Palabras, palabras, palabras: algunas consideraciones ...

Palabras, palabras, palabras: algunas consideraciones acerca del tratamiento del vocabulario en la ense?anza b?sica

Cecilia Beuchat*

Numerosas son las investigaciones que han demostrado la importancia que reviste el conocimiento de un vocabulario amplio en el desarrollo ling??stico de una persona, especialmente con relaci?n a su rendimiento lector. En las ?ltimas d?cadas diversos trabajos han comprobado, una y otra vez, que el conocimiento de las palabras constituye un factor cr?tico (Johnson y Pearson, 1984; Nagy y Herman, 1987).

Los resultados obtenidos reafirman el hecho de que en la ense?anza b?sica, cualquier programa que tenga como finalidad el desarrollo de la lectura, deber? considerar el aspecto vocabulario en forma seria y eficaz, con el fin de que los ni?os conozcan el significado de muchas palabras, las utilicen en su expresi?n oral y escrita, y las reconozcan al leer y escuchar.

Son muchas las actividades que se pueden realizar para lograr este fin, y no siempre deben estar ligadas al acto de leer. Como se ha podido comprobar, p.e., a trav?s de la audici?n de cuentos le?dos por un adulto, se enriquece la adquisici?n de vocabulario en forma significativa (Elley, 1989).

En el presente art?culo se pretende hacer una revisi?n de algunos aspectos te?ricos, y entregar algunas sugerencias metodol?gicas relacionados con el tratamiento del vocabulario.

Algunos planteamientos te?ricos b?sicos

Resulta interesante verificar como en la bibliograf?a especializada existen diferentes posiciones frente al tratamiento del vocabulario en el ?mbito escolar.

Mientras algunos estudios, p.e. los realizados por Beck, Mc Keown y Omanson (1987), postulan que la instrucci?n del vocabulario deber?a hacerse en forma directa, sistem?tica e intensiva, otros autores, entre ellos Nagy y Anderson (1984), se cuestionan la utilidad que puede tener esa instrucci?n directa.

Marzano (1988) cita las investigaciones de Beck, Mc Keown y colegas, quienes demuestran que la instrucci?n directa aumenta significativamente la comprensi?n de la lectura y se?alan que la instrucci?n debe ser intensiva, en que se contemple una gama variada de actividades y la exposici?n frecuente al t?rmino, el establecimiento de asociaciones, identificaci?n de la palabra nueva con experiencias propias, la relaci?n con otras palabras, entre otras (p. 9).

Por otra parte, Nagy y Herman (1987) indican que los ni?os pueden aprender numerosas palabras nuevas a partir de los textos que leen, y que ese

* Profesora de la Facultad de Educaci?n de la Pontificia Universidad Cat?lica de Chile.

n?mero de palabras adquiridas es mayor que el n?mero de palabras aprendidas a trav?s de la instrucci?n directa.

Bastante ilustrativos pueden resultar los c?lculos hechos por estos dos investigadores. Seg?n ellos, los alumnos aprenden una palabra por cada 20 palabras nuevas que encuentran en sus lecturas. Si cada ni?o leyera al d?a 25 minutos, con un rango de 200 palabras por minuto, durante 200 d?as al a?o, leer?a 1.000.000 de palabras. As? se encontrar?a con un n?mero de entre 14 y 30 mil palabras no familiares, de las cuales aprender?a entre 550 y 1500.

Nagy y Herman concluyen, entonces, que el tiempo invertido, p.e., en un buen programa de lectura silenciosa sostenida, puede ser m?s ?til que la inversi?n de ese tiempo ocupado en hacer una instrucci?n directa del vocabulario.

Las dos posiciones diferentes pueden desconcertarnos como educadores, sin embargo, tal como lo indican Marzano y Marzano (1988) en su libro A cluster approach to elementary vocabulary instruction (Una aproximaci?n a la instrucci?n del vocabulario), existe un punto medio en que es posible situarse. Las dos posiciones, seg?n estos autores, no son excluyentes ni se contraponen, y recomiendan un amplio programa de lectura como veh?culo principal para aprender vocabulario, sin dejar de lado una instrucci?n directa para un n?mero de palabras seleccionadas.

Los principios entregados por Marzano y Marzano, pueden orientar el quehacer pedag?gico:

- Un amplio programa de lectura y actividades ling??sticas enriquecedoras deben ser los medios fundamentales para el aprendizaje del vocabulario. Si contemplamos el gran n?mero de palabras que encuentran los alumnos en el lenguaje oral y escrito, se podr? apreciar la importancia que reviste el que ?stos sean estimulados profusamente.

