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Tema El turismo en España y su significado geográfico. Los atractivos turísticos como factor de desarrollo en Castilla y león

1.Importancia económica de la actividad turística

España es uno de los principales destinos turísticos del mundo, el segundo país por número de turistas por detrás de Francia, y el segundo por ingresos por detrás de Estados Unidos. El turismo aporta el 11% del PIB y da trabajo al 12% de la población activa, más de 2 millones de personas. El impacto económico del turismo es muy importante en España. Así, durante los años 60 y 70 los ingresos generados por el turismo contribuyeron al desarrollo económico de España mediante la entrada de divisas junto con las remesas envidadas por los emigrantes; después, el turismo ha sido importante para evitar un mayor déficit de la Balanza comercial. Además la demanda de mano de obra de las zonas turísticas invirtió la tendencia a la emigración en algunas de esas zonas que se convirtieron en receptoras de inmigrantes, ya que el turismo es una actividad que genera muchos puestos de trabajo, directos ( hostelería, restauración, transportes, agencias de viaje, actividades recreativas, culturales y deportivas) e indirectos en actividades inducidas como el comercio, los talleres artesanales, etc…. Por último hay que señalar que el turismo se convirtió en un agente modernizador de nuestro país pues la llegada de turistas extranjeros contribuyó a difundir nuevos valores y costumbres.

Nuestro modelo turístico data de los años sesenta del siglo XX y su éxito radicó en la existencia de una serie de factores ventajosos externos e internos. Los factores externos fueron el crecimiento económico de los países de Europa Occidental, que una vez superada la recesión tras la II Guerra Mundial habían conseguido un alto nivel de renta; la generalización de las vacaciones pagadas desde los años 50 consecuencia del Estado del Bienestar; el abaratamiento y mejora de los transportes ( sobre todo el aéreo), la oferta de los turoperadores extranjeros que hicieron posible el acceso del turismo a grupos cada vez mayores de personas. También se debió a factores internos como los bajos salarios de una mano de obra abundante procedente del sector primario. Otros factores internos como el enorme potencial turístico de España lo estudiaremos en el siguiente apartado.

2. Potencial turístico de España

Recursos naturales.

Entre los factores internos que han favorecido el desarrollo turístico de España destacan los recursos naturales. Entre los primeros destacan las buenas condiciones climáticas como el clima agradable y la abundancia de sol son dos factores determinantes en la atracción turística, especialmente en el Mediterráneo y Canarias. La morfología de las costas, donde predominan las arenosas, es otro factor favorable. El relieve, con abundancia de zonas montañosas permite la práctica de deportes de invierno. Por último, podemos citar la proximidad geográfica de España a los países europeos emisores de turistas como Francia, Alemania o el Reino Unido.

Recursos culturales.

España cuenta además con notables recursos culturales. En primer lugar, las numerosas ciudades españolas declaradas de Bien de la Humanidad por la UNESCO, como Segovia, Ávila, Santiago de Compostela, Sevilla, Granada, Córdoba o Toledo. En segundo lugar, la existencia de tradiciones culturales como la Semana Santa o algunas fiestas populares como la de San Fermín en Pamplona o las Fallas de Valencia. En tercer lugar, el rico patrimonio artístico custodiado en museos como el Prado, El Museo Thyssen, o el Museo Dalí en Figueras, por citar solo algunos de los más importantes. La propia lengua española es un recurso turístico que atrae a estudiantes de todo el mundo a ciudades universitarias como Salamanca.

3. La diversidad de espacios turísticos.

Áreas tradicionales.

El mapa turístico español presenta una fuerte asimetría con un fuerte contraste entre el interior y el litoral y dentro de este último entre el mediterráneo y canario-balear y el cantábrico. Ello se debe al fuerte peso de la modalidad turística de sol y playa que se ve atraído por las ópticas condiciones climáticas de la costa mediterránea y Canarias. Otro factor que contribuyó al desarrollo de las hoy áreas turísticas tradicionales fue el de la buena accesibilidad asegurada por una la red de autovías y autopistas y de aeropuetos que conectaban los centros emisores y de destino.

Las regiones españolas con mayor especialización turística son Baleares, Cataluña, Canarias, Valencia y Andalucía, que tienen casi el 80% del total de las plazas hoteleras de España y un porcentaje muy alto de alojamientos de alquiler y segundas residencias. El resto de alojamiento turístico se reparte de forma desigual entre las regiones atlánticas cantábricas, y en mucha menor medida en el interior. Según la distinta intensidad turística se pueden diferenciar cuatro áreas turísticas en España.

