Inicio | ITS HOPELCHEN



CONTRATOS DE FRANQUICIAS.

Introducción

Un paso indispensable a la hora de adentrarse en el sistema de franquicia y evitar planteamientos erróneos es conocer ampliamente las características de este modelo de negocio, de su mercado, de la estructura de las centrales franquiciantes, de los aspectos contractuales que regularán dicha relación y de los condicionamientos y previsiones de carácter económico.

Por ello, en este apartado, le presentamos todos los aspectos a tener en cuenta a la hora de invertir en esta fórmula empresarial.

El perfíl del franquiciado

Si bien el sistema de franquicia ofrece importantes ventajas respecto a abrir un negocio por cuenta propia, también exige una serie de requisitos y obligaciones que no todo emprendedor es capaz de asumir. Y no hablamos sólo de requisitos económicos. El franquiciatario ideal debe poseer una serie de cualidades y aptitudes concretas que, en gran medida, marcarán el fracaso o el éxito de su actividad. A todas estas cualidades, algunas de las cuales son comunes a las de establecer un negocio de forma individual, deben sumarse además las que plantee cada franquicia concreta y en cada caso particular.

Fidelidad

En primer lugar, y en términos generales, la persona que se plantea la posibilidad de integrarse en una red de franquicia debe ser consciente de que se trata de un sistema que, a fin de garantizar la absoluta fidelidad del negocio reproducido en el franquiciatario, coarta en gran medida la capacidad de éste de tomar decisiones sobre su propio negocio. Por ello, cualquier innovación, modificación o peculiaridad que uno piense aplicar está desechada en este sistema de asociacionismo. De otra forma se quebraría, más pronto que tarde, la identidad de la red.

Ante esta realidad, la primera pregunta que un emprendedor debe hacerse es si su personalidad es adecuada para admitir tal limitación de la propia autonomía.

Sobre la selección del franquiciatario más adecuado, puede servir de ejemplo el caso del mercado norteamericano, con gran experiencia en materia de franquicia, y donde algunas marcas buscan su franquiciatario ideal en la figura del "militar retirado". Esto que puede resultar un poco extraño es perfectamente comprensible, si se observa como efectivamente en él existen algunas de las figuras que mejor adornan el ideal de franquiciatario: se valora no sólo su capacidad de inversión en el propio negocio, sino, sobre todo, su espíritu disciplinario, su capacidad de trabajo y el hecho de que se trata de una persona acostumbrada a trabajar por objetivos. Pese a todo, debe tenerse en cuenta, que esto no implica en ningún modo que el franquiciatario ideal sea una persona carente de iniciativa y personalidad, ya que éstas son también características muy apreciadas en todo emprendedor, sea cual sea el modelo de negocio que quiera establecer.

Carácter emprendedor

En este sistema debe diferenciarse entre el franquiciatario que busca abrir un negocio como fórmula de autoempleo, de aquel que busca esta actividad como una forma de inversión. En el primer caso, el franquiciatario debe tener un carácter emprendedor y suficiente capacidad como para desarrollar una actividad empresarial en la que trabajará directamente y en la que deberá afrontar y superar todas las dificultades propias de la misma. Por ello, el franquiciatario ideal es aquella persona constante, que sepa afrontar y resolver los problemas inherentes a toda actividad económica y con capacidad para dirigir a sus empleados y tomar decisiones.

En el caso del inversor, lo ideal es que posea suficiente capacidad de gestión como para conseguir coordinar y dirigir a sus trabajadores, sin necesidad de llevar directamente el día a día de su negocio.

Capacidad económica

Como en cualquier negocio, el franquiciatario deberá disponer además de la suficiente capacidad económica para desarrollar el negocio concreto. La inversión, que varía sustancialmente de unas franquicias a otras, no deberá contemplar sólo el capital necesario como para poner en marcha el negocio, sino también el suficiente para llevarlo hasta el punto de equilibrio, en el que empiece a dar beneficicios, ya que lo contrario puede llevar al fracaso y el consecuente cierre de la actividad.

