Capítulo 9 Fármacos cardiovasculares - FBBVA
Cap¨ªtulo 9
F¨¢rmacos cardiovasculares
Dr. Ram¨®n Bover Freire
M¨¦dico especialista en Cardiolog¨ªa. Unidad de Insuficiencia Card¨ªaca del Instituto Cardiovascular
del Hospital Cl¨ªnico San Carlos, Madrid
Dr. Alfonso Moreno Gonz¨¢lez
M¨¦dico especialista en Farmacolog¨ªa. Jefe del Servicio de Farmacolog¨ªa Cl¨ªnica del Hospital Cl¨ªnico San Carlos, Madrid.
Catedr¨¢tico de Farmacolog¨ªa de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid
Prevenci¨®n farmacol¨®gica
Existen numerosas enfermedades que pueden afectar al
sistema cardiovascular, tanto al coraz¨®n como a las arterias
y venas que transportan la sangre. En las ¨²ltimas d¨¦cadas
se han logrado grandes avances en su tratamiento gracias,
en gran medida, a la investigaci¨®n y el desarrollo de nuevos f¨¢rmacos. Con un tratamiento farmacol¨®gico correcto
es posible prevenir nuevos episodios de enfermedad o
reca¨ªdas, enlentecer el deterioro progresivo del sistema
cardiovascular, disminuir los s¨ªntomas e incluso, en algunos casos, curar la enfermedad.
El uso de medicamentos es s¨®lo una parte del
tratamiento completo que pueden recibir los pacientes,
pues en ocasiones es necesario recurrir a la cirug¨ªa cardiovascular (por ejemplo, para cambiar una v¨¢lvula del
coraz¨®n por una pr¨®tesis met¨¢lica), a la implantaci¨®n de
dispositivos en el cuerpo (como ocurre con los marcapasos), a tratamientos realizados a trav¨¦s de cat¨¦teres que
se introducen por las arterias (por ejemplo, para la colocaci¨®n de una especie de muelle llamado stent en alguna
arteria del coraz¨®n), o a otras t¨¦cnicas complejas. En cualquier caso, el tratamiento con f¨¢rmacos casi siempre es
necesario, aunque se usen otras intervenciones, t¨¦cnicas
o procedimientos.
Este cap¨ªtulo resume los diferentes f¨¢rmacos que se
prescriben habitualmente para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, como la angina de pecho, el
infarto de miocardio, la insuficiencia card¨ªaca, las alteraciones del ritmo card¨ªaco (arritmias), las enfermedades de las
v¨¢lvulas del coraz¨®n o la hipertensi¨®n arterial. Estas y otras
enfermedades se explican a lo largo de esta obra.
No se pretende sustituir las indicaciones dadas por
el m¨¦dico, la enfermera o el farmac¨¦utico, sino ayudar a los
pacientes a entender por qu¨¦ toman unos determinados
f¨¢rmacos, cu¨¢les son sus repercusiones en el cuerpo y sus
posibles efectos secundarios m¨¢s frecuentes.
Consideraciones generales
Los f¨¢rmacos cardiovasculares act¨²an sobre el funcionamiento del coraz¨®n y de la circulaci¨®n sangu¨ªnea. Es muy
importante que el paciente conozca los principales efectos
beneficiosos, la forma y frecuencia de administraci¨®n, la
dosis correcta y los posibles efectos secundarios. S¨®lo as¨ª
podr¨¢ colaborar con el m¨¦dico en lograr un tratamiento
eficaz y bien tolerado.
Frecuencia y forma de administraci¨®n
Algunos f¨¢rmacos deben ser utilizados ¨²nicamente
cuando aparecen los s¨ªntomas, como, por ejemplo, al
producirse una angina de pecho. No obstante, la mayor¨ªa
deben tomarse a diario (habitualmente, una o dos veces
y, en ocasiones, incluso con mayor frecuencia) para lograr
un efecto continuado en el organismo. Es muy importante
seguir correctamente las indicaciones del m¨¦dico sobre la
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libro de la salud cardiovascular
forma, la frecuencia y el momento en que debe tomarse
la medicaci¨®n. El incumplimiento del tratamiento, ya sea
por su abandono o por su toma de forma irregular o inadecuada, es una causa frecuente del empeoramiento de los
s¨ªntomas o de la aparici¨®n de un nuevo episodio de enfermedad. Los f¨¢rmacos pueden tomarse de diferentes formas, por lo que el paciente debe seguir las instrucciones
de su m¨¦dico sobre cu¨¢l es la m¨¢s adecuada para cada una
de las medicaciones que recibe (v¨¦ase la tabla 1).