El litoral mediterráneo tiene cuatro características que explican su importante intensidad turística: buenas condiciones físicas y naturales del litoral y las costas; condiciones climáticas excelentes para el turismo de sol y playa; fácil accesibilidad, tanto por carretera como por avión, tanto desde el interior de España como desde el resto de Europa; y proximidad a núcleos urbanos importantes y de gran interés turístico y cultural como Barcelona, Valencia o Málaga. El litoral mediterráneo podemos distinguir cuatro zonas, Cataluña, Valencia, Murcia y Andalucía, organizadas cada una en tramos denominados con una marca turística. Cataluña, ocupa el primer lugar de las preferencias del turismo extranjero, sobre todo franceses. Cuenta con dos marcas turísticas importantes, Costa Brava ( litoral de Girona) y Costa Daurada ( litoral de Tarragona). En la Comunidad Valenciana prima el turismo nacional. Cuenta con dos zonas turísticas importantes, la Costa del Azahar ( litoral de Castellón y Valencia) y Costa Blanca ( Alicante). Murcia, es la de menor importancia turística del Mediterráneo aunque su importancia está aumentando en estos últimos años. En Andalucía, también es mayoritario el turismo nacional y cuenta con tres marcas turísticas: Costa de la Luz ( Almería y Huelva) y Costa del Sol ( Málaga).

Otra región turística tradicional son los archipiélagos balear y canario. Se caracterizan por ser las zonas turísticas más importantes de Europa, por importante peso del turismo exterior ( alemanes y británicos). Baleares combina playas de gran calidad, espacios naturales de gran belleza y la mejor red hotelera y de servicios de todo el país. El relieve volcánico de Canarias es un recurso turístico muy importante pero sobre todo su clima subtropical que permite evitar el problema de la estacionalidad del turismo se sol y playa siendo en invierno cuando se da la máxima ocupación hotelera. Aunque el turismo nacional es importante, es superado por el turismo extranjero. Las islas más turísticas las de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife.

El litoral atlántico y cantábrico por sus valores paisajísticos, la menor congestión turística que en el mediterráneo, y su verano suave han supuesto desde siempre que el turismo de esta área sea principalmente nacional y de tipo familiar. Las distintas Comunidades Autónomas han creado sus marcas turísticas como “ Cantabria infinita” o Asturias, paraíso natural”. Algunos de sus núcleos más importantes son los de las Rías Bajas y Altas en Galicia, Llanes y Ribadesella en Asturias y Santoña y Laredo en Cantabria.

Nuevos modelos turísticos.

Con la expresión “ modelo turístico” se hace referencia a una visión global del turismo en una región geográfica en la que se tiene en cuenta las modalidades concretas de turismo ( rural, de congresos, cultural, de playa), el tipo de alojamiento empleado principalmente por el turista ( hoteles, alquiler de apartamentos, segundas residencias) y tipo de turista al que se dirige la oferta ( de altas rentas, turismo familiar, extranjero o nacional). Pues bien, el modelo turístico español se caracterizaba y aún se caracteriza por el predominio de una clientela masiva, de poder adquisitivo medio medio-bajo, que se aloja mayoritariamente en hoteles y apartamentos de categoría intermedia, localizados en áreas de playa, y que es mayoritariamente controlado por operadores turísticos internacionales. Pero este modelo turístico basado en buenas condiciones climáticas y bajos precios empezó a mostrar síntomas de agotamiento con la crisis generalizada de la actividad turística que se produjo al principio de los años noventa. Esta crisis no estaba relacionada con el número de salidas vacacionales ( que siguieron aumentando) ni con los ingresos generados por el turismo ( que también crecieron ) sino con la irrupción en la escena turística internacional de nuevos destinos, lo que afectó de manera negativa a algunos modelos turísticos de los tradicionales focos de recepción de turismo masivo, entre ellos España. Por todo ello España ha apostado desde hace años por un nuevo modelo turístico distinto, de mayor calidad complementado el turismo de “ sol y playa” con oferta alternativa cultural, y deportiva ( campos de golf) y desarrollando nuevas modalidades turísticas, especialmente en las áreas no turísticas que cuentan con un importante atractivo potencial. Veamos este aspecto en el siguiente apartado.

Las áreas no turísticas y su atractivo potencial.

