CAPÍTULO Equidad e integración social

CAP?TULO 2

EQUIDAD E INTEGRACI?N SOCIAL

ESTADODELANACI?N 47

CAP?TULO

2

Equidad e integraci?n social

?NDICE

Hallazgos relevantes

47

Valoraci?n general

49

Valoraci?n del Informe anterior

50

Aspiraciones

50

Balance de indicadores

51

Introducci?n

53

Balance social

53

R?cord de homicidios en 2017, impulsado

por el crimen organizado

55

Sin cambios en niveles de pobreza

por ingresos

56

Persiste elevada desigualdad de ingresos,

a pesar de reducci?n del 1,4% en 2017

58

Contin?an problemas de empleo,

especialmente para las mujeres

60

Crecimiento desigual de la inversi?n

social p?blica

62

Pocos cambios en la estructura de la ISP

entre los a?os 2000 y 2017

64

Miradas en profundidad

69

Existen patrones de concentraci?n

de los homicidios y la incautaci?n

de drogas a nivel distrital

69

Regi?n Huetar Caribe: entre tensiones

estructurales y oportunidades crecientes 71

Barreras de inserci?n, selecci?n

y valoraci?n de las mujeres en el

mercado laboral

79

HALLAZGOS RELEVANTES

>> En 2017, un 11,4% de los hogares era pobre solo por insuficiencia de ingresos, un 10,1% sufr?a esa condici?n seg?n el m?todo multidimensional y un 8,7% por ambas mediciones. Esto equivale a 459.864 hogares y 1.695.097 personas.

>> El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en la distribuci?n de ingresos, mostr? una reducci?n de 1,4%, al pasar de 0,521 a 0,514. El cambio es estad?sticamente significativo, pero de bajo impacto dado el alto nivel de este indicador.

>> Por segundo a?o consecutivo crecieron los ingresos de los hogares del primer decil (10% m?s pobre); la expansi?n acumulada es del 16% en t?rminos reales. Los deciles restantes (excepto el sexto y el noveno) vieron decrecer sus ingresos.

>> En 2017 la inversi?n social p?blica (ISP) aument? 4,2% en t?rminos reales, lo que equivale a 3,0% por persona. La expansi?n fue desigual: por encima del promedio en los rubros de educaci?n y vivienda y territorio, y levemente por debajo en protecci?n social, mientras que salud no creci? con respecto al a?o anterior.

>> La dif?cil situaci?n fiscal presiona al Estado a aplicar medidas de contenci?n del gasto p?blico. Si estas se dan por la v?a de la ISP, se afectar?a a las personas m?s pobres y vulnerables. En un escenario de m?xima restricci?n, si las transferencias monetarias se eliminaran, la pobreza extrema aumentar?a hasta 4,2 puntos porcentuales y la total 2,8.

>> Los homicidios tuvieron un deterioro notable en 2017, con una tasa r?cord de 12,2 casos por cada 100.000 habitantes y 603 v?ctimas. Este nivel es considerado por la Organizaci?n Mundial de la Salud (OMS) como una epidemia. Las causas principales siguen siendo las vinculadas al crimen organizado y el narcotr?fico.

>> Un estudio realizado por el PEN y el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) confirma que la distribuci?n de los

homicidios y la incautaci?n de narc?ticos tienen patrones territoriales a nivel de distritos. Es decir, no son problemas generalizados que afecten por igual a todo el pa?s.

>> Las tasas de participaci?n y de ocupaci?n para el per?odo 2010-2017 muestran diferencias de alrededor de 30 puntos porcentuales a favor de los hombres, mientras que la tasa de desempleo es 3,5 puntos mayor entre las mujeres.

>> La oportunidad de inserci?n laboral de una mujer profesional es el doble de la que tiene otra que solo complet? la educaci?n secundaria y 4,4 veces mayor que la de una que apenas logr? terminar la primaria. La maternidad tambi?n incide en la participaci?n: una mujer sin hijos tiene 1,2 veces m?s oportunidades que la que tiene un hijo y 1,6 veces m?s que una madre de tres.

