El cambio de dieta al Cristo celestial como alimento único ...

BOSQUEJOS DEL ESTUDIO DE CRISTALIZACI?N

Mensaje nueve

El cambio de dieta al Cristo celestial como alimento ?nico para el pueblo de Dios

Lectura b?blica: ?x. 16:1-36; Nm. 11:6-9; Jn. 6:31-35, 48-51, 57-58

I. El Cristo celestial es la realidad del man? celestial que Dios le envi? a Su pueblo escogido para que fuese su suministro diario--Jn. 6:31-35, 48-51, 57-58:

A. Cristo es el pan celestial como pan que descendi? del cielo-- vs. 31-32, 41-42, 50-51.

B. ?l es el pan de Dios como Aquel que proviene de Dios, que fue enviado por Dios y que estaba con Dios--v. 33.

C. Cristo es el pan de vida como pan con vida eterna, con zo?; el pan de vida se ref iere a la naturaleza del pan, la cual es vida; es como el ?rbol de la vida, que tambi?n es el suministro de vida que es "bueno para comer"--vs. 35, 48; Gn. 2:9.

D. ?l es el pan vivo; esto se ref iere a la condici?n del pan, la cual es viviente--Jn. 6:51.

E. ?l es el pan verdadero; ?l es verdadero alimento, y todos los dem?s alimentos son sombras de ?l como alimento verdadero; la realidad del alimento que comemos diariamente es Jesucristo--v. 32.

II. "Como me envi? el Padre viviente, y Yo vivo por causa del Padre, asimismo el que me come, ?l tambi?n vivir? por causa de M? [...] El Esp?ritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son esp?ritu y son vida"--vs. 57, 63:

A. Comer es ingerir el alimento para que sea asimilado en nuestro cuerpo org?nicamente; por lo tanto, comer al Se?or Jes?s es recibirle para que ?l, como vida, sea asimilado por el nuevo hombre regenerado.

B. No vivimos por Cristo sino por causa de Cristo, al tomarle como nuestro elemento que nos vigoriza y el factor que nos abastece; vivimos a Cristo en Su resurrecci?n, y vivimos a Cristo al comerle--G?. 2:20; Fil. 1:19-21a.

C. Comemos al Se?or Jes?s como nuestro alimento espiritual, recibi?ndole como Esp?ritu que da vida, al comer Sus palabras que son esp?ritu y vida, recibiendo Sus palabras con toda oraci?n--Jer. 15:16 y la nota; Ef. 6:17-18:

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1. Las palabras que ?l nos habla son la corporif icaci?n del Esp?ritu de vida; ?l ahora es el Esp?ritu vivif icante en resurrecci?n, y el Esp?ritu est? corporif icado en Sus palabras.

2. Cuando recibimos Sus palabras al ejercitar nuestro esp?ritu, recibimos al Esp?ritu, quien da vida--cfr. Himnos, #291.

III. La verdad profunda hallada en ?xodo 16 consiste en que Dios desea cambiar nuestra dieta por una dieta de Cristo como el verdadero man? que Dios el Padre nos env?a para que seamos reconstituidos con Cristo y vivamos por causa de Cristo a fin de hacernos la morada de Dios en el universo; en todo el libro de ?xodo no hay otro asunto m?s crucial que ?ste:

A. A pesar de que el pueblo de Dios fue sacado de Egipto y llevado al desierto de separaci?n, ellos a?n estaban constituidos del elemento de Egipto, el cual representa el mundo; la intenci?n de Dios era cambiar su elemento al cambiarles la dieta a f in de cambiar la naturaleza de Su pueblo; ?l deseaba cambiar su ser, su constituci?n misma, para hacer de ellos un pueblo celestial que estuviese constituido del Cristo celestial y hubiese sido transformado con ?l.

B. Por cuarenta a?os Dios no les dio a los hijos de Israel ninguna otra cosa para comer sino man? (16:35; Nm. 11:6); esto muestra que la intenci?n de Dios al efectuar Su salvaci?n es forjarse en los que han cre?do en Cristo y cambiar su constituci?n intr?nseca aliment?ndolos de Cristo, su ?nico alimento celestial, a f in de ser hechos aptos para edif icar la iglesia como morada de Dios; de hecho, despu?s de ser reconstituidos con Cristo, los propios creyentes llegan a ser la morada de Dios-- cfr. 1 Co. 3:16-17; 6:19; 2 Co. 6:16; 1 Ti. 3:15; He. 3:6; Ap. 21:2-3.

