CONFIESO QUE HE VIVIDO PABLO NERUDA Memorias Estas ...

Llegamos al Japón. El dinero que esperábamos, proveniente de Chile, debía hallarse ya en el consulado. Hubimos de alojarnos, mientras tanto, en un refugio de marineros, en Yokohama. Dormíamos sobre malos jergones. Se había roto un vidrio, nevaba, y el río nos llegaba al alma. Nadie nos hacía caso. ................
................