Dosis del f¨¢rmaco
No existe una dosis de cada f¨¢rmaco aplicable de forma
general a todos los pacientes. El m¨¦dico establecer¨¢
en cada f¨¢rmaco la dosis que considera m¨¢s apropiada
para lograr sus efectos beneficiosos y que sea, a la vez,
adecuada y segura para cada paciente. La respuesta del
paciente a una determinada dosis es dif¨ªcil de predecir,
por lo que en ocasiones el m¨¦dico comenzar¨¢ con una
dosis de prueba y la ir¨¢ ajustando en las sucesivas visitas m¨¦dicas hasta lograr el efecto deseado, evitando al
tiempo la aparici¨®n de efectos secundarios. Con frecuencia, el m¨¦dico necesitar¨¢ tomar la tensi¨®n arterial,
la frecuencia del pulso o realizar anal¨ªticas para conocer la
dosis adecuada del f¨¢rmaco.
Tabla 1. Diferentes formas de administraci¨®n de los
f¨¢rmacos cardiovasculares
Oral
La mayor¨ªa de los f¨¢rmacos cardiovasculares
se toman por v¨ªa oral en forma de
comprimidos, c¨¢psulas, grageas o polvo;
deben ser tragados directamente o
disueltos en agua
Sublingual
La medicaci¨®n se coloca debajo de la lengua,
donde se disuelve y se absorbe r¨¢pidamente
por las venas del suelo de la boca
Aerosol
Se aplica directamente debajo de la
lengua. Una vez administrado, hay que
apretar la lengua contra el suelo de la boca
y no tragar saliva durante unos segundos
Parches
autoadhesivos
Se coloca en la piel un parche que
contiene el f¨¢rmaco, de manera que
se permiten su liberaci¨®n y absorci¨®n
progresiva durante horas
Intravenosa
El f¨¢rmaco se administra directamente
(administraci¨®n en bolo) o de forma diluida
en una vena
Intramuscular
La medicaci¨®n se inyecta directamente en
un m¨²sculo, como el gl¨²teo (en las nalgas)
o en el muslo
Subcut¨¢nea
La medicaci¨®n se inyecta justo debajo de
la piel, por ejemplo, en el abdomen
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Efectos secundarios
Todos los f¨¢rmacos pueden producir efectos secundarios (tambi¨¦n llamados indeseables o adversos), que se
manifiestan por la aparici¨®n de s¨ªntomas nuevos, cardiovasculares o no, tras iniciar la toma de la medicaci¨®n. La
mayor¨ªa de los f¨¢rmacos cardiovasculares son seguros y
bien tolerados, por lo que es raro que produzcan efectos
adversos graves. Sin embargo, los efectos secundarios
leves son relativamente frecuentes, por lo que es muy
importante que el paciente conozca aquellos que puede
producir m¨¢s habitualmente la medicaci¨®n que est¨¢
tomando.
Algunos efectos adversos est¨¢n causados por la
propia acci¨®n del f¨¢rmaco; por ejemplo, si el paciente toma
dosis altas de un f¨¢rmaco para la hipertensi¨®n arterial, la
disminuci¨®n de la presi¨®n arterial puede ser excesiva y
producir debilidad o mareos. Otros efectos secundarios no
est¨¢n relacionados con el efecto principal del f¨¢rmaco; por
ejemplo, cuando se presentan alteraciones gastrointestinales o una erupci¨®n cut¨¢nea. El m¨¦dico, la enfermera o el
farmac¨¦utico deben advertir al paciente sobre los posibles
efectos adversos m¨¢s frecuentes. En el prospecto del f¨¢rmaco est¨¢n detallados todos los efectos secundarios que
puede producir una medicaci¨®n en concreto.
