Los brasileños en Brasil: ¿qué español deben aprender?
Los brasile?os en Brasil:
?qu¨¦ espa?ol deben aprender?
Carlos Felipe da Concei??o Pinto
(Universidad Federal de Bah¨ªa)
INTRODUCCI?N
Teniendo en cuenta nuestra realidad muy espec¨ªfica, de vecindad con diversos
pa¨ªses hispanohablantes, compartiendo con ellos una historia muy similar y con
intensos intercambios comerciales, culturales y ling¨¹¨ªsticos, especialmente con la
regi¨®n del R¨ªo de la Plata, se nota un creciente inter¨¦s por la ense?anza/aprendizaje del espa?ol como lengua extranjera en Brasil en los ¨²ltimos a?os. Es sabido que
el espa?ol es una lengua que presenta ?unidad en la diversidad? y que el ¨ªndice de
comunicabilidad entre cualquier hispanohablante es muy alto. Sin embargo, pese
a ese gran factor de unidad, existe el factor de diversidad, que hace que cada zona
ling¨¹¨ªstica presente caracter¨ªsticas particulares en todos los niveles de an¨¢lisis. A
partir de esos datos (desprovistos de visiones pol¨ªticas y econ¨®micas, deteni¨¦ndonos exclusivamente en lo ling¨¹¨ªstico), nos proponemos discutir cu¨¢l ser¨ªa la mejor
variedad ling¨¹¨ªstica (lig¨¢ndola siempre a sus contextos socioculturales) a la hora
de la ense?anza en Brasil; es decir, qu¨¦ espa?ol deber¨ªa, o ser¨ªa m¨¢s adecuado,
aprender en Brasil. Creemos, no obstante, que se debe tener muy en cuenta en
qu¨¦ regi¨®n de Brasil estamos, la finalidad de esa ense?anza, los objetivos de los
alumnos a la hora del aprendizaje, entre otros factores. De esta manera, suponemos, siguiendo a Irala 2004, que la variedad ling¨¹¨ªstica adoptada en una regi¨®n
fronteriza debe respetar algunas especificidades gramaticales y sociopragm¨¢ticas
que no deben ser tan exigentes en otras zonas de menos (o ning¨²n) contacto.
1.
EXTENSI?N Y VARIEDAD DEL ESPA?OL ACTUAL
Desde sus or¨ªgenes hasta nuestros d¨ªas, a lo largo de mil a?os, la lengua espa?ola viene desarroll¨¢ndose y difundi¨¦ndose por el mundo. Pas¨® del lat¨ªn al romance hablado en Castilla; despu¨¦s, en la Reconquista, descendi¨®, en forma de
abanico, hacia el sur de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. En el siglo XV, cuando Espa?a apenas
se unificaba, fue trasplantada al Nuevo Mundo hasta llegar a lo que se conoce hoy
como el mundo hisp¨¢nico. Y aunque hay una gran diversidad ling¨¹¨ªstica debido al
hecho de que el espa?ol est¨¢ esparcido por una gran extensi¨®n territorial, los sentimientos, el esp¨ªritu y la lengua de esa gente son los mismos y eso hace posible que
un espa?ol se comunique perfectamente con un chileno, que est¨¢ pr¨¢cticamente
del otro lado del mundo. Seg¨²n Moreno Fern¨¢ndez (2000: 17):
el n¨²mero de hablantes nativos del espa?ol es superior a los 350 millones. El
espa?ol es lengua oficial en: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica,
Cuba, Ecuador, El Salvador, Espa?a, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras,
115
M¨¦xico, Nicaragua, Panam¨¢, Paraguay, Puerto Rico, Rep¨²blica Dominicana,
Uruguay, Venezuela y los asentamientos del Sahara. Adem¨¢s, se habla espa?ol, como lengua no oficial, en otros territorios como Belice, Estados Unidos,
Filipinas, Gibraltar y Marruecos.
Sin embargo, pese a la gran extensi¨®n territorial,
El dominio hispanohablante presenta un ¨ªndice de comunicatividad muy
alto y un ¨ªndice de diversidad m¨ªnimo o bajo. La comunicatividad existe
cuando una lengua vehicular hace posible la comunicaci¨®n en una comunidad pluriling¨¹e. La diversidad est¨¢ relacionada con la probabilidad de encontrar dos hablantes, elegidos al azar, que hablen lenguas diferentes (Fasold).
