TECLADO BRAILLE
ÍNDICE
Pág.
Introducción……………………………………………………………………….…. 3
Origen del Braille……………………………………………………………………. 4 – 5
Beneficios del Método Braille………………………………………………..……6 – 7
Artículo…………………………………………………………………………………8 – 10
Investigación………………………………………………………………………….11
Características del teclado……………………………………………………….12
Investigación………………………………………………………………………….13
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo conlleva información respecto al sistema braille que desde hace mucho años ha sido el único medio de lectura y escritura afín a las personas que carecen del sentido visual.
Con el transcurso del tiempo el ser humano se a inmerso en el área de la informática, desde aspectos básicos hasta los más complejos haciendo partícipe hoy en día a los discapacitados, en esta ocasión nos referiremos a los no videntes, quienes a pesar de la limitación con la cual conviven diariamente han podido ser partícipes de los avances de la tecnología.
El documento que a continuación exponemos consta de una explicación del sistema braille, la incorporación de dicho sistema en computadores con fácil acceso para todos los bolsillos e investigación respecto al tema.
icristian.mac@
Origen del braille
El sistema braille fue inventado en el siglo XIX por Louis Braille,
ciego desde que tenía 3 años debido a un accidente.
Es un medio de escritura y lectura táctil ideado
para personas invidentes o con discapacidad visual.
Consiste en una serie de puntos en relieve que se
leen a través de las yemas de los dedos. Estos puntos se
distribuyen en 2 columnas y 3 filas, de manera similar a la
organización de los puntos en las fichas de dominó. En
total, cada símbolo braille está formado por 6 puntos:
los que están en relieve representan una letra o signo
de la escritura en caracteres visuales. Con el fin de identificar
cada uno de los puntos, se numeran según su posición, de
arriba abajo y de izquierda a derecha. Así, el punto superior
izquierdo es el 1, el punto central izquierdo es el 2 y el punto
inferior izquierdo es el 3, mientras que los puntos superior,
central e inferior de la derecha son el 4, 5 y 6.
La combinación de estos 6 puntos da como resultado
los distintos caracteres en braille. Un total de 64
combinaciones, incluido el espacio en blanco (sin punto).
Apoyos a la lectura
Actualmente, existen unas pautas para facilitar la lectura a personas con discapacidad visual o intelectual. Se trata de una serie de normas que establecen el tamaño adecuado de las letras o el espacio recomendado entre párrafos para que los textos sean legibles. Pero además existen dispositivos que ayudan a leer a las personas con ceguera o deficiencia visual y que se suelen encontrar en las propias bibliotecas que cuentan con servicios adaptados. Entre estos mecanismo, destaca la telelupa, una ayuda óptica para personas con resto visual suficiente. Su función es ampliar el tamaño de las letras que se sitúa debajo de ella. Otros instrumentos muy utilizados son los ordenadores e impresoras en braille. En este caso, el teclado de la computadora suele ser el mismo que se utiliza en cualquier equipo, aunque también existen teclados braille de puntos diseñados, especialmente, para las personas sordo-ciegas. En cuanto a la impresora, se conecta a un ordenador con conversor braille y permite la impresión en papel de textos con puntos. Respecto al software, los programas Jaws y el Zoom Text son los más empleados para interpretar los mensajes de la pantalla en voz y ampliar el texto del monitor, respectivamente. Es lo que se conoce como tiflotecnología o adaptación de las tecnologías de la información y de la comunicación a las necesidades de las personas con ceguera o deficiencia visual.
Beneficios del Método Braille.
El braille permite a las personas con ceguera o deficiencia visual leer textos a los que, de otra manera, no tendrían acceso. Se trata de un sistema de lectura táctil, mediante puntos, que ofrece una alternativa a la lectura convencional impresa. Además, las personas invidentes o con problemas de visión cuentan con otros dispositivos que facilitan la legibilidad de los textos, como las telelupas. Estos son algunos de los servicios que, cada vez con más frecuencia, facilitan las bibliotecas para conseguir que la lectura sea un placer al alcance de cualquiera. Con el fin de que las personas invidentes o con discapacidad visual accedan al mayor número de obras posible, cada vez más bibliotecas cuentan entre sus fondos con textos transcritos al braille. La última en incorporar este tipo de publicaciones ha sido la Biblioteca de la Universidad de Alcalá de Henares, que ha puesto en marcha un proyecto de mejora para adaptar y hacer accesibles todos sus servicios y recursos. Estos servicios se unen a los que presta desde hace años la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), entidad pionera en este ámbito, que dispone de una biblioteca central y una red de bibliotecas territoriales con fondos más reducidos, "pero con el mismo objetivo de fomentar la lectura en braille". Las bibliotecas con textos adaptados en braille están pensadas para estudiantes universitarios -de ahí que muchas universidades cuenten con estos fondos-, profesionales y personas en general que buscan disfrutar de la lectura. En el caso de la ONCE, las peticiones se pueden realizar en forma de préstamo a domicilio, por teléfono, carta o correo electrónico. De ello se encarga el Servicio Bibliográfico de la organización que cuenta con sedes en Madrid y Barcelona.