Es importante tener en cuenta que, por ley, el prospecto debe enumerar todos los posibles efectos secundarios, de ah¨ª que la lista probablemente sea larga, pero la
mayor¨ªa de ellos son poco frecuentes. Si aparecen efectos
adversos a consecuencia de la medicaci¨®n, el paciente no
debe abandonar el tratamiento, pues podr¨ªa ser incluso
peligroso. Lo correcto es consultar con el m¨¦dico sin
demora, que ser¨¢ quien decida cu¨¢l es la actitud m¨¢s adecuada (suspensi¨®n de la medicaci¨®n, disminuci¨®n de la
dosis, cambio del tratamiento, etc.).
Tratamiento de las enfermedades cardiovasculares
m¨¢s frecuentes
Existen muchos tipos de f¨¢rmacos cardiovasculares; algunos de ellos son beneficiosos simult¨¢neamente para varias
enfermedades. Dependiendo de la dolencia del paciente, el
m¨¦dico elegir¨¢ aquellos que resulten m¨¢s eficaces, seguros
y bien tolerados. Sin embargo, la respuesta de los diversos
pacientes a cada uno de estos f¨¢rmacos es muy variable,
por lo que a priori resulta complicado saber con exactitud
cu¨¢les son los m¨¢s adecuados en cada caso. Los f¨¢rmacos
cardiovasculares se utilizan principalmente en las siguientes enfermedades:
F¨¢rmacos cardiovasculares
procurar que el co¨¢gulo no crezca y obstruya una porci¨®n
mayor de la arteria coronaria. F¨¢rmacos como los betabloqueantes y los inhibidores de la enzima conversora de
angiotensina (IECA) se emplean para disminuir las complicaciones del infarto y tratar de evitar que ¨¦ste se repita
en el futuro.
Hipertensi¨®n arterial
Los f¨¢rmacos se presentan en diferentes formas farmac¨¦uticas
(comprimidos, grageas, c¨¢psulas, jeringas precargadas con el f¨¢rmaco,
polvo, parches, etc.). El m¨¦dico indicar¨¢ la m¨¢s adecuada en cada caso.
Angina de pecho
Es un dolor caracter¨ªstico, habitualmente en el centro
del pecho, desencadenado por el estr¨¦s f¨ªsico o ps¨ªquico.
Las arterias coronarias, encargadas de llevar la sangre al
m¨²sculo card¨ªaco, se van estrechando con el paso del
tiempo debido a ac¨²mulos de grasa en el interior de sus
paredes. La angina de pecho se produce cuando la arteria es tan estrecha que deja pasar una cantidad de sangre
insuficiente para las necesidades del coraz¨®n, especialmente cuando la frecuencia de contracci¨®n del coraz¨®n
aumenta al realizar un esfuerzo f¨ªsico. Los principales f¨¢rmacos utilizados para prevenir y tratar la angina de pecho
son los betabloqueantes, los calcioantagonistas, los nitratos y los antiagregantes plaquetarios como la Aspirina?; en
ocasiones, este ¨²ltimo se administra conjuntamente con
otro antiagregante plaquetario llamado clopidogrel.
Infarto de miocardio
Habitualmente se produce cuando un co¨¢gulo sangu¨ªneo
obstruye completamente el paso de la sangre por alguna
de las arterias coronarias, ocasionando la muerte de una
parte del coraz¨®n al no llegarle el ox¨ªgeno necesario para
su supervivencia. Cuando se produce el infarto se puede
realizar r¨¢pidamente un cateterismo para intentar desobstruir la arteria, o administrar unos f¨¢rmacos llamados
fibrinol¨ªticos, que tratan de disolver el co¨¢gulo. Se utilizan
tambi¨¦n antiagregantes plaquetarios (Aspirina?, clopidogrel) y, en ocasiones, anticoagulantes (heparina) para
Cuando la tensi¨®n arterial est¨¢ elevada durante per¨ªodos
prolongados de tiempo produce un da?o progresivo en
diversos ¨®rganos importantes del cuerpo, como el coraz¨®n, la retina, los ri?ones o las propias arterias. Por ello,
la hipertensi¨®n arterial es una enfermedad cardiovascular en s¨ª misma que, al mismo tiempo, favorece la aparici¨®n de otras, como el infarto de miocardio o cerebral, la
insuficiencia card¨ªaca o las arritmias card¨ªacas. Existen
abundantes f¨¢rmacos que ayudan a controlar la tensi¨®n
arterial, como los IECA, los antagonistas de los receptores
de angiotensina II (ARA II), los betabloqueantes, los calcioantagonistas, los diur¨¦ticos y los alfabloqueantes,
entre otros. Con frecuencia es necesario tomar a la vez
varias de estas medicaciones para controlar adecuadamente la tensi¨®n arterial.