En contraste con el litoral, el interior de es un área no turística salvo las ciudades que cuentan con importante patrimonio histórico artístico que han desarrollado desde hace años el llamado turismo cultural o de interior. Ejemplo son las ciudades de León, Segovia, Salamanca, o Toledo y especialmente Madrid donde acuden gran número de turistas atraídos por su oferta cultural ( museos, teatro, exposiciones temporales). Pero estas áreas tienen un atractivo potencial que ha sido explotado en las últimas décadas con notable éxito dando lugar a nuevas modalidades turísticas. Podemos citar el turismo rural que se aprovecha del gran interés despertado por la naturaleza contribuyendo a crear iniciativas turísticas en áreas deprimidas y abandonadas del medio rural. La popularización de los deportes de invierno ha impulsado las instalaciones de esquí en alta montaña, lo que contribuye al desarrollo de espacios con escasos recursos y difícil acceso como el Pirineo catalán y aragonés, Sierra Nevada y algunos puntos de la Cordillera Cantábrica. A ello hay que añadir el turismo termal, uno de los más antiguos, revitalizado con nuevas aportaciones como las baños de aromaterapia o cromoterapia, o los balnearios urbanos ( spa) convertidos en verdaderas ciudades de ocio y descanso. El turismo enológico es una nueva variedad de turismo gastronómico que potencia la riqueza vitivinícola de muchas regiones españolas, organizando rutas para degustar los vinos y visitar bodegas y viñedos de interés. El turismo cinematográfico promueve rutas por escenarios de las películas de un mismo autor o una temática concreta; así en Castilla-La Mancha se ha lanzado la “ ruta Almodóvar” que recoge los escenarios que aparecen en sus películas. El turismo ecológico está enfocado hacia actividades turísticas donde se potencia la sostenibilidad y el turismo “ ético” hacia el bienestar de las poblaciones locales. Por último, el turismo de congresos y convenciones tiene cada más importancia y se asocia generalmente a ciudades universitarias y las grandes capitales donde se establecen los principales congresos culturales y profesionales y las ferias y exposiciones más importantes como el caso de Madrid y Barcelona, pero también Salamanca y Valladolid

4. El impacto socio-económico y territorial de las actividades turísticas. Ventajas e inconvenientes desde el punto de vista socioeconómico.

En el primer apartado del tema señalábamos la importancia que tiene el turismo en la economía española por el volumen de ingresos que representa y la gran cantidad de puestos de trabajo que genera. En la Españas de los años sesenta la aportación del turismo a la economía española fue fundamental ya que el ingreso de divisas ayudó al despegue de la economía española. Esta contribución sigue siendo importante todavía hoy por su alta participación en el PIB. Pero además de importancia económica tiene importancia territorial como podemos apreciar en los siguientes puntos El turismo influye en la política de transportes, ya que genera importantes flujos, y ha conducido a dotar de buena accesibilidad a los núcleos turísticos. Así, ha sido determinante en la creación de la autopista del Mediterráneo, que une las áreas receptoras a las emisoras europeas. También ha contribuido a modernizar y desarrollar la red de aeropuertos y a potenciar los vuelos irregulares o chárter, que abaratan los costes y adaptan la frecuencia e itinerarios de los vuelos a la demanda. Además se ha ampliado la capacidad portuaria para las embarcaciones recreativas y deportivas, que es uno de los mayores atractivos para el turismo de mayor poder adquisitivo. El llamado” turismo de retorno” consiste en el regreso al pueblo de origen de personas que emigraron durante los años sesenta a las ciudades industriales de España y tiene un impacto positivo en el parque de viviendas al incrementar la conservación y rehabilitación de las viviendas rurales, así como la construcción de otras nuevas en terrenos heredados. Como generalmente los municipios afectados sufren un declive demográfico y económico, el turismo de retorno aporta ingresos a las arcas municipales por el pago de impuestos y genera una cierta actividad económica.. Por último, el turismo ha influido en los cambios de mentalidad y costumbres al difundir valores y modos de comportamiento que chocaban con los tradicionales de los españoles de las décadas de los sesenta.

