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| |UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA | |

| |FACULTAD DE MEDICINA | |

| |SALUD PÚBLICA I | |

| |AÑO 2020 | |

ESTILO DE VIDA SALUDABLE

Semana (17)

Elaborado en Octubre de 2019

con fines docentes por:

Dra. Ligia A. Palacios Muñoz MsC

1. ESTILO DE VIDA

El concepto de estilo de vida se encuentra integrado por una dialéctica tanto sociocultural como personal decisiva; es multidimensional, debido a que en este se reflejan aspectos biológicos, psicológicos, sociales, culturales y fisiológicos de la vida de una persona tanto a nivel individual como social. (1) (1)

Se considera, entonces, al estilo de vida, como la capacidad individual de la toma de decisiones sobre la creación de patrones y conductas que pueden afectar la salud y sobre las cuales el individuo tiene algún grado de control. De esta manera, el estilo de vida se entiende como una conducta de tipo consistente adoptada por cada persona, y se encuentra estrechamente relacionada con el nivel de salud que presenta. (1,2) (1,2)

Los estilos de vida se relacionan con la salud debido a sus propias características: (2) (2)

• Su naturaleza es conductual y observable, y sus determinantes pueden ser actitudes, valores y motivaciones.

• Considerado como hábito debido a que las conductas se continúan en el tiempo.

• Se asocian y combinan consistentemente entre conductas.

Existen 3 tipos de factores que influencian el estilo de vida, y son los que se describen a continuación. (1) (1)

• Individual: formado por capacidad intelectual, características genéticas, tendencias cognitivas y formas de comportamientos. Son la suma de rasgos biológicos, psicológicos y sociales de cada persona.

• Aspectos sociales: que incluyen aspectos económicos y culturales de los individuos.

• Macrosistema social: se consideran también aspectos climáticos, industrialización, polución, recursos de salubridad, urbanismo, entre otros.

1.2 Historia

En la década de los años 80’s partiendo del informe de Lalonde, en donde se determinó la importancia del estilo de vida como un determinante de la salud de las personas, se definió al estilo de vida como un “conjunto de decisiones de las personas que afectan a la salud y sobre las cuales ellas tienen más o menos control”. Para 1981, la Organización Mundial de la Salud (OMS), propuso que el estilo de vida era “una forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida en un sentido amplio y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales.” (2) (2)

En este sentido, para el año 2002 se celebró una Consulta Mixta de OMS y Food and Agriculture Organization (FAO) en Ginebra, y en ésta se reconoció a las enfermedades crónico-degenerativas (o enfermedades no transmisibles) como una epidemia creciente que afecta tanto a los países desarrollados como a los países en vías de desarrollo. Encontrándose estas enfermedades relacionadas con los cambios que se han presentado en los hábitos alimentarios y modo de vida a lo largo de los años, por lo que se llegó a la conclusión de brindarle al estilo de vida saludable un importante enfoque en la actividad física para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónico-degenerativas, tal como se describe a continuación. (3) (3)

• Gasto energético asociado a actividad física: considerado como uno de los factores que más contribuyen al desarrollo de sobrepeso y obesidad, debido a la disminución del gasto calórico que provoca la falta de actividad física.

• La actividad física: que se ha evidenciado tiene un papel fundamental en la composición corporal en función de grasa, músculo y tejido óseo.

• La actividad física y los nutrientes: una actividad física deficiente acompañada de nutrientes inadecuados influyen en el riesgo del desarrollo de un número considerable de enfermedades crónico-degenerativas.

• El buen estado cardiovascular derivado de la actividad física: reduce significativamente los efectos en la salud, de la obesidad y el sobrepeso.

• La falta de actividad física: se considera un riesgo para la salud mundial, y es un problema que ha ido en aumento tanto en países en vías de desarrollo como en países desarrollados, especialmente en habitantes de ciudades grandes.

