargas, siempre diferenciaron lo que era narrar en televisión y hacerlo en radio. Por lo anterior los que saben de radio, televisión y fútbol, hoy le bajan el volumen a sus televisores para disfrutar del espectáculo, Hernán Peláez, Wbeimar Muñoz C, Pastor Londoño y Hernando Perdomo Ch, autoridades en la materia.

Exitosos ex promotores.

Raúl “copetín” Campos y Leonidas Núñez, comenzaron su actividad profesional en Codiscos y la terminaron en Sony. La experiencia adquirida en Sony fue definitiva en la proyección de sus afanes profesionales. Raúl, productor y empresario artístico, ha logrado un acierto con Los Cincuenta de Joselito y la contratación de artistas de la talla de Juan Gabriel, Luis Aguilar, entre otros. Leonidas Núñez, al frente de estudio de producción de televisión, videos y sonido, se ha constituido en un soporte importante para las nuevas generaciones artísticas. Raúl y Leonidas, coinciden en declarar, “hicimos el curso en el kínder de Codiscos, nos graduamos en CBS y Sony e hicimos la especialización con Ricardo Leyva”.

 

Cubrimiento desde Roma

 Resultó bueno el cubrimiento de RCN Radio de la elección del Papa Francisco. Antonio José Caballero es un estudioso y conocedor  de los temas católicos. Le ayuda que vivió en Italia, habla italiano y ha estado en las elecciones de Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora Francisco. Desde Roma, Antonio José sorteó las inquietudes que le planteaba el equipo noticioso, orquestado por su directora Yolanda Ruiz, quien día a día conquista, gracias a algo sencillo: los noticieros deben producir noticias

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El equipo de Caracol en Roma

Darío Arizmendi aprovechó su amistad con César Mauricio Velásquez, ex embajador en la Santa Sede y que ahora adelanta una maestría de comunicación en Roma, para que hablara sobre el cónclave y  le invitara distinguidos personajes de la curia.

 Uno de los personajes que fue desaprovechado por Caracol fue al padre Bernardo Estrada, antioqueño para más señas y sacerdote desde hace 30 años, pero es quien más sabe sobre el tema de Biblia en la actualidad. Domina varios idiomas y fue consejero de Benedicto XVI, con quien hablaba en alemán, sobre temas del Antiguo Testamento.

 

Seriedad por favor

Con las manos en los rostros por la vergüenza que produce hacer el ridículo quedaron algunos periodistas al especular sobre los candidatos al papado.

 Muchos creen que se trata de un reality y pierden la dimensión al soltar verdaderas estupideces y comentarios salidos de tono. Los medios fallaron al invitar a personas que no tienen ni idea del tema y que sueltan cualquier apreciación sin pensarla.

Podrán pasar años y miles de papas, pero la Iglesia nunca aprobará ni dará su brazo a torcer sobre temas como el aborto, la homosexualidad, la adopción de niños por parejas del mismo sexo, entre otros.

 

Déficit de animadores

Este evento evidenció la escasez de animadores y maestros de ceremonias que tienen nuestros medios audiovisuales. Atrás quedaron los tiempos de los grandes presentadores como Jorge Antonio Vega, Otto Greiffenstein, Álvaro Monroy Guzmán, Pacheco, Gloria Valencia de Castaño, Alberto Piedrahita Pacheco, José Alarcón Leal, Jairo Alonso Vargas, entre otros. La trilogía, Andrea Sena, Jorge Alfredo Vargas y Juan Lalinde, hicieron gala de gran capacidad de sacrificio y mística por Teletón y fueron quienes a lo largo del desarrollo de este evento le infundieron un gran entusiasmo y compromiso a quienes estuvieron pendientes del gigante programa. El gran negocio lo hizo Claro, empresa que cobraba 5000, pesos por llamada, de los que 4000, iban para la causa y 1000, para ellos.

 

Luis Carlos Vélez

Al afán de figuración del director del director de noticias del Canal Caracol no tiene límites. Lo vimos en el cubrimiento del cónclave en Roma, tan pronto se produjo el deceso del Presidente Chávez, no tuvo ningún problema en viajar a Caracas para estar en pantalla y  para continuar en lo mismo, regresó a Roma ¡!!.Luis Carlos, Caracol Televisión tiene una buena nómina de periodistas para cubrir cualquier acontecimiento en cualquier parte del mundo. Con que usted aparezca en primer plano en las promociones del informativo ya es muestra de su megalomanía.

 

 Nuevos pastores ¡!!

“Sorprenderse es comenzar a entender”. Ayer señalados comopayoleros, hoy son predicadores y fanáticos del Evangelio. ¿John Jairo Mégudan y Jota Fernando, reparten bendiciones a diestra y siniestra. Con la diestra bendicen y con la siniestra cobran. Jota Fernando director de Rumba Stereo  no acepta disjokeys que no sean cristianos. El mas reciente slogan de Rumba “Creciendo en bendiciones y sintonía”. Esto es hacer radio objetiva uepajé. El otro pastor Mégudan, es el comisionista de Blu, por conseguirle frecuencias.

La otra cara de la moneda está en “la nueva alternativa de la radio”. En Blu, no aceptaron a  Humberto Cancio, como conductor de un espacio de música tropical y salsa, por considerar que la temática de la lírica de este género musical reñía con las creencias religiosas de Cancio, Pastor de una iglesia cristiana. Por lo que la voz oficial de Caracol Televisión no tuvo espacio en Blu. Doctores tienen estas iglesias de garaje y Blu.

 

Radio Santa Fe.

El slogan que fue toda un institución en los años dorados de la republicana frecuencia, la mas bogotana de todas las emisoras, “aquí y en todas partes Radio Santa Fe”. Hoy la escuchamos promocionando a un frecuencia que es un triste caricatura de lo que fue esta estación. Las hermanas Bernal han debido, por respeto a la memoria de Padre, Jorge Bernal, en el acuerdo con Caracol Radio, permitir que se le hubiera cambiado el nombre por el de Radio Recuerdos.

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