En los territorios en que el espa?ol es lengua oficial, el n¨²mero de hablantes
que lo tienen como lengua materna supone una proporci¨®n cercana al 95%,
frente al 30% de anglohablantes en los territorios de oficialidad del ingl¨¦s o
al 35% de hablantes que tienen el franc¨¦s como lengua materna en los pa¨ªses
que esta lengua es oficial (Moreno Fern¨¢ndez, 2000: 16).
Por razones hist¨®ricas (podemos citar los contactos ling¨¹¨ªsticos, as¨ª como las
corrientes migratorias en el siglo XIX y el car¨¢cter de lengua trasplantada) y por
razones de cambios ling¨¹¨ªsticos inherentes a todas las lenguas humanas vivas, el
espa?ol fue diversific¨¢ndose desde el momento en que dej¨® de ser la lengua de
Castilla. Sin embargo, a partir del siglo XX, con la difusi¨®n de los medios de comunicaci¨®n de masa y el inicio de la democratizaci¨®n de la escuela, los hablantes de
espa?ol pasaron a conocerse cada vez m¨¢s, negando as¨ª, la predicaci¨®n malograda de Rufino Jos¨¦ Cuervo, como dice Schiavo, 1999, a finales del siglo XIX, de que
le suceder¨ªa al espa?ol lo mismo que le sucedi¨® al lat¨ªn: debido a su expansi¨®n
territorial y consecuente fragmentaci¨®n, se convertir¨ªa en nuevas lenguas. El tiempo pas¨® y, como se ve, el espa?ol est¨¢ cada vez m¨¢s unificado.
A partir de esos comentarios, nos podremos preguntar: ?d¨®nde est¨¢, entonces,
la variedad del espa?ol? En todos los niveles, el espa?ol presenta variaci¨®n. Sin
embargo, en unos niveles las presenta m¨¢s que en otros. Hay que fijarse, adem¨¢s,
que existen otros tipos de variaci¨®n respecto de las normas populares y cultas
(Lapesa, 1981: 462-523) o de la dicotom¨ªa lengua hablada versus lengua escrita
(Moreno Fern¨¢ndez, 2000: 63-75) que, por divergencia de objetivos, no las analizaremos.
Es muy frecuente la oposici¨®n espa?ol de Espa?a frente a espa?ol de Am¨¦rica.
Pero, siguiendo lo que propone Fontanella de Weimberg (1993: 13-17), no se
puede dividir el espa?ol en dos zonas ling¨¹¨ªsticas como si fueran opuestas entre
s¨ª porque, de hecho, no lo son 1. Como aspectos opositivos del espa?ol de Espa?a
frente al de Am¨¦rica, podemos citar el voseo y el uso particular de la preposici¨®n
1
Kulikowski y Gonz¨¢lez, 2000, se?alan que esa es la imagen de lengua (espa?ola) que generalmente se tiene
en Brasil.
116
hasta indicando inicio de la acci¨®n en algunas regiones americanas y el le¨ªsmo de
Espa?a. Fontanella de Weimberg (1993: 15) dice que
Lo que acabamos de considerar nos lleva a plantearnos a qu¨¦ llamamos espa?ol americano, si ¡ªtal como hemos visto¡ª no podemos hablar
leg¨ªtimamente de que se trate de una entidad dialectal que se oponga en
bloque al espa?ol europeo. La conclusi¨®n es que entendemos por espa?ol
americano una entidad que se puede definir geogr¨¢fica e hist¨®ricamente.
Es decir, es el conjunto de variedades dialectales del espa?ol habladas en
Am¨¦rica, que comparten una historia com¨²n por tratarse de una lengua
trasplantada a partir del proceso de conquista y colonizaci¨®n del territorio
americano. Esto no implica desconocer el car¨¢cter complejo y variado de
este proceso y sus repercusiones ling¨¹¨ªsticas, dado que debemos diferenciar las regiones de poblamiento temprano (las Antillas, Panam¨¢ y M¨¦xico,
por ejemplo) de otras de poblamiento m¨¢s tard¨ªo (R¨ªo de la Plata en general
y Uruguay en particular); las regiones de poblamiento directo a partir de
Espa?a, de las de expansi¨®n americana; los distintos tipos de relaci¨®n con
la metr¨®poli, etc.
