GEOGRAFIA POLÍTICA: LAS FRONTERAS



GEOGRAFIA POLÍTICA: LAS FRONTERAS[1]

“La Historia y la Geografía cambian al galope”

Jacques Delors, “El País”, 31-VIII-91

Los Estados se han situado sobre la Tierra delimitando su territorio con fronteras a lo largo del tiempo. La Historia y los hombres son los principales responsables de las fronteras actuales que se han reducido, ampliado o desaparecido según ha transcurrido la vida de los pueblos.

Con el estudio de las fronteras se inició en el siglo pasado la rama de la Geografía llamada Geografía Política que alcanzó su plenitud con la escuela geopolítica de Ratzel, que pertenecía a ella, definió la frontera como “el resultado de la dinámica histórica actuando sobre marcos naturales”, que no se concreta en una simple línea sino en una ancha zona donde se concentran las fuerzas de los Estados colindantes. Esta definición estaba, por otra parte, muy de acuerdo con las ideas imperialistas de la época.

Aunque las teorías de esta nueva ciencia prendieron en otros países como Francia, fueron los geógrafos alemanes de principios de siglo los que la trabajaron a fondo, en buena parte parca combatir con sus conclusiones lo estipulado por el Tratado de Versalles.

Por tanto en la época de Entreguerras cuando el estudio y el debate sobre las fronteras han tenido un desarrollo y unas consecuencias más trascendentales por el apoyo que algunos geógrafos hicieron a la política practicada por el III Reich.

A finales del siglo XX, el tema de las fronteras volvió a cobrar importancia ya que, pese a valorarse el universalismo, los aires nacionalistas estaban impregnándolo todo.

QUÉ SON LAS FRONTERAS Y PARA QUÉ SIRVEN

Hemos visto cómo el espacio físico es diverso y continuo y cómo en él se van estableciendo diferencias culturales y políticas introducidas por los diversos grupos sociales según sus necesidades. Sabemos que hay un factor geográfico de enorme importancia y éste es el hombre organizándose en sociedad. Al hacerlo ha ido trazando sus límites, fijando su territorio.

La palabra TERRITORIO es fundamental para la comprensión de lo que es una frontera.

El área de dominio de un elemento geográfico importante es para los geógrafos un territorio; según las leyes, la tierra donde se asienta un Estado es su territorio y las fronteras son los límites del mismo. Así, la territorialidad ha cubierto la Tierra con una intrincada red de fronteras.

Las fronteras han sido definidas como “isobaras políticas”, es decir, líneas semejantes que soportan durante cierto tiempo el equilibrio entre las presiones ejercidas por los Estados limítrofes. Son un límite, durante mucho tiempo blando y provisional, que puede convertirse en rígido y permanente.

Las fronteras sirven para fijar el área territorial exacta de un Estado, su base física. Traducen sobre el mapa la cohesión creciente que él mismo ha ido adquiriendo. A veces son líneas arbitrarias, totalmente ajenas al entorno natural y a las características de la población. Es el caso de muchos Estados africanos cuyos territorios plantean hoy graves problemas de delimitación.

Las fronteras pueden ser, aunque no necesariamente, conflictivas y han dado origen a numerosas guerras. La Historia nos ofrece ejemplos de salidas consensuadas a conflictos fronterizos y salidas violentas a los mismos, como en el caso de la invasión de Kuwait por Irak.

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LA HISTORIA DE LAS FRONTERAS

Hay una historia de las fronteras, ya que al haber sido establecidas por los hombres a través de los tiempos han variado en la fisonomía y carácter que hoy presentan, y también en los objetivos político- económicos y militares que cumplían.

En las primeras civilizaciones las fronteras no existían pues la amplitud del espacio a ocupar por los imperios era enorme. Los creadores de las primeras fronteras políticas fueron los chinos y los romanos que fijaron líneas fronterizas fortificadas. Los “limes” romanos y la Gran Muralla china, establecidas frente a los pueblos marginales de los Germanos y los Mogoles.

Durante la Edad Media se señalaron zonas de influencia, no fronteras reales. Son las “marcas” del Imperio Carolingio y las “tierras de nadie” de la reconquista española que expresan la extrema fluidez de los asentamientos humanos en esta época.

En el siglo XVII, época del racionalismo y de la formación del Estado moderno, nacen las fronteras con el sentido que tienen actualmente y, por primera vez, cartógrafos, ingenieros y estrategas utilizaron la “teoría de las crestas divisorias” en un tratado de paz como el de los Pirineos en 1659.