Insuficiencia card¨ªaca
Se produce cuando el coraz¨®n no es capaz de bombear
adecuadamente la sangre para que ¨¦sta llegue en las
cantidades necesarias a todas las partes del organismo.
Las causas m¨¢s frecuentes de la insuficiencia card¨ªaca son
haber tenido un infarto card¨ªaco previo y la hipertensi¨®n
arterial. La combinaci¨®n de diur¨¦ticos, IECA y algunas clases de betabloqueantes permite disminuir los s¨ªntomas
(dificultad para respirar, cansancio y ac¨²mulo de l¨ªquido
en las piernas, entre otros) y aumentar la supervivencia
de los pacientes. Si no es posible administrar los IECA por
alg¨²n motivo, pueden usarse los ARA II. Los ahorradores
de potasio, un tipo especial de diur¨¦tico, son tambi¨¦n
beneficiosos. En algunos pacientes resulta ¨²til el tratamiento con nitratos y vasodilatadores (f¨¢rmacos que
dilatan las arterias coronarias). En ocasiones se emplea
adem¨¢s la digoxina.
Arritmias
Para su tratamiento se utilizan los llamados f¨¢rmacos antiarr¨ªtmicos. Algunas arritmias favorecen la aparici¨®n de trombos dentro del coraz¨®n, por lo que a menudo tambi¨¦n es
necesario el uso de antiagregantes o anticoagulantes.
89
libro de la salud cardiovascular
Enfermedades de las v¨¢lvulas card¨ªacas
Las v¨¢lvulas del coraz¨®n pueden verse da?adas por infecciones, por el propio envejecimiento del cuerpo o por otras
causas muy variadas. La alteraci¨®n del funcionamiento
habitual de las v¨¢lvulas impide que la sangre circule con
normalidad dentro del coraz¨®n. Los f¨¢rmacos no pueden
solucionar el mal funcionamiento valvular, pero ayudan a
disminuir los s¨ªntomas. Entre ellos se encuentran los diur¨¦ticos, los IECA y la digoxina, si bien el tratamiento m¨¢s
adecuado puede variar dependiendo de cu¨¢l sea la v¨¢lvula
afectada. Si la v¨¢lvula se sustituye por una pr¨®tesis met¨¢lica, es necesario tomar anticoagulantes.
Prevenci¨®n de la enfermedad de las arterias coronarias
Junto con los cambios en la dieta y en el estilo de vida,
los f¨¢rmacos pueden enlentecer el da?o progresivo que
sufren las arterias coronarias. Para ello es necesario controlar el colesterol en la sangre (f¨¢rmacos hipolipemiantes),
disminuir la tensi¨®n arterial (f¨¢rmacos antihipertensivos) y
reducir la probabilidad de formaci¨®n de co¨¢gulos sangu¨ªneos (f¨¢rmacos antiagregantes plaquetarios).
Principales tipos de f¨¢rmacos cardiovasculares
Un mismo f¨¢rmaco puede tener diferentes nombres. Cada
f¨¢rmaco tiene ¨²nicamente una denominaci¨®n oficial (el
nombre gen¨¦rico) y, generalmente, muchos nombres
comerciales, que corresponden al mismo medicamento
fabricado por diferentes compa?¨ªas farmac¨¦uticas. As¨ª,
cuando el m¨¦dico prescribe un f¨¢rmaco puede utilizar el
nombre gen¨¦rico o alguna de las diversas denominaciones
comerciales, pero la medicaci¨®n que el paciente recibe es
la misma. En ocasiones, dos f¨¢rmacos distintos (dos nombres gen¨¦ricos) se combinan en una misma pastilla, que se
comercializa bajo un determinado nombre comercial. De
esta forma se logra disminuir el n¨²mero de pastillas diferentes que el paciente debe tomar cada d¨ªa.