Respecto del origen del espa?ol americano, Fontanella de Weinberg 1993 expone algunas de las hip¨®tesis que se presentaron para justificar la caracterizaci¨®n
del espa?ol de Am¨¦rica. De entre ellas, destacamos: a) influencia ind¨ªgena; b)
hip¨®tesis andalucista; c) origen poligen¨¦tico. Todas tienen seguidores y detractores. Sin embargo, vale la pena destacar el car¨¢cter de lengua trasplantada y que
todas esas hip¨®tesis pueden haber influido, en conjunto, en la caracterizaci¨®n del
espa?ol americano.
Por ser una lengua trasplantada, se piensa err¨®neamente que es una lengua
contaminada, que los hispanoamericanos no tienen legitimidad para hablar su
idioma y que la variedad espa?ola es ?m¨¢s pura?, la ?lengua madre? y ?mejor?
que las americanas. Alonso (1942: 121-162) discute los problemas de un idioma
hablado por tantas personas, en lugares diferentes, y el problema al que se enfrentan lenguas que fueron trasplantadas. El autor afirma que tanto derecho tiene
un hispanoamericano como un espa?ol sobre la lengua, porque ¨¦se fue el primer
hablante y aqu¨¦l fue su heredero y tiene la lengua espa?ola como su lengua materna, como su primera lengua. Adem¨¢s, en lo tocante a la ?contaminaci¨®n? e
influencia de otros pueblos en el espa?ol de Am¨¦rica, cabe aqu¨ª a?adir que el castellano, al expandirse, adhiri¨® los diferentes dialectos del norte de Espa?a, estuvo
en contacto directo (desde el lat¨ªn hasta hoy) con el vasco y, al expandirse hacia
el sur, absorbi¨® los dialectos moz¨¢rabes que ah¨ª estaban. Si por ?contaminaci¨®n?
se alude a los contactos e influencias ling¨¹¨ªsticas, el espa?ol de Espa?a est¨¢ tan
contaminado como el de Am¨¦rica.
As¨ª, en ese trabajo, todas las variedades se tratar¨¢n como variedades ling¨¹¨ªsticas de un idioma idealizado (teor¨ªa de ?diasistemas?, sistemas ling¨¹¨ªsticos reales
dentro de un sistema ling¨¹¨ªstico modelo, irreal) como se establece en Moreno
Fern¨¢ndez (2000: 63-75) y Lope Blanch, 2001.
117
1.1
Las zonas ling¨¹¨ªsticas
Las zonas ling¨¹¨ªsticas son regiones que presentan caracter¨ªsticas comunes, aunque dentro de ellas mismas existe variaci¨®n y algunos aspectos de una zona pueden coincidir con aspectos de otras; es decir, las diversas zonas ling¨¹¨ªsticas presentan algunas caracter¨ªsticas en com¨²n. Seg¨²n Sedycias 1999, se lleg¨® a postular
la divisi¨®n del espa?ol en 16 zonas ling¨¹¨ªsticas. Pero, para no rebasar los objetivos
del texto, presentaremos la divisi¨®n establecida por Moreno Fern¨¢ndez (2000: 3943) en 8 zonas ling¨¹¨ªsticas (tambi¨¦n Fontanella de Weinberg, 1993: 123-131).
a)
Zonas ling¨¹¨ªsticas del espa?ol de Am¨¦rica:
A1.?Caribe; A2. M¨¦xico y Centroam¨¦rica; A3. Andes; A4. R¨ªo de la Plata;
A5. Chile.
b)
Zonas ling¨¹¨ªsticas del espa?ol de Espa?a:
E1. Regi¨®n de Castilla; E2. Regi¨®n de Andaluc¨ªa; E3. Regi¨®n de Canarias.
2.
2.1
EL PROCESO DE ENSE?ANZA-APRENDIZAJE
?Para qu¨¦ quiere el brasile?o aprender espa?ol?
Debido a nuestra realidad de cercan¨ªa con pa¨ªses hispanohablantes, los brasile?os tenemos un gran abanico de opciones por las que queremos aprender espa?ol.
Ya sea por cuestiones personales, laborales, estudiantiles, turismo, enriquecimiento cultural etc. Aunque, se enfatice mucho m¨¢s el aspecto comercial-laboral, sobre
todo en la regi¨®n del Mercosur (Irala, 2004: 105-106).