>> Ejercicios de simulaci?n revelan que si las mujeres que est?n desocupadas o fuera de la fuerza de trabajo obtuvieran un empleo, la pobreza total se podr?a reducir casi a la mitad.

>> Una proporci?n de la brecha de ingresos entre mujeres y hombres no se explica por las caracter?sticas de las personas y los puestos de trabajo, por lo que se atribuye a discriminaci?n salarial. En ausencia de esta, las mujeres percibir?an ingresos superiores a los de los hombres, debido a su mejor perfil de calificaci?n. ? >> La regi?n Huetar Caribe es multicultural y tiene una gran riqueza natural. En ella se ubica el principal puerto del pa?s, que sin embargo le aporta poco al desarrollo regional. Sus habitantes poseen baja escolaridad promedio (7,7 a?os) y est?n afectados por un alto desempleo (9,2%), pero anhelan mejoras, algunos con desconfianza y escepticismo, a partir de la entrada en operaci?n de una nueva terminal de contenedores, as? como de un conjunto de iniciativas de inversi?n p?blica y privada.

48 ESTADODELANACI?N

EQUIDAD E INTEGRACI?N SOCIAL

CAP?TULO 2

CUADRO 2.1

Resumen de indicadores sociales. 1990-2017

Indicadora/

1990

2000

2010

2016

2017

Expansi?n de capacidades

Esperanza de vida al nacer (a?os)

77,0

77,7

79,1

80,0

Tasa de mortalidad infantil (por 1.000 nacidos vivos)

14,8

10,2

9,5

7,9

Cobertura de la PEA por seguro de saludb/(%)

64,7

64,6

63,0

65,8

Asalariados

72,5

63,7

68,7

70,2

No asalariados

37,0

35,8

48,9

58,0

Cobertura de la PEA por seguro de pensionesb/(%)

44,6

48,0

57,7

59,7

Asalariados

65,4

58,6

63,0

63,7

No asalariados

3,5

25,0

44,9

52,2

Escolaridad promedio de las personas de 18 a 64 a?osc/ (a?os)

7,2

8,0

8,8

9,2

Poblaci?n de 25 a 39 a?os que tiene secundaria completa y m?sc/ (%)

31,2

32,8

40,3

46,4

Poblaci?n de 15 a 24 a?os que no estudia ni trabajac/

23,3

20,3

17,0

13,7

Poblaci?n de 12 a 18 a?os que asiste a la educaci?nc/ (%)

58,6

69,1

82,4

87,1

Tasa neta de escolaridad en educaci?n regulard/(%)

Primaria

96,5

98,0

93,1

Secundaria

51,6

67,7

73,3

Poblaci?n de 18 a 24 a?os que asiste a educaci?n superiorc/ (%)

22,1

25,2

28,2

Tasa neta de participaci?n laboralc/

57,3

58,0

59,1

60,5

Hombres

82,5

79,2

75,9

75,1

Mujeres

32,5

37,8

43,5

47,3

Tasa de desempleo abiertoc/(%)

4,5

5,1

7,3

7,8

Hombres

4,0

4,3

6,0

6,3

Mujeres

5,8

6,7

9,5

10,0

?ndice de salarios m?nimos reales, promedio del a?o (base 1984=100)

100,8

115,6

122,3

136,9

Ingreso promedio real mensual de los ocupadose/(junio 2015=100)

295.609

367.818 427.969 468.332

Variaci?n real anual del ingreso per c?pita de los hogares(junio 2015=100)

-9,1

4,3

-3,9

3,8

Inversi?n p?blica social real en relaci?n con el PIB (%)

15,8

17,3

21,9

23,2

Inversi?n p?blica social real per c?pita (miles de colones del 2000)

180.078

207.397 241.048 269.347

Tasa de v?ctimas de homicidios (por cien mil habitantes)

4,6

6,1

11,5

11,8

Brechas de equidad

Coeficiente de Gini (del ingreso per c?pita promedio antes de impuestos)c/

0,450

0,479

0,507

0,521

Relaci?n entre el ingreso promedio del hogar del V quintil y del I quintilf/ (veces)