Perseverancia

Dirigir cualquier negocio como trabajador-propietario requiere tiempo, energía e iniciativa, sobre todo en los primeros meses de iniciar cualquier actividad. Es posible que para obtener los primeros beneficios se necesite, en ocasiones, mucho más tiempo de lo esperado, por lo que la perseverancia y la motivación son aspectos que el franquiciatario nunca debe perder.

Capacidad de gestión

También es necesario tener la capacidad de gestión adecuada a la actividad seleccionada. Esta será muy diferente y, normalmente, estará en relación con el nivel de facturación y la complejidad de la franquicia, pero, en todo caso, será de gran ayuda el conocimiento y dominio de las herramientas de gestión necesarias para el desarrollo del negocio.

Dotes de comunicación

Cualquier negocio, en mayor o menor medida, exigirá contacto con clientes, proveedores y empleados, por lo que las dotes de comunicación del futuro franquiciatario, el gusto por las relaciones personales y la capacidad de "caer bien" y de establecer una relación de mutua confianza es, en la mayoría de los casos, un gran aliado para el éxito.

Ética

El franquiciatario ideal siempre debe tener presente que él es uno más de una amplia red de asociados. Por ello, cualquier acción o comportamiento negativo en la gestión de su negocio puede afectar directamente al resto de franquiciatarios y a la propia cadena.

Además, el propio sistema de franquicia exige que tanto franquiciante como franquiciatario trabajen con el objetivo de un beneficio mutuo y no sólo de una de las partes, en detrimento de la otra.

El valor de la marca

En franquicia, el valor de la marca es fundamental y uno de los aspectos más valorados por los futuros franquiciatarios. Por ello, la denominación de la marca es uno de los principales elementos con los que cuenta el sistema de franquicias y en el que se apoya la mayor parte de su éxito. Sin duda, la marca transfiere al cliente una confianza y una seguridad en el producto adquirido que se traduce en su principal valor añadido.

Penetrar en el mercado a través de una marca reconocida beneficia al franquiciatario en dos aspectos principales: por un lado, le evita la fuerte inversión económica, técnica y humana que supone introducir una marca nueva en el mercado; y por otro, le permite invertir con mayores garantías de éxito ya que lo hace sobre una marca ya establecida y que funciona con éxito.

La imagen de marca supone que el cliente encuentra desarrollados en idéntico valor los atributos de calidad que busca tanto en su establecimiento como en otro, sin poder llegar a diferenciarlos entre sí y, por tanto, de su valor dependerá la mayor parte del éxito de toda la red de franquicias.

Pero el valor de la marca también tiene un precio. Éste dependerá de la importancia que esa denominación tenga en el marcado y de las garantías que eso implique para el franquiciatario.

Hay algunas marcas que ya sólo con el poder de su marca aseguran una ventas importantes, pero hay que recordar que la imagen de marca no siempre lo es todo y que para operar en franquicia sobre todo se necesita un buen concepto.

Por otro lado, existe un gran desconocimiento respecto de lo que es realmente la marca, o mejor dicho, respecto de cómo se construye. Construir una marca es algo realmente costoso, en inversión y en tiempo y supone una visión a largo plazo, nunca a corto.

Pero, cómo conseguir y sustentar una buena imagen de marca. Para ello, tenemos ejemplos de todo tipo: herramientas del marketing mix, departamentos de comunicación, campañas solidarias, publicitarias o una web que impulse la opinión de nuestros consumidores son algunos elementos a tener en cuenta.

Sin embargo, no hay duda de que lo que mejor ayuda a la consolidación de una determinada marca es hacer las cosas los mejor posible y durante el mayor tiempo posible.

Aspectos importantes

Formación y Know How

• Introducción

• El perfil del franquiciado

• Buscar ubicación

• El valor de la marca

• Formación y Know how

• Derechos y deberes

• Adecuación del local

• Obtener financiación

• El contrato

La transmisión del know-how o Saber Hacer del franquiciante a sus franquiciatarios es uno de los aspectos más importantes sobre el que se sustenta el sistema de franquicia. Pero ¿qué es exactamente y cómo se transmite?