C. La manera en que Dios toma medidas con respecto a la carne de Su pueblo es ponerla a un lado y no alimentarla; por esta raz?n, ?l cambia la dieta de Su pueblo y le env?a alimentos que a su carne no le gustan; el pueblo de Israel detestaba el sabor celestial del man? y apetec?a desenfrenadamente el sabor mundano de la comida egipcia--Nm. 11:5-6.

D. La dieta egipcia denota todas las cosas de las cuales deseamos alimentarnos para hallar satisfacci?n; los Estados Unidos es el pa?s principal en lo que se ref iere a la dieta egipcia, esto es,

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al entretenimiento mundano; todo cuanto deseamos, todo aquello de lo cual tenemos hambre y sed, es la dieta seg?n la cual nuestro ser ha sido constituido. E. Por una parte, el man? celestial nos nutre y nos sana; por otra, elimina las cosas negativas en nosotros. F. ?Cu?n maravilloso es que Dios no le diera a comer al pueblo otra cosa que man?!; esto indica que ?l no les dio a ellos nada m?s que Cristo; ?que el Se?or nos quite el deseo y apetito por todo lo que no es Cristo! G. Al alimentarse del man?, el pueblo de Dios f inalmente se convirti? en man?; necesitamos ser reconstituidos al comer a Cristo, a f in de que sea edif icada la iglesia como morada de Dios; que el Se?or cambie nuestra dieta de tal modo que seamos reconstituidos con Cristo y lleguemos a ser la morada de Dios--Mt. 16:18. H. Junto con el cambio de dieta, necesitamos un cambio de apetito; el Se?or Jes?s dijo: "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece"--Jn. 6:27: 1. Cuando hablamos de comida, nos referimos a algo que inge-

rimos para nuestra satisfacci?n; Cristo mismo es la ?nica comida que no perece; esta comida a vida eterna permanece. 2. Nuestra comida es todo lo que nos satisface, fortalece y sostiene; la ?nica comida que tomamos para nuestro sustento, fortaleza y satisfacci?n tiene que ser solamente Cristo. 3. Todos los que han sido regenerados necesitan cambiar su dieta, a f in de que su apetito cambie; la intenci?n de Dios es eliminar la dieta mundana y limitarnos a una dieta de comida celestial, la cual es Cristo. 4. Todos debemos poder decir: "El Se?or es el ?nico que me satisface. Fuera de ?l no tengo ninguna satisfacci?n. Cada d?a soy fortalecido y sostenido por Cristo. ?l es la ?nica comida de la cual dependo". I. La ?nica comida que tomamos para nuestro sustento, fortaleza y satisfacci?n tiene que ser Cristo, y el ?nico ministerio que se halla en el Nuevo Testamento es el que nos transmite a Cristo, la ?nica comida para el pueblo de Dios--Nm. 11:5-6; cfr. Hch. 1:17, 25; 2 Co. 4:1; 1 Ti. 1:12; 2 Co. 3:6.

IV. Necesitamos ver y experimentar las caracter?sticas de

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Cristo como nuestro ?nico alimento, como nuestro man? diario, con miras a nuestra transformaci?n metab?lica:

A. El man? es un misterio--?x. 16:15; Col. 2:2; Is. 9:6; Ef. 3:4; Jn. 3:8: 1. La palabra hebrea man hu, de la cual se deriva la palabra man?, signif ica "?Qu? es esto?"--?x. 16:15. 2. As? como no podemos analizar el man? ni explicarlo, tampoco podemos analizar ni explicar al Se?or Jes?s; para la gente del mundo, Cristo es el verdadero man?, el verdadero "?qu? es esto?".

B. El man? es un milagro duradero; el man? era enviado cada ma?ana y ten?a que ser recogido cada ma?ana; esto indica que no podemos almacenar el suministro de Cristo, sino que tenemos que experimentar a Cristo como nuestro suministro de vida diariamente, ma?ana tras ma?ana; Cristo como nuestro alimento durar? por la eternidad--vs. 4, 21; cfr. Mt. 6:34.