9,3

8,0

10,8

12,9

Relaci?n de dependencia econ?mica en los hogaresg/

Pobres

3,0

3,0

2,4

2,1

No pobres

1,5

1,3

1,0

0,9

Hogares pobresc/(%)

27,4

20,6

21,3

20,5

Relaci?n entre la incidencia de pobreza en la regi?n m?s alta y en la m?s baja (veces)

2,1

2,3

2,0

1,9

Deserci?n escolar en educaci?n secundariah/(%)

11,9

10,2

8,4

Relaci?n entre dependencia p?blica y privada (veces)

7,1

6,0

6,5

80,2 8,0 69,0 74,1 58,5 62,6 67,3 52,7 9,2 47,7 15,5 87,3

27,3 58,4 73,1 44,9

7,5 6,3 9,2 136,6 474.246 3,8 23,8 277.490 12,2

0,514 12,7

2,4 1,0 20,0 1,9 7,2 6,5

a/ Para conocer las fuentes de las variables puede consultarse el apartado "Fuentes y notas t?cnicas", en el Compendio Estad?stico, disponible en el sitio . or.cr/estadisticas-index b/ A partir de 2010 no se incluye como poblaci?n ocupada asegurada a las personas que cotizan en el seguro voluntario. c/ Estas variables tienen como fuente las encuestas de hogares del INEC, las cuales fueron objeto de cambios metodol?gicos en 2010. Por lo tanto, a partir de esa fecha los datos no son estrictamente comparables con los de a?os anteriores. d/ El Departamento de An?lisis Estad?stico del MEP ajust? las estimaciones de las tasas netas de escolaridad con las proyecciones de poblaci?n de marzo de 2013. Sin embargo, la nueva serie est? disponible a partir de1999. e/ Se toman como referencias el ingreso promedio mensual de los ocupados en la ocupaci?n principal y el ingreso promedio per c?pita de los hogares, seg?n las encuestas de hogares. Se dividen entre el ?ndice de precios al consumidor (base junio de 2015). A partir del 2010 se consigna el ingreso bruto para el caso de los ocupados y el ingreso neto per c?pita de los hogares, ambos con imputaci?n de valores no declarados. f/ Los quintiles son establecidos con base en el ingreso promedio per c?pita del hogar. Para estimar los quintiles, a partir del 2010 se utiliza el ingreso neto con ajuste por subdeclaraci?n. g/ Se refiere a la relaci?n entre los menores de 15 a?os y la poblaci?n que est? fuera de la fuerza de trabajo, con respecto a la que est? dentro de ella. h/ Incluye diurna y nocturna. Los datos est?n disponibles a partir de 1997.

CAP?TULO 2

EQUIDAD E INTEGRACI?N SOCIAL

ESTADODELANACI?N 49

Valoraci?n general

En 2017 e inicios de 2018 Costa Rica sigui? mostrando un lento progreso en desarrollo humano y malos resultados en equidad social. La principal novedad fue un grave deterioro en el ?mbito de la integraci?n social, debido al incremento de la violencia delictiva. La incapacidad para revertir los altos niveles de desigualdad que el pa?s ha experimentado a lo largo del siglo XXI, ha afianzado las asimetr?as en las oportunidades a las que tienen acceso distintos territorios y grupos de la poblaci?n, lo que a su vez ha propiciado el surgimiento de zonas de exclusi?n social y nuevos desaf?os para la institucionalidad. Ello genera un c?rculo perverso de desaprovechamiento de capacidades, tanto humanas como productivas. Desde la perspectiva internacional, adem?s, implica retrocesos en materia de desigualdad y la p?rdida de posiciones relativas en las variables del desarrollo humano, con respecto a otras naciones.

En muchos indicadores sociales, el hecho de que se mantengan las tendencias no es una buena noticia. Una quinta parte de los hogares sigue siendo pobre por ingresos, proporci?n cercana al promedio de los ?ltimos veinte a?os. No obstante, al combinar los resultados de las distintas t?cnicas de medici?n, resulta que 1.695.097 personas est?n afectadas por alg?n tipo de pobreza. En el acceso y el logro educativos persiste el comportamiento inercial y preocupa que, pese a la fuerte inversi?n en este rubro, la escolaridad promedio de la poblaci?n (9,2 a?os) casi no avanza y es insuficiente para mejorar la productividad del pa?s. Finalmente, siguen siendo escasas las oportunidades para generar ingresos aut?nomos por la participaci?n en el mercado de trabajo.