Para el año 2018, según la OMS, las enfermedades crónico-degenerativas provocaban 41 millones de muertes anualmente, correspondiendo esta cifra al 71% de muertes a nivel mundial. Se estima, además, que, de esos 41 millones de muertes, 15 millones se presentan en personas comprendidas entre los 30 y 69 años de edad, y de estas muertes más del 85% ocurren en países de medianos y bajos ingresos. (4) (4)

Dentro de las enfermedades crónico-degenerativas se ha determinado que las enfermedades cardiovasculares (17.9 millones de muertes anuales), cáncer (9 millones de muertes anuales), enfermedades respiratorias (3.9 millones de muertes anuales), y diabetes (1.6 millones de muertes anuales), son la causa de más del 80% de muertes. (4) (4)

La OMS ha evidenciado, además, que el consumo de tabaco, inactividad física, consumo de alcohol y dietas no saludables aumentan el riesgo de muerte por alguna enfermedad crónico-degenerativa. (4) (4)

Sin embargo, Guatemala no presenta únicamente alta tasa de mortalidad por enfermedades crónico-degenerativas, sino es el país de la región con mayor doble carga de mortalidad. Esta doble carga de mortalidad se refiere a la tasa calculada mediante la suma de muertes provocadas por cáncer y enfermedades cardiovasculares dividido entre las muertes por enfermedades transmisibles; misma que es cercana a 1. (5) (5)

2. ESTILO DE VIDA SALUDABLE

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir hasta un 80% de casos de enfermedad cardiovascular y diabetes, y hasta un 40% de casos de cáncer; y ha evidenciado sólidamente que una persona con un estilo de vida saludable puede permanecer sana hasta la octava o novena década de vida. (5) (5)

Sin embargo, la relación entre la salud y un estilo de vida saludable se considera una especie de círculo vicioso, debido a que la salud depende del estilo de vida del individuo, pero este estilo de vida depende de la salud del mismo. (6) (6)

Dada la importancia del estilo de vida saludable en el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas y las repercusiones que éstas conllevan, la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), con su sede en Madrid, España, plantea para el establecimiento de un estilo de vida saludable, nueve dimensiones fundamentales que responde a lo postulado por la OMS, como se describe a continuación:

• Frecuencia de comida

Se recomienda realizar 5 comidas al día, iniciando con un desayuno saludable que active adecuadamente el metabolismo, y las demás comidas se sugiere que sean pequeñas y saludables para proveer la energía necesaria para el resto del día. (7) (7)

• Consumo de sal

Se estimaba para el año 2018, según la OMS, que el consumo excesivo de sal era responsable de 4.1 millones de muertes anualmente. (4) (4)

Para reducir el consumo de sal, la OMS recomienda al cocinar y preparar alimentos limitar la cantidad no solo de sal, sino también de condimentos que son altos en sodio (como la salsa de soya). (8) (8)

• Consumo de fruta

Según la OMS, las frutas se consideran como fuente importante de vitaminas, minerales, fibra, proteína y antioxidantes. El incluirlas frecuentemente en la dieta diaria se traduce en la reducción del riesgo de desarrollar obesidad, enfermedades cardiovasculares, eventos cerebro vasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. (8) (8)

• Consumo de comida rápida

La comida rápida se compone de cantidades grandes de grasas producidas industrialmente como las grasas saturadas y las trans, lo cual se traduce en un aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y eventos cerebro vasculares. (8) (8)

Una de las recomendaciones para reducir este consumo es consumir grasas insaturadas de origen vegetal (aceites de oliva, soya y girasol) en vez de consumir grasa animal o aceites con alto contenido de grasas saturadas (mantequilla, aceite de palma y de coco). (8) (8)

• Ingesta de alcohol

Considerado por la OMS como un factor importante en el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas. Se ha demostrado que más de 1.65 millones de muertes relacionadas con el consumo de alcohol fueron ocasionadas por enfermedades crónico-degenerativas como el cáncer. (3,4) (3,4)

• Consumo diario de agua

Cuantitativamente, el agua se considera como el nutriente más importante del cuerpo humano. La ingesta diaria de agua tiene efectos en el rendimiento físico, el rendimiento cognitivo, deshidratación y delirio, función gastrointestinal, función renal, función cardíaca y respuesta hemodinámica, cefaleas, complexión dermatológica, y se encuentra relacionado también con el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas. (9) (9)

La adecuada hidratación se relaciona con la reducción de las infecciones urinarias, hipertensión, enfermedades cardíacas fatales, tromboembolismo venoso, eventos cerebro vasculares, entre otros. (9) (9)