C. El man? viene del cielo; por un lado, el Se?or Jes?s es el "pan del cielo"; por otro, ?l es "el pan de Dios", Aquel que descendi? del cielo para ser nuestro alimento--?x. 16:4; Jn. 6:32-33, 51.

D. El man? viene junto con el roc?o, el cual representa la gracia del Se?or que nos da refrigerio y nos riega, gracia que es introducida por las compasiones siempre nuevas de Dios; la gracia es Dios que llega a nosotros para darnos refrigerio y regarnos--?x. 16:13-14; Nm. 11:9; Sal. 133:3; Lm. 3:22-23; He. 4:16; Sal. 110:3.

E. El man? viene en la ma?ana, lo cual indica que nos da un nuevo comienzo al tener nosotros un contacto vivo con el Se?or--?x. 16:21; cfr. Cnt. 1:6b; 7:12; Jn. 5:39-40; Ro. 6:4; 7:6.

F. El man? es peque?o; Cristo naci? en un pesebre, y se crio en la casa de un carpintero en una ciudad peque?a y menospreciada; esto indica que el Se?or no exhibi? Su grandeza, sino que pref iri? ser peque?o a los ojos de los hombres--?x. 16:14; Lc. 2:12; Jn. 6:35; cfr. Jue. 9:9, 11, 13; Mt. 13:31-32.

G. El man? es f ino, lo cual indica que Cristo es parejo y equilibrado y que se hizo lo suf icientemente peque?o como para que podamos comerlo--?x. 16:14; Jn. 6:12.

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H. El man? es redondo, lo cual indica que como alimento nuestro, Cristo es eterno, perfecto y completo, sin carencias ni defectos--?x. 16:14; Jn. 8:58.

I. El man? es blanco, lo cual muestra que Cristo es limpio y puro, sin mixtura alguna--?x. 16:31; Sal. 12:6; 119:140; 2 Co. 11:3b.

J. El man? es como escarcha, lo cual signif ica que Cristo no solamente nos refresca y da refrigerio, sino que tambi?n mata todo lo negativo en nuestro ser--?x. 16:14; Pr. 17:27.

K. El man? es como semilla de cilantro, lo cual indica que Cristo est? lleno de vida, la cual crece en nuestro ser y se multiplica-- ?x. 16:31; Nm. 11:7; Lc. 8:11.

L. El man? es s?lido (impl?cito en el hecho de que la gente "lo mol?a entre dos muelas o lo machacaba en el mortero; luego lo coc?a en ollas", Nm. 11:8), lo cual signif ica que despu?s de recoger al Cristo que es nuestro man?, tenemos que prepararlo para comerlo al "molerlo, machacarlo y cocerlo" en medio de las situaciones y circunstancias de nuestro diario vivir--cfr. 2 Co. 1:4; Ef. 6:18.

M. El man? tiene la apariencia como la del bedelio, lo cual indica la brillantez y transparencia de Cristo--Nm. 11:7; Ap. 4:6, 8; Ez. 1:18.

N. El sabor del man? es como de tortas cocidas en aceite, lo cual representa la fragancia del Esp?ritu Santo en el sabor de Cristo--Nm. 11:8; Sal. 92:10.

O. El sabor del man? es como de hojaldres hechos con miel, lo cual representa la dulzura percibida al gustar de Cristo--?x. 16:31; Sal. 119:103.

P. El man? sirve para hacer tortas, lo cual indica que Cristo es como tortas f inas que son buenas para la nutrici?n--Nm. 11:8; 1 Ti. 4:6.

V. El man? visible es el que no hemos comido, mientras que el man? escondido se refiere al que hemos comido, digerido y asimilado--Ap. 2:17:

A. "No piense que es imposible que usted sea un vencedor. Usted puede ser un vencedor al disfrutar a Cristo como man?. Coma del man? visible, y Cristo se convertir? en el man? escondido. Este man? escondido lo constituir? en un vencedor"-- Estudio-vida de ?xodo, p?gs. 455-456.

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