Iglesia Bautista Horeb



LA MANO DE DIOS

La verdadera manifestación de su amor

Pues tu reino es un reino eterno; gobiernas de generación en generación. El Señor siempre cumple sus promesas; es bondadoso en todo lo que hace. El Señor ayuda a los caídos y levanta a los que están agobiados por sus cargas. Los ojos de todos buscan en ti la esperanza; les das su alimento según la necesidad. Cuando abres tu mano, sacias el hambre y la sed de todo ser viviente.

Salmo 145:13-16 (NTV)

Hace sólo unos días, el fallecimiento de un personaje considerado como uno de los más grandes futbolistas de la historia, provocó que los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales se volcaran en reconocimientos, homenajes y reseñas de la vida de un hombre que en medio de sus logros y hazañas deportivas, también se vio envuelto de manera continua, en la polémica y el escándalo. Uno de esos escándalos fue sin duda, aquel gol anotado en contra de la selección inglesa durante el mundial de 1986. “La mano de Dios”, fue el nombre que se le dio a esa anotación conseguida de forma ilegal; haciéndose tan famosa que aún en la actualidad se sigue comentando.

Y no estamos aquí para criticar algo que finalmente, debiera ser calificado como un incidente más en la historia del deporte; ni para reprobar la actitud desleal de alguien que tomando ventaja de una falta cometida para sacar provecho en su favor, fue capaz de justificarse al declarar que existió “cierta intervención divina” para la consecución de aquel gol. Veamos este suceso en su justa dimensión y al considerarlo solamente como algo anecdótico, entonces podremos tolerar este tipo de “ocurrencias”.

Ahora bien, si hemos de reflexionar en asuntos que son verdaderamente serios y delicados, consideremos lo siguiente: ¿Qué sucede cuando alguien piensa que sus palabras tienen el poder para “mover la mano de Dios”, obligándolo a dar respuesta a sus peticiones?

Hablemos claro. La posibilidad de una intervención divina nunca dependerá de nosotros; es ridículo pensar que al hacer declaraciones de tal o cual cosa, ésta se convertirá en realidad. Entonces, ¿cómo se atreven esos “falsos profetas” a condicionar al creador del universo para el cumplimiento de nuestros antojos? Esos Balac y Balaam modernos se han olvidado que Dios es soberano; y pretendiendo hacernos creer en la posibilidad de manipular la voluntad de Dios, son puestos en evidencia. Conocemos la historia bíblica y sabemos lo ocurrido ante tal pretensión: Buscando maldición ordenada por un rey malvado, Dios pone palabras de bendición en un profeta mercenario.

Estamos justo al inicio de una temporada que nos recuerda un mensaje trascendente y que año con año es anunciado: El nacimiento de Cristo. Dios es soberano y es nuestro creador; nos conoce a la perfección y con ese conocimiento pleno de quiénes somos, extiende su mano poderosa, haciendo efectiva la promesa que a través de las profecías fue anunciada. El Dios todo poderoso, sabiéndonos incapaces de enfrentar por nosotros mismos el pecado que se ha interpuesto entre Él y los hombres, envía a su hijo para procurarnos salvación y vida eterna. La mano del Señor se ha mostrado y se seguirá mostrando en todo tiempo; promesas cumplidas y bondad incomparable para todos aquellos que le necesitan; consuelo y ayuda para el afligido; sustento permanente para el que tiene hambre y sed. Esa es la verdadera manifestación soberana de su amor; esa es la verdadera y poderosa mano de Dios, proveyendo salvación a través del nacimiento de Jesús.

Hno. Mel Ramos Ensuástegui.

Domingo 29 de Noviembre 2020

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