Las fronteras se afirmaron después de la época napoleónica cuando los Estados alentados por el nacionalismo del momento y por la consolidación del modelo liberal tuvieron que ponerse unos límites finos y precisos, unos caparazones defensivos y aduaneros que legitimaran su soberanía ante el extranjero. El siglo XIX vio cambios fundamentales en el mapa europeo, trazándose nuevas fronteras que dieron lugar a Estados actuales como Grecia, Bélgica, Alemania e Italia.

Al mismo tiempo los europeos se repartieron los continentes dando lugar a lo que fueron fronteras del futuro.

Problemas de límites de influencia y fronterizos, llevaron, entre otros, a las dos Guerras mundiales, donde se llegó a materializar la frontera creando verdaderas líneas defensivas (línea Maginot)

Tras el descalabro fronterizo provocado por la Alemania de Hitler, el final de la Segunda Guerra Mundial supuso una nueva remodelación del mapa de Europa. La consiguiente creación de la ONU fue una puerta abierta para que, con la descolonización, especialmente intensa en los años 60, se llegara a la compartimentación total de la Tierra.

Como balance final se aportan los siguientes datos:

Europa, el continente más acabado, ha presenciado en los años transcurridos desde 1815, 67 alteraciones fronterizas, mientras que un Estado europeo ha desaparecido, como promedio, una vez cada tres años.

Sólo en el siglo XX, sin contar las dos Guerras Mundiales, hubo 17 conflictos independentistas, 5 de ellos desde 1950.

En el ámbito mundial, a principios de la década de los 80, existían alrededor de 70 Estados que mantenían disputas fronterizas con uno o más de sus vecinos.

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PROBLEMÁTICA DE LAS FRONTERAS

Las fronteras han planteado y plantean graves problemas. Es evidente que, como dice Hagget, “el mapa político del mundo se mantiene en su sitio a un precio muy alto”.

El mismo geógrafo analiza por qué razones de tipo geográfico las fronteras pueden sen conflictivas. Resumiendo son: por el acceso al mar, por el cambio en el curso de los ríos, por el control del caudal de agua de lagos y ríos (Israel y sus vecinos disputándose el caudal del Jordán), por la posición de un recurso estratégico (el petróleo, hoy) o cultural (Jerusalén en tiempo de las Cruzadas y en la actualidad), por problemas planteados por grupos minoritarios fronterizos (los kurdos)... Otros estudiosos del tema consideran que el número de vecinos que tiene un Estado es una posible causa de conflictos fronterizos.

Las fronteras, hoy en día, han dejado de ser un obstáculo concreto y útil como línea de defensa. No obstante, aún las más artificiales, continúan siendo línea de división entre estructuras administrativas, unidades monetarias, y marcos psicosociales distintos. Determinados intereses, y determinadas asociaciones técnicas y financieras las mantienen, y la mano de obra las traspasa según el juego de la oferta y la demanda (frontera México-EEUU).

Si consideramos lo que significan para la vida real de las poblaciones las fronteras de hoy quedan desdibujadas y casi borradas, especialmente las de los países desarrollados. Los medios de comunicación y las grandes compañías comerciales uniforman los modos de vida aunque la realidad política, jurídica y desarrollo de uno y otro lado pueden ser muy diferentes.

Es evidente también que caminamos hacia una visión cada vez más global de la relación entre los Estados y que la realidad demuestra que la frontera no es un muro infranqueable para cuestiones consideradas como de política interior, así ocurre con los desastres ecológicos (la catástrofe de Chernobil, la contaminación del Rhin por la fábrica Suiza de Sandoz), sanitarios (el SIDA) y humanos (los albaneses tratando inútilmente de instalarse en Italia).

UNA APROXIMACIÓN A LOS TIPOS DE FRONTERAS

EL MITO DE LAS FRONTERAS “NATURALES”

Una simple mirada al mapa nos permite saber que existen fronteras “naturales” y fronteras “artificiales”. Las primeras son aquellas que siguen accidentes geográficos, como son las líneas de cumbres, las divisorias de aguas, los cauces de los ríos, las costas... Pero aunque nunca estos apoyos naturales puedan identificarse con las fronteras, éstas nunca son “naturales”, sino que siempre fueron y continuarán siendo creaciones de los hombres.

El mito de las fronteras naturales ha causado mucho mal en la Historia y en realidad puede demostrarse cómo los conjuntos políticos no se acoplan necesariamente sobre los conjuntos naturales. Podemos encontrarnos con alguna excepción como son los casos de los Estados insulares de Cuba y Malta, pero la mayoría de las veces las fronteras van por un camino y los bordes de las regiones naturales por otro, produciéndose intersecciones entre conjuntos creados por el hombre y diversos conjuntos producto del medio natural.