Su función es transcribir al braille libros de texto, literatura, técnicos o profesionales, entre otros, así como revistas de interés general. En total, la entidad dispone de 13.004 obras en braille (40.486 volúmenes) y 22.119 en formato sonoro (14.241 fondos analógicos y 7.878 digitales).
Este servicio se completa con:
Convenios con diferentes editoriales, que al comienzo del curso académico distribuyen libros de textos en braille para que alumnos y alumnas ciegos o con deficiencia visual tengan a su alcance los mismos libros de texto que el resto de estudiantes.
• Servicios de Producción de Recursos Didácticos, situados en los cinco Centros de Recursos Educativos de Madrid, Barcelona, Sevilla, Alicante y Pontevedra, y donde los profesionales de la educación pueden solicitar la transcripción de libros de texto, exámenes o apuntes necesarios para la escolarización de los alumnos.
• Núcleos Periféricos de Producción Bibliográfica, ubicados en las delegaciones territoriales y direcciones administrativas de la entidad. En ellos, las personas afiliadas pueden solicitar la trascripción al braille de documentos de uso particular o profesional, como apuntes de cursos de formación o formularios.
También se transcriben en sistema braille, sonoro o en disquete, publicaciones periódicas institucionales, técnicas, colecciones y textos de ocio y cultura.
Estenografía y Taquigrafía Braille.
Autor: Pedro Alejandro Zurita Fanjul.
Pedro Zurita es licenciado en Lenguas Románicas. Ha desempeñado diversos cargos de gestión en la Once y en la Unión Mundial de Ciegos.
• Premisas generales.
Con el uso del sistema Braille surgió pronto la necesidad de encontrar una estrategia que subsanase en alguna medida el inconveniente derivado del gran espacio que ocupa. Se pensó también que ese código de escritura abreviada serviría para aumentar la velocidad de lectura. Esa alternativa la constituyó lo que en español denominamos estenografía, diferente de la taquigrafía, que se utiliza para captar por escrito un discurso o diálogo oral.
El empleo de la taquigrafía es habitual en los tribunales de justicia y en los parlamentos, y también en oficinas. La estenografía contiene palabras representadas por uno o más signos y otros que reflejan un grupo de letras de una palabra. En la estenografía hay una correspondencia unívoca entre las abreviaturas y los signos que representan y es totalmente ortográfica. En la taquigrafía lo fundamental es la rapidez en la toma de notas y un mismo signo corresponde a varios grupos de letras similares. No es, pues, ortográfica. El taquígrafo ha de estar bien entrenado para interpretar ese tipo de escritura abreviada.
• Observaciones terminológicas.
El vocablo español, estenografía, proviene del griego "stenos (estrecho) y grafía (escritura). Con sus pertinentes diferencias ortográficas, se emplea también en portugués e
italiano. En francés, sténographie, y en alemán, stenographie, son lo mismo que lo que nosotros denominamos taquigrafía.
La escritura Braille abreviada, nuestra estenografía, en francés se designa como "ABréGé" (abreviado) y en alemán "Kurzschrift" (escritura abreviada). En cambio, en inglés se habla de los grados del sistema Braille. El código que emplea en Braille un signo para representar cada uno de los signos de la escritura visual ordinaria lo designamos en español como integral. En inglés el integral es el grado 1, y la escritura abreviada, la estenografía, que a veces ellos denominan "Contracted Braille" es el grado 2. A veces también se utiliza la denominación grados del Braille en español, sobre todo, en algunos países de América Latina. En la segunda mitad del siglo XX en los EE UU surgió el grado 3, que, naturalmente,
abrevia aun más. El profesor colombiano de la Escuela Hadley por correspondencia, Héctor Cadavid, confeccionó un esbozo de grado 3 para el español. En el grado 3 no se imprimieron libros y hoy, pese a su indudable valor, es casi sólo una reliquia histórica.
• Valor de la estenografía.
