Estado del clima en América Latina y el Caribe en 2022

Estado del clima en Am?rica Latina y el Caribe en 2022

OMM-N? 1322

TIEMPO CLIMA AGUA

Necesitamos su opini?n

Este a?o, el equipo de la Organizaci?n Meteorol?gica Mundial (OMM) ha puesto en marcha un proceso para recabar opiniones sobre los informes que tratan el estado del clima y las ?reas que deben mejorarse. Una vez que haya terminado de leer la presente publicaci?n, le rogamos nos d? su opini?n a trav?s de esta breve encuesta. Le agradecemos mucho su aportaci?n.

Imagen de portada: Playa, Azul y Caribe_LAC_beach-84531_Varadero_Cuba_Source_PublicDomainPictures, Pixabay.

OMM-N? 1322 ? Organizaci?n Meteorol?gica Mundial, 2023

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ISBN 978-92-63-31322-5

NOTA

Las denominaciones empleadas en las publicaciones de la OMM y la forma en que aparecen presentados los datos que contienen no entra?an, de parte de la Organizaci?n, juicio alguno sobre la condici?n jur?dica de ninguno de los pa?ses, territorios, ciudades o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitaci?n de sus fronteras o l?mites.

La menci?n de determinados productos o sociedades mercantiles no implica que la OMM los favorezca o recomiende con preferencia a otros an?logos que no se mencionan ni se anuncian.

Las observaciones, interpretaciones y conclusiones expresadas en las publicaciones de la OMM por autores cuyo nombre se menciona son ?nicamente las del autor y no reflejan necesariamente las de la Organizaci?n ni las de sus Miembros.

?ndice

Mensajes principales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

Contexto clim?tico global . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Clima regional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 Principales factores condicionantes del clima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 Temperatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Precipitaci?n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Glaciares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 Nivel del mar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Fen?menos extremos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 Ciclones tropicales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 Precipitaciones intensas e inundaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 Sequ?as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Olas de calor e incendios forestales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 Olas de fr?o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

Observaciones que constituyen la base del monitoreo del clima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

Impactos y riesgos relacionados con el clima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 Poblaci?n afectada y da?os . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 Agricultura y seguridad alimentaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 Recursos h?dricos y producci?n de energ?a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

Mejora de las pol?ticas de adaptaci?n y resiliencia al clima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Actualizaci?n de las prioridades sectoriales de la regi?n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Fortalecimiento del papel de los Servicios Meteorol?gicos e Hidrol?gicos Nacionales en apoyo de una agricultura resiliente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Mejora de los sistemas de informaci?n y los sistemas de alerta temprana sobre peligros m?ltiples, la pol?tica clim?tica y los servicios clim?ticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 Potenciaci?n de las energ?as renovables para un desarrollo resiliente y sostenible . . . . . . . . . . . 26 Mejora de los servicios clim?ticos para la transici?n energ?tica hacia emisiones netas cero . . . . . . 26

Conjuntos de datos y metodolog?a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

Lista de colaboradores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Mensajes principales

En Am?rica Latina y El Caribe, el 2022 no fue tan c?lido como el 2021. No obstante, en el per?odo comprendido entre 1991 y 2022 se observa una tendencia de calentamiento medio de aproximadamente 0,2 ?C por decenio (que es mayor en M?xico y el Caribe), la cual es la m?s acusada desde que se comenzaron a registrar las climatolog?as de 30 a?os en 1900.

El nivel del mar sigui? aumentando a un ritmo mayor en el Atl?ntico Sur y el Atl?ntico Norte subtropical respecto de la media mundial, lo que pone en peligro a las zonas costeras continentales y a varios pa?ses y peque?os Estados insulares en desarrollo de Am?rica Latina y el Caribe.

Las tormentas tropicales, en particular los huracanes Fiona, Lisa e Ian, causaron da?os importantes en Am?rica Central y el Caribe. El hurac?n Fiona es el tercer hurac?n que m?s p?rdidas econ?micas provoc? del que se tiene constancia (desde 1980): ocasion? da?os por valor de 2 500 millones de d?lares de los Estados Unidos de Am?rica a un Puerto Rico gravemente afectado.

Las crecidas y los deslizamientos de tierra provocados por lluvias intensas causaron cientos de v?ctimas mortales y miles de millones de d?lares en p?rdidas econ?micas en toda la regi?n. En tan solo unas pocas semanas, del 15 de febrero al 20 de marzo, dos desastres relacionados con las lluvias arrasaron Petr?polis (estado de R?o de Janeiro, Brasil) y provocaron 230 muertes.

Las condiciones prolongadas de sequ?a contribuyeron a los efectos negativos en varios sectores econ?micos de la regi?n, a saber, el agr?cola, el de la energ?a, el del transporte y el del suministro de agua. En el Brasil, el ?ndice de producci?n agr?cola cay? un 5,2 % en el primer trimestre de 2022 respecto del mismo per?odo de 2021 debido a una disminuci?n de la producci?n de soja y ma?z.

Las temperaturas excepcionalmente altas, la baja humedad del aire y la sequ?a severa provocaron per?odos de incendios forestales sin precedentes en muchos pa?ses de Am?rica del Sur. En enero y febrero, la Argentina y el Paraguay registraron un aumento del 283 % y el 258 %, respectivamente, en el n?mero de focos detectados en comparaci?n con el promedio del per?odo comprendido de 2001 a 2021 y las emisiones de CO provocadas por los incendios forestales de enero a marzo fueron las m?s altas de los ?ltimos 20 a?os.

En la cuenca del Paran?-La Plata, la ca?da de la producci?n hidroel?ctrica en 2022 debido a los bajos caudales de los r?os oblig? a los pa?ses a sustituir las fuentes de energ?a hidroel?ctrica por combustibles f?siles, lo que obstaculiz? las medidas de transici?n energ?tica destinadas a lograr emisiones netas de valor cero.

La capacidad en energ?as renovables de la regi?n aument? un 33 % entre 2015 y 2020. No obstante, es necesario acelerar el ritmo, ya que se prev? un aumento de la demanda de electricidad de un 48 % de 2020 a 2030. Adem?s del importante potencial hidroel?ctrico de Am?rica Latina y el Caribe, existen recursos solares y e?licos sin explotar, que representaron el 16 % de la generaci?n total de energ?as renovables en 2020.

Para adaptarse de forma m?s eficaz a las consecuencias del cambio clim?tico y al consiguiente aumento de la intensidad y la frecuencia de muchos fen?menos meteorol?gicos y clim?ticos extremos, la poblaci?n de Am?rica Latina y el Caribe debe conocer mejor los riesgos relacionados con el clima y los sistemas de alerta temprana de la regi?n deben emplear mecanismos multidisciplinarios perfeccionados.

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