Don Álvaro o la fuerza del sino

(Lleva el PADRE GUARDIÁN a DOÑA LEONOR, y se sientan ambos al pie de la cruz.) DOÑA LEONOR ¡No me abandonéis, oh, Padre! PADRE GUARDIÁN No, jamás; contad conmigo. DOÑA LEONOR De este santo monasterio . desde que el término piso, 565 más tranquila tengo el alma, con más libertad respiro. Ya no me cercan, cual hace ................
................