Como ejemplo podemos citar a España, producto histórico asentado sobre diferentes conjuntos espaciales físicos: una península, unos archipiélagos, diversos climas y cuencas fluviales que tiene que compartir con otro estado.

Las fronteras no las determina la naturaleza, aunque a veces esos límites coincidan con los señalados por ella, sino la relación de fuerzas que, a lo largo de la Historia, ha habido entre los Estados. Si así no fuera cabría preguntarnos ¿por qué los Pirineos separan y los Alpes no?, ¿por qué el Rhin es frontera sólo en parte de su curso?, ¿por qué hay islas-estado como Cuba e islas repartidas entre varios Estados como Borneo?

LAS FRONTERAS “ARTIFICIALES”

Las fronteras “artificiales” suelen ser geométricas y estar dibujadas sobre el mapa siguiendo generalmente el trazado de los meridianos y los paralelos. Son fronteras “jóvenes”, creadas en los dos últimos siglos como divisoria entre territorios poco poblados como Canadá y EEUU, o territorios poblados por pueblos que no podían intervenir en su reparto, caso de las fronteras de muchos Estados africanos.

El problema de muchas fronteras artificiales, falsas y absurdas, que se hicieron en la descolonización, tal vez un mal menor en su momento, acarrean hoy graves conflictos. La Antártida, el continente anecúmene, se ha repartido en zonas de influencia siguiendo el mismo sistema, aunque en él no haya propiamente fronteras interestatales.

FRONTERAS TERRESTRES, ACUÁTICAS, AÉREAS Y CÓSMICAS

Si seguimos mirando el mapa y nos detenemos en cuestiones más complejas que representan con mayor precisión los ámbitos de poder de los Estados, veremos que los límites políticos no se fijan solamente en la tierra sino que también los hay en las masas de agua, en los aires y hasta en el cosmos.

Así se establecen las delimitaciones de las “aguas territoriales” los “espacios aéreos” y los “dominios galácticos”, dibujadas por problemáticos e imprecisos límites. Es el caso de las 200 millas de los Estados del Sudeste asiático y China, o los problemas que se están planteando a las líneas aéreas comunitarias europeas para el año 1992, debidos a la saturación de su espacio aéreo.

FRONTERAS Y ASENTAMIENTOS DE PUEBLOS

Si nos planteamos cuál ha sido el origen de las fronteras en relación con el asentamiento de los pueblos que delimitan, veremos, ayudados por mapas históricos, que hay fronteras que en su trazado se adaptan casi al milímetro a la territorialidad creada por el pueblo que definen, éstas son las fronteras subsecuentes, siendo las de Francia las que más se aproximan a este tipo.

Puede ocurrir que la frontera haya sido trazada antes del asentamiento de la población y que ésta se adapte plenamente a los límites fijados, éstas son las llamadas fronteras antecedentes, de las cuales es ejemplo la que separa las tierras casi despobladas de EEUU y Canadá.

Si territorialidades creadas por el asentamiento de poblaciones son anteriores al trazado de las fronteras y éstas no respetan los límites de las mismas nos encontramos con las fronteras superpuestas, como son los límites que entre India y Pakistán se fijaron en 1948. Los Estados africanos como Nigeria, Tanzania y Zambia, tenían sentido como zonas de influencia de la colonización, pero tienen poco que ver en sus límites con las discontinuidades culturales y medioambientales de sus territorios.

¿CÓMO SE “VIVEN” LAS FRONTERAS?

Si finalmente nos planteamos la cuestión, no por más sutil menos real, de cómo se “viven” las fronteras, comprobaremos que hay fronteras “abiertas”, que se viven con gran flexibilidad ya que su existencia tiene escasa repercusión en el tipo de vida de la gente que está a uno u otro lado. El ejemplo más palpable de este tipo son las fronteras centroeuropeas, los países situados a orillas del Rhin, cuya práctica desaparición puede ser obra de la Unión Europea. Por el contrario hay fronteras “cerradas” de escasa permeabilidad, aunque pocas fronteras han mantenido esta circunstancia durante mucho tiempo.

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Material didáctico elaborado por Profa. Martha Hernández Baños.

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[1] María José Zapatero Molinero, “El mundo actual, Geografía Política”, col. Qué es, ediciones Granada, Madrid, 1997. pp. 74-83.

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