La estenografía no ha corrido la misma suerte en todos los idiomas. Sin duda alguna, el idioma en que ha tenido mayor éxito es el inglés. Prácticamente todos los libros se hacen en grado 2 y cuando se aprende el Braille se empieza desde las primeras fases de la enseñanza con el código abreviado. Los ciegos usuarios de Braille de habla inglesa sienten generalmente un inequívoco rechazo hacia el integral. Para ellos es algo poco natural. Por otra parte, la relación entre los grafemas y los fonemas del inglés es tan diferente de la vigente en español que el código estenográfico se percibe como algo mucho más aceptable. Aunque en proporciones menores que en inglés en alemán y en francés también se imprimen en estenografía gran cantidad de libros y revistas. En los años setenta los dirigentes de las organizaciones escandinavas de ciegos llegaron a la conclusión de que era más democrático imprimir todos los libros en integral.
El integral está al alcance de todos los que conocen el código Braille y la estenografía es patrimonio de una minoría. Sé que a veces en esos países del norte de Europa echan de menos sus códigos estenográficos.
• La estenografía para el español.
En español, los grafemas tienen una correspondencia bastante unívoca con los fonemas. Esto, sin duda alguna, afecta a la lectura del código estenográfico y ha sido uno de los factores que han influido en la inestabilidad de los distintos códigos ideados al efecto. Sin embargo, es comprensible que para poder leer con velocidad, aparte de factores difícilmente determinables de sensibilidad táctil, es preciso practicar cualquier código. En España y en algunos países de América Latina hubo algunos intentos de producir revistas en Braille estenográfico e incluso libros. Recuerdo que en aquellos tiempos lejanos en que yo inicié el Bachillerato Superior empezaron a imprimirse los libros de texto en estenografía. Algunos compañeros dejaban que esos libros se los leyesen en voz alta usuarios más hábiles del Braille integral y de la estenografía.
En cualquier caso, las ventajas para todos en la escritura son fácilmente comprensibles. En una palabra el número de signos que hay que poner es mucho menor y puede llegar incluso a ser sólo uno. La informática permite la confección de programas conversores de estenografía a integral. Seguro que hay aún muchas personas que utilizan anotadores electrónicos con teclado Braille. Es evidente que la escritura que respete un código abreviado podría facilitar muchísimo la rapidez en la toma de notas o en la copia de textos completos. En inglés esa característica es un rasgo casi insoslayable de estos nuevos ingenios tecnológicos.
Tras la reforma del Braille hispanoamericano de 1987, la estenografía quedó aparcada. Algunos intentos ha habido para renovarla, pero, lamentablemente, han tenido
poca continuidad. La Comisión Braille Española tiene ante sí un reto importante que enfrentar respecto a la modernización y aplicación de la estenografía. Los ordenadores, por otra parte, hacen posible la aplicación de enfoques realmente democráticos. A partir de un mismo texto original, es posible con el programa correspondiente sacar copias en integral o en estenografía.
Este tema tiene aún vigencia y hay gente con conocimientos y capacidades suficientes en Braille y en informática para aportar respuestas útiles y satisfactorias a esta cuestión.
• La taquigrafía y las personas ciegas.
En España, en los años cincuenta y sesenta, algunos siguieron con provecho cursos de formación en el sistema que había ideado para la taquigrafía Braille una profesora del colegio de la ONCE en Madrid, la profesora con vista Consolación Gómez Martín: el sistema Congomar. Para escribirlo se empleaban unas máquinas inglesas que escribían un código de seis puntos en una línea continua. El papel se ponía en unos rollos similares a los de las calculadoras ordinarias. En inglaterra, había, en efecto, un código para la taquigrafía, que en ese idioma se denomina "Shorthand". Algunos ciegos, que no se dedicaron a trabajar como taquimecanógrafos, utilizaban este código para tomar apuntes con mayor rapidez incluso que lo que les permitía su estenografía. Sé que en Francia y en Alemania tuvieron también sus respectivos códigos taquigráficos. En Alemania llegaron a aplicar un código de Braille de ocho puntos y fabricaron unas máquinas muy pequeñas de escritura en Braille de ocho puntos en una línea continua única.
Investigadores de la Universitat Autónoma de Barcelona y la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) han desarrollado un teclado Braille para PC que está especialmente indicado para la edición de textos científicos y de notación musical.
El nuevo teclado, que se puede conectar al PC por el puerto USB, está diseñado para facilitar las tareas informáticas a los invidentes habituados a las máquinas de escribir Braille. Combina las teclas de funciones y de desplazamiento de un teclado convencional con ocho teclas Braille que permiten escribir en cualquier idioma.