Aunque existen numerosos f¨¢rmacos cardiovasculares empleados para tratar diversas enfermedades, todos
ellos se agrupan en unas pocas familias o categor¨ªas. Los
f¨¢rmacos pertenecientes a una misma familia son similares entre s¨ª, pero tienen peque?as diferencias. Por ejemplo,
dentro de los f¨¢rmacos antihipertensivos todos bajan la
tensi¨®n arterial, pero mientras unos act¨²an principalmente
en las propias arterias del cuerpo, otros tienen su efecto
principal en el ri?¨®n o en las zonas del cerebro que controlan la presi¨®n de la sangre dentro de las arterias. El m¨¦dico
elegir¨¢, dentro de cada familia o grupo, el que considera
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Figura 1. Dep¨®sitos grasos en las arterias
Pared de la arteria
Interior de la arteria
El colesterol de la sangre (puntos amarillos) se deposita en las
paredes de las arterias, ocasionando su estrechamiento progresivo
(disminuci¨®n del interior del vaso, por donde circula la sangre). Los
f¨¢rmacos hipolipemiantes pueden enlentecer este proceso.
m¨¢s adecuado y seguro para cada paciente. Las principales
familias o categor¨ªas dentro de los f¨¢rmacos cardiovasculares son las siguientes:
F¨¢rmacos hipolipemiantes (fibratos, ¨¢cido nicot¨ªnico,
ecetimiba, atorvastatina, simvastatina y pravastatina,
entre otros)
Act¨²an disminuyendo las grasas (colesterol y triglic¨¦ridos), tambi¨¦n llamadas l¨ªpidos, que est¨¢n presentes en la
sangre. La cantidad total de colesterol en la sangre viene
reflejada en la anal¨ªtica bajo el nombre de colesterol total,
que se compone de dos partes principales: el colesterol
LDL (low-density lipoproteins, conocido como colesterol malo) y el colesterol HDL (high-density lipoproteins o
colesterol bueno). Los triglic¨¦ridos son otra grasa importante presente en la sangre. El colesterol LDL se deposita
en las paredes de las arterias de todo el cuerpo, produciendo su estrechamiento y dificultando el paso de la sangre (de ah¨ª que se denomine malo). Cuando esto ocurre
en las arterias coronarias, puede ocasionar una angina de
pecho; si tiene lugar en las arterias que llevan la sangre a
las piernas, causa dolor al caminar (lo que se llama claudicaci¨®n intermitente); si la estrechez ocurre en las arterias
que irrigan el cerebro, puede producirse un infarto cerebral u otras alteraciones neurol¨®gicas.
Los principales f¨¢rmacos hipolipemiantes forman
parte de una familia denominada estatinas (atorvastatina, simvastatina y pravastatina, entre otros); reducen los
niveles de LDL o colesterol malo y aumentan los de HDL o
colesterol bueno, por lo que retardan la formaci¨®n de los
ac¨²mulos grasos en las paredes de las arterias. Las estatinas se administran a los pacientes que presentan niveles altos de colesterol, o incluso a aquellos con niveles
F¨¢rmacos cardiovasculares
normales, pero que ya han tenido alg¨²n episodio previo
de enfermedad cardiovascular (por ejemplo, un infarto de
miocardio), o con factores de riesgo que favorecen su
aparici¨®n (hipertensi¨®n arterial, tabaquismo, diabetes).
Los fibratos, el ¨¢cido nicot¨ªnico y la ecetimiba se
utilizan cuando no es posible emplear las estatinas o en
combinaci¨®n con ellas. Act¨²an reduciendo la absorci¨®n
de colesterol por el intestino. Los fibratos son especialmente ¨²tiles cuando existen en la sangre niveles elevados
tanto de colesterol como de triglic¨¦ridos. Las c¨¢psulas de
aceite de pescado (pescado azul) pueden ayudar igualmente a controlar los niveles de triglic¨¦ridos.
Los efectos secundarios de los f¨¢rmacos hipolipemiantes incluyen malestar general, s¨ªntomas gastrointestinales y dolor de cabeza. La toma de estatinas puede
ocasionar la inflamaci¨®n de los m¨²sculos (miositis), que
se manifiesta por debilidad o dolor muscular, aunque
este efecto adverso es raro. El m¨¦dico realizar¨¢ anal¨ªticas peri¨®dicas para controlar la funci¨®n hep¨¢tica, renal y
muscular.
fuerza de contracci¨®n del coraz¨®n, deben iniciarse en dosis
peque?as para posteriormente incrementarse de forma
progresiva a lo largo de semanas o meses, seg¨²n la indicaci¨®n del m¨¦dico. En ocasiones, al iniciar el tratamiento o
incrementar la dosis, pueden causar un aumento de la dificultad para respirar, lo que debe ponerse en conocimiento
del m¨¦dico.