Hubo una reducci?n interanual de la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, en principio un dato positivo. Sin embargo, este cambio no obedeci? a buenas razones: la distancia entre los grupos que tienen m?s y menos ingresos disminuy? por una contracci?n real en casi todos los casos, salvo en el de los hogares m?s pobres, para los cuales se report? una mejor?a que se explica por el efecto de las transferencias sociales.

Una amplia y creciente inversi?n social p?blica (ISP) logr? contener, pero no anular, el poco dinamismo del mercado de trabajo. Cuando este ?ltimo muestra un desempe?o negativo como el de los a?os recientes, la fuerza de trabajo se contrae y los hogares m?s pobres dependen aun m?s de las ayudas estatales. Luego, cuando el mercado da se?ales de recuperaci?n, los resultados son dispares: las buenas noticias son para la poblaci?n m?s educada, pero entre las personas que sufren mayor rezago social

ocurre un nuevo aumento de la informalidad y el subempleo.

En 2017 la tasa de homicidios alcanz? el m?ximo hist?rico de 12,2 casos por 100.000 habitantes. Un an?lisis de este indicador a nivel de distritos evidenci? patrones que afectan en mayor medida territorios ya vulnerables (dentro y fuera de la GAM), en los cuales la violencia se agrega a un conjunto de fragilidades sociales y ambientales. La mirada regional tambi?n confirm? que los programas sociales tienen dificultades para adaptarse a las manifestaciones espaciales de las brechas de equidad, pues su oferta es est?ndar. La presencia del Estado, tradicionalmente m?s fuerte en los sectores de agricultura, salud y educaci?n, no da muestras claras de innovaci?n, pero s? de dispersi?n de los recursos en m?ltiples intervenciones que no se articulan entre s?.

En este cap?tulo se estudian en profundidad dos temas que puntualizan desaf?os para avanzar en la equidad y la integraci?n social. El primero refiere a las brechas de g?nero en el mercado de trabajo, un problema que el Informe considera estructural. Para empezar, la tasa de participaci?n laboral femenina se mantiene estancada, luego del dinamismo que mostr? en la d?cada de los noventa. El principal hallazgo de la investigaci?n realizada es que en Costa Rica las mujeres enfrentan una triple barrera: de inserci?n (participaci?n en la fuerza de trabajo), de selecci?n (acceso a empleo) y de valoraci?n (brecha salarial). Aun si poseen alta calificaci?n, sufren con mayor frecuencia problemas de desempleo, subempleo, remuneraciones discriminatorias y patrones de segmentaci?n ocupacional, que afectan sus derechos y oportunidades. Esos obst?culos no solo las perjudican a ellas y a sus familias, sino que llevan al pa?s a desaprovechar el potencial de este amplio contingente humano. Ejercicios de simulaci?n efectuados para este cap?tulo revelaron que si las mujeres que est?n desocupadas o fuera de la fuerza de trabajo tuvieran un empleo, la pobreza total se podr?a reducir casi a la mitad.

El segundo tema es un examen detallado de los indicadores socioecon?micos de la regi?n Huetar Caribe, mediante el cual se constat? un rasgo fundamental del desarrollo en Costa Rica: los fuertes contrastes dentro y entre las regiones. Lim?n es un territorio fragmentado, con varias microrregiones claramente diferenciadas en su base productiva, pero que tienen en com?n bajos logros en desarrollo humano. Grandes extensiones de monocultivos coexisten con una muy d?bil presencia de mipymes en todos los sectores y una actividad tur?stica de gran potencial, pero con escasa articulaci?n con el resto de la econom?a y amenazada por la inseguridad y la violencia. La inminente entrada en operaci?n de la nueva terminal de

contenedores y un conjunto de iniciativas de inversi?n p?blica y privada que se espera concretar en los pr?ximos a?os, a?n no generan optimismo en la poblaci?n local.