- Es necesario enfocar la instrucci?n directa del vocabulario hacia palabras de un contenido o tema espec?fico, o pertenecientes a un conocimiento general b?sico.

- La instrucci?n directa del vocabulario debe contemplar una amplia y variada gama de formas que vayan de actividades muy simples hasta otras m?s complejas.

- La instrucci?n directa del vocabulario debe entregarle al alumno formas que luego puede ocupar para comprender otras palabras que no van a ser tratadas sistem?ticamente (p. 11-12).

Por otra parte, Nagy, en un estudio realizado en 1988, propone tambi?n principios que han de considerarse si se hace un tratamiento sistem?tico del vocabulario: integraci?n, repetici?n y uso significativo.

El primer aspecto se refiere a la integraci?n de las palabras estudiadas con otros conocimientos, tomando como base el hecho de que el conocimiento es algo estructurado y no consiste en una lista de hechos independientes, sino en el establecimiento de relaciones. Entendemos toda informaci?n relacion?ndola con algo que ya sabemos.

En cuanto a lo segundo, Nagy afirma que el hecho de identificar o dar la definici?n correcta de una palabra, no nos garantiza que se recordar?, r?pidamente y sin esfuerzo, su significado al leer. El tratamiento del vocabulario debe asegurar no solamente que los lectores saben el significado de la palabra, sino que adquieran pr?ctica suficiente que les permita hacer asequible su significado mientras leen. El encuentro frecuente con la palabra es necesario para que la instrucci?n sea eficaz. Este aspecto tambi?n ha sido se?alado por Stahl y Fairbanks (1986) y Mc Keown et al. (1985).

Ammon (1975) le da una m?nima importancia a las definiciones en la ense?anza del vocabulario, e insiste en que el vocabulario se aprende us?ndolo, y habla de un "bombardeo oral, a la palabra". Este planteamiento es compartido por otros autores como Drum y Konopak (1987), y Sternberg (1987).

Finalmente, en relaci?n con el tercer principio se?alado, Nagy parte de la base de que mientras m?s profundamente se procesa una informaci?n mejor se recuerda. En otras palabras, "una instrucci?n del vocabulario que haga pensar a los alumnos acerca del significado de la palabra y requiera de un proceso significativo, tendr? mayor efectividad" (p. 24).

El problema de la selecci?n de palabras

Es este un aspecto bastante discutido entre los profesores que realizan un trabajo sistem?tico en torno al vocabulario. ?Es necesario tratar todos los t?rminos? ?Cu?ntas palabras hay que considerar cada vez? ?Qu? criterios se deben tomar en cuenta para seleccionar? Son ?stas algunas inc?gnitas que se plantean.

Un principio b?sico que debe estar siempre presente frente a estas preguntas, es el hecho de que no se requiere saber cada palabra de un texto para ser comprendido, por lo tanto, no es necesario que el maestro considere una instrucci?n intensiva para todos los t?rminos de una lectura.

Seg?n Nagy (1988) los alumnos pueden tolerar textos en que el 15% de las palabras no son plenamente conocidas:

"Los ni?os no tienen que saber todas las palabras de un texto para leerlo con un nivel alto de comprensi?n. El profesor no tiene para qu? tratar cada palabra poco familiar de un texto" (p. 29).

Cuando hablamos de la selecci?n del vocabulario, estamos frente a un tema en que prima la calidad por sobre la cantidad. De m?s ha sido comprobado el que aprender listas extensas de palabras no produce ni un

aprendizaje motivador ni duradero. Algunos de los criterios que se pueden adoptar para una selecci?n son los siguientes:

- Elegir palabras que efectivamente dificulten la comprensi?n. P.e., existen textos en que aparece un t?rmino, muy especializado cuyo significado incide en forma directa en su captaci?n y que por su grado de especificidad debe ser incluso aclarado antes de leerlo. Tambi?n es el caso de t?rminos que juegan un papel importante en la lectura y en que el contexto no permite una adivinaci?n aclaradora.

- Elegir palabras que realmente signifiquen un aporte efectivo al vocabulario de uso del ni?o.

- Elegir palabras que permitan enriquecer el l?xico, pues a partir de ellas es posible aprender otras (sin?nimos, ant?nimos, derivados, hom?nimos, etc.).