Cualquiera de esas razones, aliada al lugar al que va a ir la persona, va a influir en qu¨¦ variedad del idioma deber¨¢ aprender. Por ejemplo, un estudiante que
quiera ir a estudiar la carrera en la Argentina deber¨¢ aprender la variedad de esa
zona. Por otro lado, un ejecutivo que lidere una empresa que mantiene relaciones
comerciales con otra empresa en M¨¦xico deber¨¢ aprender la variedad mexicana.
Hay varios motivos por los cuales el brasile?o (o cualquier otra persona) querr¨¢ o necesitar¨¢ aprender una lengua extranjera. Y el objetivo del alumno al
comenzar un curso no puede ser desechado por el profesor, porque su papel es
?dialogante, de mediador, de orientador y facilitador de recursos y procesos?
(Guerrero Ruiz, 2004).
2.2 El papel del profesor
El profesor juega un papel fundamental, porque es quien debe orientar al alumno, haci¨¦ndolo de acuerdo con sus necesidades espec¨ªficas; de esta forma, ?el
trabajo en la ense?anza/aprendizaje de una LE no puede estar previamente esta118
blecido sino que debe ser fruto del consenso, de las necesidades de comunicaci¨®n
de los aprendientes? (Guerrero Ruiz, 2004).
A partir de ah¨ª, el profesor debe dominar la lengua lo suficiente para que pueda
manejar la diversidad de intereses de los alumnos. En muchos casos, las clases de
lengua extranjera est¨¢n formadas por grupos heterog¨¦neos; es decir, en un grupo
con 15 alumnos, por ejemplo, hay personas con intereses muy diferentes, como
mencionamos anteriormente.
Para ello, el profesor no puede basarse en el sentido com¨²n y estar impregnado
de preconceptos. Irala 2004, al investigar la variedad de espa?ol que se adoptaba
en una ciudad fronteriza, en el estado de Rio Grande do Sul, constat¨® que muchos
de los profesores son deficientes en su formaci¨®n ling¨¹¨ªstica y se basan en el sentido com¨²n a la hora de actuar en las clases. Algunas de las respuestas obtenidas
al investigar cu¨¢l era la variedad ling¨¹¨ªstica preferida por los profesores son las
siguientes (los destaques son de la autora):
1) Espanhol da Espanha, porque ¨¦ uma l¨ªngua melhor de ser trabalhada
com o aluno.
2) Prefiro o Espanhol da Espanha. acho mais claro e muito mais bonito.
3) Da Espanha, porque ¨¦ mais cl¨¢ssico.
4) Prefiro o Espanhol da Espanha, porque ¨¦ o mais puro, pois ¨¦ a l¨ªnguam?e. O Espanhol da Am¨¦rica j¨¢ teve muitas influ¨ºncias de outros povos
e costumes.
5) Da Espanha, porque al¨¦m de ter aprendido assim, penso que ¨¦ mais
sonoro.
6) Nos livros did¨¢ticos vem o Espanhol da Espanha, mas vivendo n¨®s na
fronteira com o Uruguai, n?o podemos ignorar este fato. Devemos
apresentar aos nossos alunos as pron¨²ncias dos dois idiomas e principalmente os modismos.
7) Da Espanha. Porque ¨¦ o ¨²nico que aprendi at¨¦ agora.
8) Para trabalhar com as crian?as, o da Am¨¦rica, porque faz parte da realidade deles.
9) Da Espanha, porque ¨¦ o mais divulgado nos meios de comunica??o em
geral.
10) Am¨¦rica, pois s?o essas as pessoas que circulam pela nossa cidade e
com elas ¨¦ que podemos por em pr¨¢tica os conhecimentos de sala de
aula (Irala, 2004: 109-110).
Los comentarios de los profesores que participaron de la investigaci¨®n nos llevan a algunos cuestionamientos: a) ?por qu¨¦ el espa?ol peninsular es mejor de
ser trabajado con los alumnos?; b) ?el espa?ol de Espa?a actual es m¨¢s cl¨¢sico y
m¨¢s puro que las otras variedades?; c) ?el espa?ol de Espa?a no sufri¨® influencia
de otros pueblos? ?qu¨¦ sucedi¨® en la Reconquista?; d) fon¨¦ticamente, ?qu¨¦ ser¨ªa
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