El potencial de Lim?n para el crecimiento econ?mico y el cierre de brechas sociales es grande, pero no se har? realidad sin una clara estrategia de promoci?n del desarrollo regional, que aproveche los valiosos recursos disponibles, salde d?ficits acumulados en infraestructura productiva, escolaridad y servicios p?blicos, y reduzca significativamente la incidencia de los problemas delictivos.

Al cierre de edici?n de este Informe hay incertidumbre en torno a la dif?cil situaci?n fiscal del pa?s y sus efectos sobre el gasto p?blico. Ante el riesgo creciente de un ajuste que imponga restricciones severas al financiamiento de los programas sociales, es preciso hacer un llamado de atenci?n. En el pasado Costa Rica cometi? errores al enfrentar coyunturas similares. En la crisis de deuda de los a?os ochenta se recort? la inversi?n en educaci?n, y el pa?s no solo necesit? m?s de dos d?cadas para recuperarse, sino que adem?s conden? a toda una generaci?n a una baja escolaridad, hecho que explica en gran medida la dificultad para reducir la pobreza por debajo del umbral del 20%. M?s recientemente, a inicios del siglo XXI, las medidas de contenci?n del gasto afectaron el financiamiento del Fodesaf y otras instituciones sociales.

Un ejercicio realizado para este Informe mostr? que, si los recortes se dan por la v?a de la ISP, se afectar?a a las personas m?s pobres y vulnerables. En un escenario de m?xima restricci?n, si las transferencias monetarias se eliminaran, la pobreza extrema aumentar?a hasta 4,2 puntos porcentuales y la total 2,8. En el ?mbito de la ISP, el reto central est? en buscar una racionalizaci?n del gasto que haga m?s eficiente su impacto sin sacrificar las coberturas, lo que a su vez demanda esfuerzos para innovar en la gesti?n de la pol?tica social.

Costa Rica enfrenta el desaf?o de lograr una mayor articulaci?n entre su estructura productiva y su r?gimen de bienestar, en un contexto de restricci?n fiscal, transformaci?n de las relaciones laborales y adaptaci?n a los avances tecnol?gicos. Un primer paso hacia ese objetivo ser?a retomar la senda del crecimiento econ?mico sostenido, a la vez que se impulsan mejoras en la distribuci?n que favorezcan el cierre de brechas educativas, territoriales y de g?nero. Si se contin?a por el camino de bajar escalones en los indicadores, no cabe esperar que el pa?s permanezca por mucho tiempo en el grupo de las naciones de alto desarrollo humano en el mundo.

50 ESTADODELANACI?N

EQUIDAD E INTEGRACI?N SOCIAL

Valoraci?n del Informe anterior

El balance social del 2016 muestra que Costa Rica sigue siendo un pa?s de alto desarrollo humano, pero que por acci?n y tambi?n por omisi?n tiene m?s de una d?cada de transitar por el camino de una creciente desigualdad. Diversas presiones comprometen los logros alcanzados, principalmente las debilidades en el mercado de trabajo y la insolvencia de las finanzas p?blicas. En el per?odo de estudio se registraron avances puntuales en algunos indicadores que por a?os se hab?an mantenido inm?viles, pero ninguno con la fuerza suficiente para superar la inercia que ha caracterizado la ?ltima d?cada.

En 2016 se redujo la pobreza, tanto si se mide por ingresos como por el m?todo multidimensional, baj? el desempleo y aument? la inversi?n social p?blica (ISP). Los positivos indicadores hist?ricos en

salud y educaci?n no registraron cambios, pero crecieron la informalidad y la tasa de homicidios. Pese a los avances, persisten los problemas estructurales que impiden mayores logros: el dinamismo econ?mico y el empleo contin?an desvinculados, la escolaridad de la poblaci?n econ?micamente activa es deficiente y no mejoraron las condiciones para la participaci?n laboral femenina.

Dejar la senda de la creciente desigualdad es el principal desaf?o que enfrenta Costa Rica en materia social. Comprender por qu? le ha costado tanto al pa?s admitir su deterioro en este ?mbito, podr?a ofrecer pistas para retomar el rumbo correcto. Ser omisos en el reconocimiento de la propia realidad hace m?s dif?cil avanzar hacia entornos de mayor y mejor distribuci?n de la riqueza, aspiraci?n de una sociedad que ambiciona altos niveles de desarrollo humano.