El know-how

Si una franquicia es la repetición de un éxito comercial, un porcentaje muy alto del mismo dependerá de los métodos que se utilicen para su reproducción y transmisión a los franquiciatarios. Tal es la importancia y necesidad del Saber Hacer del franquiciante, que su identificación constituye no sólo un derecho del franquiciatario, sino también una exigencia legal.

Estos conocimientos deben identificarse a través de los Manuales de Negocio que recogen la fórmula del éxito. Por lo tanto, no le deje que le confundan, debe quedar claro que el Saber Hacer no es algo intangible y de hecho, el franquiciatario debe poder disponer de una documentación a la que pueda remitirse en todo momento, para efectuar cualquier consulta que necesite.

Estos documentos se clasifican en informativos y formativos:

Elementos informativos

El franquiciatario que decida integrarse en una red de franquicias debe poder acceder a todos estos documentos. Se dividen en:

• Dossier Informativo de Franquicia

Con el objetivo de adaptar las obligaciones informativas de la franquicia a la nueva normativa establecida por el RD 2485/98 de 13 de noviembre, el Dossier de Franquicia se debe adaptar a las exigencias legislativas actuales. En él deben figurar:

o Datos identificativos de la empresa franquiciante.

o Descripción del sector de actividad del negocio objeto de la franquicia.

o Contenido y características de la franquicia y su explotación.

o Estructura y extensión de la red.

o Elementos esenciales del acuerdo de franquicia.

Este dossier será portador de la imagen de la franquicia y tendrá como finalidad aportar una información inicial básica a los potenciales franquiciatarios.

• Cuestionario de Candidatura

Realizado ajustándose a las características del potencial candidato a la franquicia, aportará a la Central una amplia información respecto al perfil personal, profesional y económico del mismo.

• Folleto de Franquicia

Especialmente útil en las funciones de expansión de la red, en la selección de las referencias más adecuadas y en la difusión de la imagen de marca, transmitirá una primera información a los candidatos.

• Documentos contractuales

recontrato de Franquicia o Acuerdo de Opción de Compra: con la firma de este documento, un candidato, sin haber adquirido la condición de franquiciatario, ya que sólo se adquiere con la firma del contrato, puede reservarse el derecho de la franquicia en una determinada zona de exclusividad, lo que sin duda agilizará las labores de creación de la red por parte de la Central.

Contrato de Franquicia: éste constituye el pilar básico de toda franquicia ya que regulará la relación entre las partes durante toda su vigencia.

Obtener Financiación

• Introducción

• El perfil del franquiciado

• Buscar ubicación

• El valor de la marca

• Formación y Know how

• Derechos y deberes

• Adecuación del local

• Obtener financiación

• El contrato

Obtener la inversión necesaria para abrir cualquier negocio suele ser uno de los principales problemas con los que se encuentra todo emprendedor y uno de los motivos más comunes, por los que muchos proyectos e ideas que podían haber triunfado acaban por no pasar del papel.

Cada vez son más las entidades bancarias que apuestan por el sistema de franquicias y muchas de ellas poseen ya departamentos especializados en este modelo de negocio, con servicios financieros acordes a sus necesidades. Este hecho ha sido también aprovechado por las propias redes de franquicia, la mayoría de las cuales han adoptado acuerdos con distintas entidades financieras, con el fin de ofrecer créditos y productos especiales a sus franquiciatarios, en condiciones más ventajosas que las que marca el mercado.

Además, en función de las características de la franquicia se exigirá al franquiciatario diferentes requisitos que debe cumplir el local, tanto en lo referente a la distribución del espacio, mobiliario o acondicionamiento, como la necesidad de contar con salida de humos en los establecimientos restauranteros, por ejemplo.

A través de acuerdos con las marcas franquiciantes, los departamentos de franquicia de las entidades financieras diseñan un plan de financiación, unos productos y unos servicios adaptados a las necesidades concretas de cada franquicia. Se negocian créditos preferentes y una mayor flexibilidad en los plazos de amortización.