• Uso de tabaco

Al igual que el alcohol, el tabaco es considerado, según la OMS como un factor de vital importancia en el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas. El consumo diario entre 1 a 14 cigarrillos se ha demostrado que puede aumentar al doble el riesgo de muerte prematura. (3,10) (3,10)

• Actividad física diaria y horas de actividad física semanal

La importancia de este componente radica en que se ha evidenciado que realizar 5.5 horas o más de ejercicio semanales puede reducir en un 56% el riesgo de muerte prematura. (10) (10)

3. CONDUCTAS DE RIESGO PARA LA SALUD

Así como los estilos de vida se enfocan en el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas, también existen conductas consideradas como de riesgo que exponen al individuo al contagio de enfermedades infecciosas (inadecuado lavado de manos, automedicación de antibióticos, promiscuidad, consumo de drogas, etc.), traumatismos (no utilización o utilización inadecuada de equipo de protección para diferentes actividades, utilización de dispositivos electrónicos al conducir, no utilizar cinturón de seguridad, etc.), entre otros.

Para el Banco Mundial, según Damien de Walque, “las conductas de riesgo no solo ponen en peligro la salud y reducen la expectativa de vida de la persona, sino que, con frecuencia, también afectan a los demás. Las consecuencias para la salud y los costos monetarios de las conductas de riesgo para las otras personas, sus familias y la sociedad en su conjunto son impactantes y justifican la intervención pública”. (11) (11)

Guatemala, por sus altos índices de pobreza, desempleo y analfabetismo se encuentra en una posición vulnerable en relación con las conductas de riesgo de los individuos, debido a que, según lo manifestado por Tim Evans del Banco Mundial: “las conductas de riesgo que se concentran entre los pobres tienen consecuencias para las poblaciones enteras: limitan el potencial de las familias y socavan el gran progreso sanitario y económico que experimentaron los países de ingreso bajo y mediano en los últimos años. Si se cambia el curso de estas conductas perniciosas impulsando condiciones sociales que promuevan mejores elecciones en materia de salud, los frutos beneficiarán a la familia y países de todo el mundo, y en última instancia nos ayudarán a acabar con la pobreza extrema y promover el incremento inclusivo y saludable”. (11) (11)

BIBLIOGRAFIA

1. Gómez Arqués MÁ. Opertivización de los estilos de vida mediante la distribución del tiempo en personas mayores de 50 años. Granada, España: Universidad de Granada; 2005.

2. De la Cruz Sánchez E, Pino Ortega J. Estilo de vida relacionado con la salud. Murcia, España: Universidad de Murcia; 2016.

3. Organización Mundial de la Salud. Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas. Ginebra, Suiza: OMS; 2013

4. Organización Mundial de la Salud [en línea]. Ginebra, Suiza: OMS; 2018 [citado 15 Oct 2019]; Enfermedades no transmisibles; [aprox. 1 pant.]. Disponible en:

5. Organización Panamericana de la Salud [en línea]. Washington, D.C.: OPS; 2018 [citado 15 Oct 2019]; Análisis de situación: enfermedades crónicas no transmisibles; [aprox. 1 pant.]. Disponible:

6. Burla L, Bucher S, Lebensstil W. Was ist ein gesunder Lebensstil? Manag Care. 2004; 5: 5-7.

7. Robinson L, Segal J, Segal R [en línea]. Maryland: Help Guide; 2019 [citado 15 Oct 2019]; Healthy eating; [aprox. 1 pant.]. Disponible en:

8. World Health Organization [en línea]. Ginebra, Suiza: OMS; 2019 [citado 15 Oct 2019]; Healthy diet; [aprox. 1 pant.]. Disponible en:

9. Popkin BM, D’Anci KE, Rosenberg IH. Water, hydratation and health. Nutr Rev. 2010; 68(8): 439-58.

10. Li Y, Pan A, Wang DD, Liu X, Dhana K, Franco OH, et al. Impact of healthy lifestyle factors on life expectancies in the US population. Circulation. 2018; 138: 345-55.

11. Banco Mundial [en línea]. Washington, D.C.: Banco Mundial; 2013 [citado 15 Oct 2019]; Las conductas de riesgo constituyen una amenaza creciente para la salud mundial; [aprox. 1 pant.]. Disponible en:

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