CAP?TULO 2

Aspiraciones

EQUIDAD CRECIENTE

INTEGRACI?N

OPORTUNIDADES AMPLIADAS

Un entorno1 de creciente equidad y mejor distribuci?n de la riqueza que, mediante la generalizaci?n del acceso a las oportunidades, sin distingos de edad, sexo, orientaci?n sexual, etnia, nacionalidad, ideolog?a y credo religioso, les permite a las personas desplegar sus capacidades y lograr bienestar.

Acceso de todas las personas a un conjunto de derechos garantizados que les permiten interactuar y participar de la vida en sociedad, sin exclusiones por motivo de sexo, etnia, edad, orientaci?n sexual, lugar de nacimiento o condici?n migratoria, ni bloqueos que las condenen a la pobreza y la vulnerabilidad social.

Servicios sociales de calidad que mejoran las condiciones de vida de la poblaci?n, apoyan los procesos de movilidad y ascenso social y reducen las brechas entre los distintos sectores sociales y ?reas geogr?ficas.

SEGURIDAD HUMANA

Un entorno de seguridad humana propicio para el aprovechamiento de las oportunidades y el desarrollo de las capacidades creativas y participativas de toda la poblaci?n2.

CAP?TULO 2

EQUIDAD E INTEGRACI?N SOCIAL

ESTADODELANACI?N 51

Balance de indicadoresa/

?Qu? muestra la figura?

M?nimo Valor 2016 Mediana Valor 2017 M?ximo

A?o del m?nimo

A?o del m?ximo

Este panel de indicadores resume la situaci?n social del pa?s en cuatro grandes ?reas: acceso a una vida sana, acceso a ingresos dignos, acceso al conocimiento y equidad de g?nero, durante el per?odo 1990-2017. No es una l?nea cronol?gica. Los extremos de las figuras muestran los valores m?nimo y m?ximo de cada indicador, junto a los a?os respectivos. Adem?s se presentan las cifras registradas por cada variable en 2016 y 2017. Por ?ltimo se incluye la "mediana", que representa el punto central del conjunto de datos, ordenados de menor a mayor.

Acceso a vida sana

Acceso a ingresos dignos

Esperanza de vida 76

80

Tasa de desempleo 4

9

(a?os)

(%)

1995

2017

2004

1993

Tasa de mortalidad 8

15

Hogares en 17

32

infantil (por 1.000

probreza total (% )a/

nacimientos) 2015

1990

2007

1991

Cobertura de la PEA por 52

71

Relaci?n entre ingresos 8

13

seguro de salud (% )

del V y I quintil

2003

1993

(veces) 1996

2015

Cobertura de la PEA 44 por IVM (% )

63

450

552

Coeficiente de Gini/

2002

2017

1990

2013

Acceso al conocimiento

Equidad de g?nero

A?os de escolaridad 7 promedio (18 a 64 a?os)

9

Tasa de participaci?n 32

47

laboral femenina (%)

1991

2014

1991

2016

Poblaci?n de 25 a 39 a?os 29

50

Hogares con jefatura 18

38

que complet? secundaria

femenina (%)

(%) 1991

2014

1990

2017

Poblaci?n de 15 a 24 a?os 14

23

Nacimientos de 15

21

que no estudia ni trabaja

madres adolescentes

(%) 2016

1990

(%) 2017

2000

Exclusi?n educativa 7

14

11

42

en secundaria

Cantidad de femicidios

(%) 2017

1998

1996

2011

a/ En algunos indicadores se debe tener cuidado con la interpretaci?n, pues cuanto m?s bajo sea el valor, mejor es la posici?n que se ocupa. Estos son los casos de la mortalidad infantil, la tasa de homicidios, los j?venes que no estudian ni trabajan, la tasa de desempleo, el porcentaje de hogares en pobreza, el coeficiente de Gini y el porcentaje de nacimientos de madres adolescentes.

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