A modo de ejemplo, se presenta la selecci?n de palabras hecha a partir del siguiente texto:

El oso hormiguero y el rat?n

Cierto d?a paseaba por el bosque un rat?n, iba contento y tranquilo. De pronto, se top? con un oso hormiguero que se re?a descaradamente de ?l.

--?Por qu? te r?es de m?? --pregunt? el rat?n muy molesto.

--Pero, ?t? te has mirado alguna vez al espejo? ?C?mo puedes ir por ah? tan peque?o e insignificante? Alguien puede pisarte. ?Ja, ja, ja!

El rat?n se alej? muy humillado. Pocos d?as m?s tarde, oy? grandes gritos. Era el oso hormiguero el que chillaba, pues era perseguido por un elefante col?rico, mientras paseaba por el bosque. El rat?n se acord? entonces de que los animales de su raza causaban gran pavor a los elefantes. Sin dudarlo, sali? al paso del elefante y se puso delante, con gesto audaz.

--?Te atreves con los animalitos indefensos, eh? ?Por qu? no te metes conmigo, se?or elefante? --grit? el rat?n seguro de s? mismo.

El elefante aterrorizado, hundi? sus patas delanteras en el suelo y, frenando en seco, dio la media vuelta y se alej? a toda prisa. No pod?a soportar la presencia del rat?n.

El oso hormiguero, ya libre de la persecuci?n del elefante, se sent?a avergonzado. Habla menospreciado al rat?n. Nunca volver?a a hacerlo. Ahora ten?a que excusarse.

oso.

--Acepta mis disculpas, buen rat?n. Soy un engre?do y un pedante --dijo el

--Olv?dalo, amigo. Veo que comprendes que todos los animales del bosque merecemos el mismo respeto --repuso el rat?n. Y desde aquel d?a fueron muy amigos.

Las palabras que se sugiere seleccionar son:

descaradamente - insignificante ? humillante - pavor - audaz persecuci?n - engre?do.

Si se observa la lista, se ver? que est? compuesta por siete palabras; sin embargo, al trabajar ?stas, van a surgir otros t?rminos:

- descaradamente: al tratar esta palabra se llegar? a descaro: atrevimiento, insolencia. Por lo tanto, saldr?n dos t?rminos sin?nimos: atrevidamente, insolentemente. Con el fin de evitar el excesivo uso de adverbios terminados en "mente" se podr? decir que el elefante se ri? "en forma insolente o atrevida".

- insignificante: quiz?s sea ?sta la palabra con m?s posibilidades de enriquecer el l?xico, puesto que al descomponerla, se puede aclarar el significado del prefijo "in", y por ende, ejemplificar con otros t?rminos que tambi?n lo incluyen, como: "incre?ble", "inc?modo" " indefenso" (que aparece tambi?n en la lectura);

- humillado: es una palabra que incide en la comprensi?n, pues no se puede inferir su significado a partir del contexto. Si un ni?o no conoce este t?rmino, podr?a concluir otros efectos de c?mo era el estado en que se alej? el rat?n.

Para explicar este t?rmino, es necesario ir al verbo humillar y aclarar bien su significado: achicar, insultar. S?lo as? se tendr? bien claro c?mo se sinti? el rat?n;

- pavor: si la acepci?n de esta palabra es desconocida por los ni?os, puede ser inferida a partir del contexto, puesto que m?s adelante se relata que el elefante reaccion? aterrorizado ante la presencia del peque?o roedor. La b?squeda de sin?nimos como "miedo", "terror", "horror", aclarar?n el t?rmino; pero tambi?n pueden dar pie a otro enriquecimiento lexicol?gico y es el que surge a partir de la derivaci?n: "pavoroso", adem?s del juego p?vido/imp?vido.

- audaz: es un t?rmino que los ni?os, por influencia de la propaganda no desconocen; sin embargo, por su riqueza de sin?nimos puede incluirse tambi?n: valiente, arriesgado.

- persecuci?n: si bien el significado es f?cilmente desprendible de la situaci?n que se da en el relato, se ha considerado esta palabra por la importancia que tiene desde el punto de vista ortogr?fico (termina en "ci?n", una de las desinencias m?s dif?ciles del castellano) y por aspectos relacionados con la conjugaci?n del verbo.

- perseguir: relacionada con el t?rmino anterior. Es importante recordar aqu? el principio de que toda ocasi?n para trabajar otros aspectos del lenguaje, debe ser aprovechada, aunque s?lo sea en forma incidental.

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