Este hecho, sin embargo, no quiere decir que las entidades bancarias concedan créditos a todos los franquiciatarios que lo soliciten. Lógicamente, la capacidad económica y los avales que los candidatos puedan presentar seguirán siendo condición indispensable para conseguir cualquier tipo de financiación. Además, y pese a la existencia de estos acuerdos, el franquiciatario es siempre quien tendrá que negociar directamente con el banco las características y condiciones de la financiación que solicite.

or otro lado, algunas cadenas de franquicia, con el fin de facilitar la entrada de sus franquiciatarios, también financian ellas mismas parte de la inversión inicial que se debe realizar, de forma que los nuevos empresarios pueden acogerse a créditos muy ventajosos y sin la necesidad de la intermediación bancaria.

Otra opción es solicitar los servicios de consultoras especializadas, algunas de las cuales mantienen convenios con bancos y cajas de ahorros para agilizar y facilitar los trámites.

Otro aspecto a tener presente es que nunca conviene financiar toda la inversión necesaria para montar una franquicia. Lo recomendable es que el franquiciatario disponga de unos recursos propios equivalentes, al menos, al 50% del desembolso inicial que debe efectuar, ya que lo contrario implicaría un endeudamiento excesivo, que podría llevar al fracaso del negocio.

El Contrato de Franquicia

• Introducción

• El perfil del franquiciado

• Buscar ubicación

• El valor de la marca

• Formación y Know how

• Derechos y deberes

• Adecuación del local

• Obtener financiación

• El contrato

El contrato de franquicia es la pieza fundamental que va a regular la relación jurídica entre el franquiciante y el franquiciatario. En algunos casos, antes de la firma final del contrato, se suele firmar entre las partes un primer precontrato inicial. Veamos en qué consisten ambos documentos.

Precontrato de franquicia

Suele ser habitual en muchas marcas la disposición de un documento contractual que, a modo de opción de compra de la franquicia para el potencial franquiciatario, permita a las partes avanzar en la realización de ciertas operaciones y análisis, con anterioridad al otorgamiento del contrato con el que se pretenda regular el definitivo acuerdo.

Este documento puede recibir varios nombres: Precontrato, Contrato de Reserva o Acuerdo de Intención, y no significa para el franquiciatario más que una posibilidad preferente de adhesión a la red, mediante la explotación de un centro operativo en un mercado que habrá de establecerse con anterioridad. En el acto de otorgamiento del precontrato, el adquirente abonará al franquiciante una cantidad a cuenta del derecho de entrada.

Contrato de franquicia

El contrato de franquicia va a ser el documento final que regule los derechos y obligaciones de franquiciatario y franquiciante durante toda la vigencia de la relación. En este documento se plasma la voluntad de los firmantes de entablar una relación empresarial a través del sistema de franquicia.

El franquiciatario deberá exigir que el documento que firme regule de forma clara e inequívoca las obligaciones que el sistema de franquicia impone al franquiciante y cumplir con las exigencias de la normativa. Esta regulación, aplicable sólo a los acuerdos de franquicia, permite el establecimiento de cláusulas cuyo contenido, en otro tipo de acuerdos distintos a los de franquicia, podría devenir nulo por ser contrario a las normas de defensa de la competencia.

Esta exención es únicamente aplicable a lo que la propia normativa define como acuerdo de franquicia y que, necesariamente, debe incluir:

• La cesión de la marca al franquiciatario.

• La transmisión del Know-How (Saber Hacer).

• La prestación de asistencia continuada al franquiciatario durante toda la vigencia del contrato.

La ausencia de cualquiera de estos tres elementos impide la calificación del acuerdo en cuestión como de franquicia.

Por todo esto, es necesario que ambas partes sometan a un riguroso estudio el contrato con anterioridad a su otorgamiento. Este es el mejor medio de evitar sorpresas desagradables en el futuro, ya que la relación contractual de la franquicia nace para durar en el tiempo y un conflicto no contemplado podría acarrear un perjuicio grave para ambas partes.

................
................

In order to avoid copyright disputes, this page is only a partial summary.

Google Online Preview   Download