Sin embargo, el gran peso económico del turismo tiene ciertos inconvenientes. Al estar centrada la oferta turística española en el turismo de sol y playa es una actividad económica de gran estacionalidad. Casi el 50% de los turistas eligen el verano para sus vacaciones por lo que los trabajos asociados al sector turístico se caracterizan por su estacionalidad. En segundo lugar, los trabajos ofrecidos por el sector turístico se caracterizan por ser de baja cualificación ( camareros, ayudantes de cocina, limpieza y mantenimiento de hoteles) por lo que los salarios son bajos. En tercer lugar, el excesivo peso del sector turístico hacen a la economía española especialmente vulnerable a las crisis económicas mundiales o los cambios de gustos de los países emisores de turistas, que en España están muy polarizadas en algunos países como Francia o Inglaterra. Por último, la actividad turística española es excesivamente dependiente de los turoperadores extranjeros que son empresas que ofrecen al turista extranjero un paquete completo de sus vacaciones, reserva de viajes, vuelos chárter, actividades, que el cliente paga en el país emisor de forma que la mayor parte del gasto queda en su país.

Actividad turística y deterioro ambiental.

La actividad turística ha sido el primer agente de la transformación del territorio en España al converger en España el boom turístico con el de la industria de la construcción. Además, muchos de los parajes afectados se caracterizan por sus atractivos naturales, pues servían de reclamo para la promoción de alojamientos turísticos. Los hoteles, los chalets y apartamentos son responsables de la urbanización de muchos tramos de costa, sobre todo en los litorales mediterráneo e insular y de zonas del interior peninsular. En las zonas costeras mediterráneas se han seguido dos modelos urbanizadores: el modelo concentrado de desarrollo vertical con altos edificios de apartamentos dotados de algunos servicios comunes, y el modelo extensivo de baja densidad constituido por viviendas unifamiliares rodeadas de jardín con piscina. El primero tiene su manifestación más extrema en Benidorm, que concentra en el 1% del territorio peninsular el 40% del turismo nacional. Tiene un gran impacto visual porque se impone con rotundidad al paisaje natural pero consume menos recursos como suelo, agua y energía y por tanto es más sostenible. El segundo es el más extendido por la zona de las Marinas alicantinas donde muchos europeos jubilados han comprado una segunda residencia. Es un modelo derrochador de recursos e insostenible desde el punto de vista ambiental.

Informes como “ Destrucción a toda costa” de Greempeace enumeran las agresiones medioambientales como la proliferación de segundas residencias, construcción de hoteles o bloques de apartamentos en paisajes protegidos ( como el famoso hotel de El Algarrobico) o dentro del dominio público establecido por la Ley de Costas. A veces estas agresiones cuentan con la complicidad de las autoridades y técnicos, sobre todo municipales, que participan en las tramas de construcción. Una de las mayores agresiones son los puertos deportivos, que afectan a la flora y fauna y corrientes marinas. Su construcción depende de informes medioambientales favorables irreales ( transplantes de praderas submarinas). Las autoridades de las Comunidades autónomas se han lanzado a una política de fomento de puertos deportivos fuera de toda medida.

Para limitar la destrucción del litoral el Estado español cuenta con varios medios como el SEPRONA o Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y las fiscalías de medio ambiente. La Ley de Costas de 1988 llegó tarde, cuando ya se habían cometido numerosos desmanes urbanísticos, pero ha permitido algunos derribos y evitado nuevas construcciones. La Ley estatal de Suelo del 2007 ha establecido un marco más restrictivo y conservacionista para el urbanismo, aunque las competencias urbanísticas son municipales y la ordenación del territorio corresponde a las CCAA y algunas no han elaborado los planes de ordenación de su franja costera. La reciente ley de Costas reduce el espacio litoral no edificable de los 100 metros anteriores a veinte metros y además amnistía diversos espacios construidos que deberían ser derribados de acuerdo con la ley de costas de 1988. También las montañas, lugares frágiles y hasta ahora protegidas de las agresiones medioambientales, se ven amenazadas por infraestructuras turísticas asociadas a los deportes de invierno, como la polémica futura estación de esquí del Puerto de San Glorio, en plena zona osera de la cordillera cantábrica. Muchas veces la rentabilidad económica de las estaciones de esquí es nula y son un pretexto para la urbanización del territorio mediante la construcción de segundas residencias resultado de la connivencia entre ayuntamientos y constructoras ( sobres, sobres..).

5. Diversas modalidades del turismo en Castilla y León

Castilla y León se mantuvo en enero como el destino rural preferido de España 26.738 plazas, dan trabajo a 4.520 personas, casi una cuarta parte de la ocupación del sector en el conjunto autonómico (19.403).

Por provincias, Ávila, con 11.581 pernoctaciones, fue la segunda de España en turismo rural, por detrás de Santa Cruz de Tenerife; mientras que Salamanca ocupó el séptimo, con 5.920 pernoctaciones; Segovia el décimo, con 5.530 y León el duodécimo, con 4.468.

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