Las personas con asma o bloqueos card¨ªacos graves deben evitar su consumo. Sus efectos secundarios m¨¢s
importantes son debilidad, cansancio, bradicardia (enlentecimiento excesivo de la frecuencia de contracci¨®n del
coraz¨®n), alteraciones del ritmo card¨ªaco y broncoespasmo.
Pueden producir tambi¨¦n alteraciones del sue?o y disfunci¨®n er¨¦ctil (impotencia sexual). En algunas enfermedades
el paciente no debe interrumpir la toma de betabloqueantes de forma brusca, pues esto puede agravar los s¨ªntomas
(por ejemplo, aumentar la frecuencia y la intensidad de los
episodios de angina).
Betabloqueantes (atenolol, propranolol, carvedilol,
bisoprolol, metoprolol y nebivolol, entre otros)
Hacen que el paciente produzca una cantidad mayor de
orina, de ah¨ª que aumente la eliminaci¨®n de agua, sodio
(sal), potasio y otras sustancias. Logran as¨ª reducir la
retenci¨®n de l¨ªquidos en el cuerpo, por lo que son ¨²tiles
para aliviar la dificultad para respirar y la hinchaz¨®n de
las piernas en los pacientes con insuficiencia card¨ªaca.
Asimismo, son eficaces para disminuir la tensi¨®n arterial.
Existen diferentes tipos de diur¨¦ticos: diur¨¦ticos
de asa (furosemida, torasemida), tiacidas (hidroclorotiacida, entre otros) y diur¨¦ticos ahorradores de potasio
(espironolactona, eplerenona y amiloride). Los dos primeros grupos aumentan la p¨¦rdida de potasio por la
orina, mientras que los diur¨¦ticos ahorradores de potasio
la disminuyen, por lo que el m¨¦dico puede solicitar anal¨ªticas peri¨®dicamente para su control. En caso de que
los niveles de potasio sean demasiado bajos, a veces es
necesario tomar pastillas de suplementos de potasio.
Los diur¨¦ticos deben tomarse por la ma?ana o
a mediod¨ªa, pero no en la cena, para evitar tener que
levantarse por la noche a orinar. En la insuficiencia card¨ªaca, los diur¨¦ticos son los ¨²nicos f¨¢rmacos que el
paciente puede modificar por s¨ª mismo si ha recibido instrucciones para ello de su m¨¦dico: en caso de aumento
de peso o empeoramiento de los s¨ªntomas (indicadores
de una mayor retenci¨®n de l¨ªquido), el paciente puede
incrementar la dosis del diur¨¦tico durante unos d¨ªas para
Disminuyen la frecuencia de contracci¨®n del coraz¨®n (las
pulsaciones por minuto) y el trabajo que ¨¦ste necesita realizar para bombear la sangre. Son eficaces para prevenir los
episodios de angina de pecho, disminuir la tensi¨®n arterial
y reducir las posibilidades de un nuevo infarto de miocardio cuando ya se ha sufrido uno. Algunos betabloqueantes ayudan a controlar las arritmias card¨ªacas. Tambi¨¦n
mejoran los s¨ªntomas y la supervivencia de los pacientes
con insuficiencia card¨ªaca, pero, puesto que disminuyen la
Figura 2. Oclusi¨®n arterial por trombosis
Pared de la arteria
Interior de la arteria
El estrechamiento progresivo de las arterias por los dep¨®sitos de
colesterol (puntos amarillos) favorece la formaci¨®n de co¨¢gulos
sangu¨ªneos (¨¢rea roja), que pueden llegar a obstruir completamente
el paso de la sangre. Los f¨¢rmacos antiagregantes plaquetarios
dificultan la formaci¨®n de estos co¨¢gulos.
Diur¨¦ticos (furosemida, torasemida, hidroclorotiacida,
clortalidona, amiloride y espironolactona, entre otros)
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