El teclado dispone de un selector que permite escoger entre las modalidades de escritura acumulativa (presionando las teclas una tras otra) y correctiva (presionando las teclas simultáneamente).
El teclado ofrece, además, la posibilidad de actualizar sus prestaciones a medida que se desarrollen actualizaciones del firmware (los programas internos que gestionan las prestaciones) en el futuro.
El proyecto, iniciado en marzo de 2004 a propuesta de la ONCE, ha sido coordinado por el investigador del Departamento de Microelectrónica y Sistemas Electrónicos de la UAB Jordi Roig, con discapacidad visual desde hace tres años y afiliado a la ONCE. En la investigación también han participado profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la UAB y de la Escuela Universitaria de Informática de Sabadell (también de la UAB).
Este grupo trabaja actualmente en otros proyectos en el ámbito de las aplicaciones tecnológicas de autonomía personal. Entre ellos, destaca el desarrollo de un convertidor automático para hacer accesibles las páginas web para invidentes, así como la creación de una pantalla táctil que represente la información gráfica en relieve.
Características generales del teclado.
El teclado está diseñado para que las personas con problemas visuales y motores en las manos puedan escribir con más facilidad en un ordenador; solucionándose así las disfunciones de otros teclados para la resolución de fórmulas matemáticas, químicas e incluso notas musicales, operaciones para las que se necesitaba la colaboración de otra persona. Entre las cualidades de este teclado se destaca que tiene la ventaja de conectarse al equipo vía USB, por lo que no es necesario reiniciar el ordenador para empezar a usarlo. Además, lo puede llevar consigo la persona que lo precise, para usarlo en cualquier PC. Combina, por primera vez, las teclas de funciones y de desplazamiento de un teclado convencional, pero sustituye las teclas alfanuméricas por las ocho del braille, pudiendo así escribir en cualquier idioma. Como en su diseño se ha tenido en cuenta el desgaste de las teclas, éstas son más resistentes que las de los teclados tradicionales. Por último, permite actualizar sus prestaciones a medida que se desarrollen actualizaciones en el futuro. El teclado será comercializado por la ONCE a un precio de entre $10.897 y $547.863 pesos chilenos.
CONCLUSION
Se concluye especificando que el sistema braille para
ordenadores cumple un rol funcional y primordial para el desarrollo personal y profesional de los sujetos que manifiestan alguna deficiencia a nivel visual, ya que les facilita y permite la inclusión social. Además, les entrega las herramientas para aprovechar las oportunidades que hoy en día la informática nos entrega a todos los seres humanos.
Por otra parte, nos damos cuenta que existen gremios profesionales que trabajan en función a la inclusión de las personas discapacitadas, desde sus áreas de laburo; indicio positivos para lograr el objeto máximo que una sociedad desarrollada, civilizada y humanizada debe alcanzar; la igualdad de oportunidades, el respeto por el prójimo y la facilitación de inclusión en todos los aspectos para promover comodidad en la vida de aquellos que por a, b o c motivo padecen discapacidades, minusvalías, y que pesar de ello luchan ante las adversidades que los sistemas parcos e individualistas tratan de mantener vigentes.
BIBLIOGRAFÍA
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Carolina Cabello, María Teresa Osses
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TECLADO BRAILLE
HERRAMIENTA DE INCLUSIÓN PARA NO VIDENTES
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Para su correcta lectura, los caracteres que forman los signos braille deben tener unas peculiaridades determinadas:
• Vocales acentuadas. Se utiliza un símbolo diferente para cada vocal acentuada, al no ser posible colocar una tilde encima de los puntos correspondientes.
• Números. Los números se forman utilizando las primeras letras del alfabeto, de la 'a' a la 'j', precedidas de un signo numerador. Cada letra se corresponde con un número del 1 al 10.
• Símbolos específicos. Cada lengua oficial cuenta con unos signos especiales que no están recogidos en el alfabeto braille común. En concreto, el castellano distingue la letra 'ñ', la 'ü' y las vocales acentuadas á, é, í, ó, ú; el catalán y el valenciano tienen signos específicos para la 'c' con cedilla (ç), la 'l' geminada (l?l) y las vocales con acento agudo é, í, ó, ú, con acento grave à, è, ò y con diéresis ï, ü; el gallego tiene signos para la 'ñ' y las vocales con acento agudo á, é, í, ó, ú; y el euskera sólo para la letra 'ñ'.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y la ONCE han desarrollado un teclado Braille para invidentes, útil para la edición de textos científicos y de notación musical.
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